domingo, 28 de julio de 2013

Sobre partidocracia y trevijanismo

A estas alturas y después de algo más de un año escribiendo en el blog consideré que debía darme a mí mismo y a mis lectores algo más que opiniones. Esto me hizo indagar en temas actuales y bucear por mi cuenta dejándome llevar en completa libertad, o bien relatar ampliando aquello que había ya leído y en lo que quería ordenar mis ideas. No existe mejor forma de categorizar ideas que escribiendo y  enfocando la atención sobre algo: ello te obliga a indagar, realizar lecturas, estructurar pensamientos y aprender sobre la marcha. Uno de mis más felices hallazgos fue A.G.Trevijano, al que considero un verdadero genio de la ciencia política por la racionalidad de su discurso y las fuentes en las que basa todos sus argumentos. Además, acuña nuevos conceptos que sintetiza de toda la información y cultura que implica el ser un sabio de siglo XXI. De no ser el nuestro un sistema de y para mediocres, Trevijano sería materia de estudio ya en los colegios y no digamos en nuestras universidades.

Para el trevijanismo, la pregunta: "¿eso es más democrático, o menos?" implica que quien se plantea algo así no sabe qué es la democracia. La democracia, tal como Trevijano la plantea  es un reglamento como el del ajedrez: Cualquiera se dará cuenta que preguntarse si algo es más o menos "reglamento de ajedrez", lo que sugiere es un absurdo; tanto como plantearse si algo es más o menos democrático. Si partimos de este principio tan sencillo y elemental: la democracia se refiere a la norma: con qué reglas vamos a jugar; entonces cuestiones como si las listas abiertas serían más democráticas o la de que si no nos dejan hacer una consulta soberanista el Gobierno Central no es democrático chocan contra toda lógica. Y si gran parte del lenguaje político que están en estos momentos manejando tanto los medios como los políticos cae por reducción al absurdo, me temo que los conceptos que manejan o no los tienen muy claros o bien no han encontrado el vocabulario adecuado para expresar dichos conceptos. 

Así como Trevijano ofrece referencias de por qué afirma lo dice, en qué fuentes se basa y el contexto histórico de los conceptos políticos desde la Revolución Americana y los hechos de la Revolución Francesa origen de los regímenes políticos modernos hasta nuestros días pasando por el Marxismo, no he encontrado ninguna referencia respecto a un sistema como el nuestro, dentro de esas normas democráticas formales, donde el jefe de partido confecciona la lista de nombres candidatos en las elecciones, los primeros de esos nombres entran en la cámara nombrados como diputados en función de la posición que ocupan en esa lista,  y luego esos diputado nombran presidente a quien antes los nombró a a ellos diputados.  Semejante cambalache parece más bien una broma de mal gusto por no decir una tomadura de pelo. Lo que nadie en sus cabales admitirá nunca es que esos diputados representen a nadie más que a sus jefes de partido (de ahí la lógica sumisión que llaman eufemísticamente disciplina de voto). Se nombran entre ellos y defenderán, como es lógico, sus propios intereses. El papel ridículo del votante queda limitado al de ser por un día un funcionario más que decide a quien le toca la alternancia de poder esta vez. Es decir, qué partido se va a poner las botas. Los que van a quedar descalzos serán, evidentemente, esos funcionarios por un día que depositaron inocentemente su voto. Se aplican entre los aspirantes la dedocracia más descarada. No es de extrañar que todos los altos y altamente remunerados cargos del estado continúe con el mismo sistema: a dedo. Y todo ello nos conduce, de nuevo, cuando entramos en lo público en la más apabullante mediocridad. Es un devastador efecto dominó que parte de la misma raíz de donde se nombraron los cargos por primera vez.

Pero los dislates no acaba ahí: para quienes defienden la Ley D'Hont, no dudo que la entiendan matemáticamente (les doy el beneficio de la duda), pero lo que no llegan a comprender es lo nefasta que resulta: "La representación proporcional está tan estrechamente vinculada a la partidocracia, que la sola idea de sustituirla por la representación mayoritaria de distrito contiene la potencia de una revolución". A.G.Trevijano, Teoría Pura de la República. Lo que está pasando ahora, no en España sino en toda Europa, es en gran parte cortesía del reparto proporcional.

Bueno. Por estas y otras muchas cosas quitemos a los políticos, ya nos gobernamos nosotros mismos: Los griegos jamás utilizaron la representación ni se les pasó por la cabeza, ya que no la necesitaban; excepto cuando en situaciones de extrema gravedad y para salvar a la ciudad nombraban a un tirano. El tirano concentraba durante la emergencia las decisiones, pero si era honrado al acabar el peligro debía devolver el poder a los ciudadanos. Ahora bien, la forma de democracia directa, por la complejidad de los asuntos a tratar en los estados modernos no es factible;  excepto en ciertas ocasiones. Lorenzo Abadia en su libro Mando a Distancia la defiende para ciertas y contadas circunstancias proponiendo un tipo de e-democracia, pero marcando muy bien el hecho de que este tipo de democracia no valdría para todas las situaciones.

Además, lo cierto es que el voto directo desde casa y por internet no se puede realizar todavía con garantías porque no existe tecnología para hacerlo: no es lo mismo utilizar el e-dni para hacer la declaración de hacienda o realizar una operación bancaria donde quedan registrados todos los datos, y en caso de fraude se puede llevar a cabo un seguimiento a través de esos datos, que usarlo para votar desde casa, ya que las garantías de los interventores presentes en los colegios electorales no existirían y nada podría garantizar que el software no se programase para un pucherazo. Los datos que van de una urna hasta traducirse en diputado, con el sistema actual está garantizado; con un sistema electrónico desde casa, no. Otra cosa es que dicho sistema electrónico esté ubicado en el colegio electoral y la operación se realice con garantías. Se han hecho pruebas en ese sentido.

Vicente Jiménez

lunes, 15 de julio de 2013

La ignorancia es un cáncer para la sociedad


Los únicos que se educan en la valentía son los militares. La sociedad civil no recibe esa formación: es más, la atroz corrección política crece en la mentira de que todo se soluciona hablando. La solución está en el diálogo decía Zapatero el optimista.

Como Rajoy el educado sigue por los mismos derroteros y la sociedad civil ni tiene representantes ni se les espera, pues no es de extrañar que mi amigo Juanma me dijese en un twit que leer las noticias era coger un colocón seguro de depresión.

Y en esas estamos: una sociedad civil creyendo que vive en una democracia cuando precisamente el verdadero poder ha mantenido un mutismo absoluto sobre qué es la democracia y mucho menos la ha practicado. Las escuelas y las universidades junto a los medios de comunicación no solo no lo dicen sino que desvían la atención y repiten sin cesar que “estamos en una democracia”. Pero, ¿saben lo que dicen estos ignorantes?

No voy a repetir qué es democracia: ya he dado en la bibliografía y mis artículos anteriores no pistas, sino pinceladas y cuadros enteros para por lo menos encauzar las ideas básica. Democracia es lo que todo ciudadano (del mundo también) debería conocer por experiencia y me consta que desconoce; peor aún: cuando un tertuliano dice en los medios que si hacemos tal cosa o tal otra eso sería “más democrático”, no está más que demostrando su completa ignorancia sobre qué es la democracia. Y eso lo dicen también no unos políticos cualesquiera, sino jefes de partidos importantes. Obviemos nombres, pero observad unos cuantos telediarios, como científicos a la caza de datos, y fijaos quienes pronuncian tal disparate: por sus palabras los conoceréis. Si os pide el voto un político que promete conseguir algo “más democrático” o “más democracia”, ya podéis tener la seguridad de que no tiene la más remota idea de qué es democracia. Si un tertuliano espeta desde su púlpito que hay que mejorar la democracia ya podéis tener la seguridad de que no sabe de lo que habla. No es que quiera manipular a nadie, es que es un ignorante cúbico.

Ahora estará en vosotros creer lo que dice el tertuliano, o no. Ahora estará en vosotros decidir si votáis al político, o no; y si votáis al político o escucháis al tertuliano, lo hacéis sabiendo que es un ignorante en política. Y si es ignorante en lo que proclama ser su profesión (la política jamás debería ser una profesión) imaginad su más absoluta ignorancia en otros temas de los que habla con la misma autoridad. Hay que reconocer que en esta carrera por el primer puesto en ignorancia algunos de estos políticos han subido al podio en el puesto número 1; han llegado al esperpento más decadente, queridos "miembros y miembras". Y este tipo de bufones ha llegado a dirigir el destino de España en cargos importantes. Otro certificado de que no hay democracia.

A todo esto me podréis refutar que quizá vuestras posibilidades de voto se reducen ¿ a cero ? Bueno, pues si eso ocurriese creo que ya tendríamos un trampolín para pensar. Y si pensamos puede que entonces empecemos a plantearnos juicios políticos basados en criterios porque nos hemos formado. Y si empezamos a sustituir los criterios por las opiniones empezaremos a pensar en un regalo que ni sabíamos que poseíamos: la libertad política. Y cuando eso ocurra, aunque como sociedad civil jamás nos hemos entrenado para luchar con valor en cuestiones civiles, puede que ocurra que entonces seamos conscientes de que el valor lo tenemos... o se nos supone, como en la "mili." Y no, la solución no está nada más que en el dialogo. A veces hay que dar un puñetazo... en la mesa, como mínimo para conseguir la libertad.

Vicente Jiménez

miércoles, 10 de julio de 2013

Europa está gobernada mediante partidocracias


I La conciencia de siervo, como la del dolor físico, se hace menos soportable cuando comienza a sentirse la posibilidad de liberarse. La perspectiva de libertad política acentúa o despierta el sufrimiento por su carencia en pueblos tan serviles que ni siquiera saben lo que eso significa o implica. A.G.Trevijano Teoría Pura de la república.
 II Creo que desde una perspectiva legal hay razones muy solidas para juzgar (Impeaching) cada Presidente de los EEUU desde la Segunda Guerra Mundial. O han sido directamente criminales de guerra o han estado involucrados en crímenes de guerra. What Uncle Sam really wants, Noam Chomsky

Partamos de este supuesto médico y psicológico: una persona padeciendo un dolor extremo muy intenso e inaguantable se entera de que existe un remedio para calmarlo. Inmediatamente, sabiendo ya que hay una forma de aliviarlo, al paciente le invade un ansia insoportable de quitarse el dolor de encima. Desde ese momento, el enfermo hará lo imposible por hacerse con la medicina y no podrá convivir con el dolor hasta conseguir el remedio.

Tomamos el modelo del paciente para aplicarlo al sufrimiento causado por la partidocracia y la posible existencia de un remedio.
En Europa, y especialmente en todo el arco Mediterráneo gobernado por partidocracias con nula o muy escasa intermediación real entre el estado y la sociedad civil, la crisis ha golpeado de forma más virulenta en las familias de clase media. Es un proceso general que ha incidido en toda Europa y los españoles, con nuestro respectivo estado de partidos en la mochila y por ende sufridores de corrupciones sistémicas, participamos en el festín: paro, falta de perspectivas profesionales, fuga de cerebros, pobreza, indigencia, comedores sociales o las dramáticas e interminables colas en las oficinas de empleo... y aunque ninguno de esos males haya golpeado directamente sobre un ciudadano en concreto, la empatía  provoca que se sume al colectivo social un sentimiento de tragedia. Tomemos que el paro, por ejemplo, no hubiese incidido  sobre un sujeto en particular: pero aún así, sí que se darían muchas probabilidades de que lo hubiese hecho sobre un familiar cercano, un vecino o en quien no conoce pero se encuentra comentándolo en el bar o la cola de una tienda. No creo que, en estos momentos, exista ninguna familia de clase media ajena a esta lacra de una forma más o menos directa. Personalmente, no conozco a ninguna. 

El sufrimiento se suma a gestiones descabelladas.

La indefensión de las personas dependientes, los recortes en servicios básicos como educación y sanidad suman dramatismo a la tragedia, especialmente cuando se ven incrementadas por la canallada y capricho de los dispendios nacionalistas. Y el dolor se ha convertido en una obsesión y un factor constante diario en los medios de comunicación; ya no sé si porque vende o porque dichos medios pretenden denunciarlo. Las relaciones entre corrupción, bankster y políticos bajo la benigna mirada de la impunidad se hace patente salvo en honrosas excepciones gracias al heroísmo individual de personas buenas como la juez Alaya, o un grupo de jueces que han imputado ya a 300 políticos: pero esto hace más patente todavía la dicotomía entre el sistema corrupto en el que vivimos y las acciones personales de jueces que han de luchar por impartir justicia y contra el inmenso poder del sistema. La pregunta que surge es ¿cómo sobrevivimos a este sistema origen de tanto dolor?
Cómo se defiende la sociedad civil
Las familias tienden a unirse donde antes se separaron de forma natural: vuelven los hijos y nietos, cuando lo han perdido todo, con los abuelos  bajo el paraguas de unas pensiones reconvertidas en sustento de varias generaciones. Es la forma más elemental de supervivencia: la vuelta al clan. Seguramente también se se ven obligados a recurrir a los comedores sociales, y hay quien ya hundido en la más absoluta indigencia rebusca entre los restos que deshecha la ciudad. Y uno se pregunta ¿cómo es posible que aguanten esta situación sin pedir explicaciones a sus políticos?
Los ciudadanos aguantan el dolor estoicamente porque creen que no hay remedio a su mal. Cuando alguien pierde toda esperanza de poder aliviar el dolor, lo aguanta hasta que la única salida que ve es el suicidio o esperar la siguiente vuelta de tuerca. Las soluciones a largo plazo se sustituyen por las de corto plazo: ¿qué voy a comer hoy?


Bien, ya hemos sobrevivido a la primera andanada. ¿Y ahora qué?


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¿ Qué pasaría si los españoles fuesen conscientes de que SI existe un remedio ?
Al igual que el enfermo que hemos utilizado como modelo, si los españoles fuesen conscientes de que existe un remedio lucharían por conseguirlo hasta la caída del régimen oligárquico de partidos y ya no sería capaz de convivir ni un minuto más con la carencia de libertad política:  

Nadie soporta la esclavitud cuando sabe que existe la libertad y una forma de llegar a ella. El hecho de saber que sí existe una solución envestiría a los ciudadanos de una coraza impenetrable hacia la manipulación, la demagogia y la perversidad del sistema oligárquico de partidos: nadie podría manipular a los españoles (ni europeos) con nacionalismos, derechas, izquierdas ni ideologías de ningún tipo porque habrían tomado conciencia de que lo importante para su supervivencia sería constituir ante nada un sistema, un reglamento perfecto y desnudo completamente de ideologías, cuyo único fin fuese establecer las relaciones entre el poder y la sociedad civil. Ese remedio se llama democracia constitucional y ya está inventada: solo hay que aplicarlo, pero antes la sociedad civil debe saber de su existencia y tenerla completamente asimilada.
¿ Por qué no se da la democracia en España ni en Europa ? (Excepto 3 países que sí gozan casi de una democracia: Suiza, Francia, Reino Unido)
Según Trevijano, el poder y sus alidados, los medios de comunicación, las fundaciones, o incluso las cátedras universitarias no dicen nada de lo que estamos contemplando. La mayoría de españoles (y europeos) creen estar viviendo en una democracia: es lo que han oído, escuchado y leído durante toda su vida y se les ha presentado como un principio incuestionable. En nuestro caso y para empeorar la situación, o no conocemos otra cosa o venimos de otros 40 años más de dictadura. Nuestras peticiones colectivas se atienden, en ocasiones, bajo la presión de las protestas y manifestaciones callejeras, que suelen estar convenientemente dirigidas y canalizadas por los sindicatos, que también forman parte del Estado:  una democracia debería ofrecer a sus ciudadanos canales civiles de intermediación,  partiendo de sus respectivos colegios electorales, para resolver un problema colectivo, exigir el cumplimiento de una promesa electoral o hacer dimitir a un político incompetente o corrupto. Pero los ciudadanos no llegan a relacionar la realidad (lo que ven y experimentan) con lo que les predican los políticos, los tertulianos y los medios de comunicación cuyas acciones proyectan una enorme carencia de formación política o estar al servicio del poder. Los ciudadanos, en consecuencia, son víctimas del empleo perverso de la ingeniería social mediante una manipulación masiva y llegan a creer lo que les dicen los unos, o los otros (partidos de derechas, izquierdas o independientes) y no lo que ven con sus ojos en el mundo real. Un gran número vota (que tampoco) impulsados por los sentimientos hacia sus partidos, a los que siguen con la misma pasión y fe que a su equipo de fútbol. No hay racionalidad en ello, y sí mucha incultura política.
¿ Por qué Europa está gobernada por partidocracias ?
Europa está gobernada mediante partidocracias porque no supo resolver sus problemas internos y jamás lo ha sabido desde la Revolución Francesa. 

Han confluido tres circunstancias que han impedido la instauración de democracias en Europa:
  1. La II Guerra Mundial acabó con un ejercito vencedor extranjero invadiendo Europa, y el entonces Gobierno de EEUU fue el que, como es natural, implementó sus condiciones en la Europa llamada Libre bajo su control. Durante la Guerra de los Balcanes también EEUU tuvo que acudir en nuestro auxilio. Europa nunca ha sabido resolver sus problemas internos y ha necesitado de la ayuda militar de Estados Unidos.
    Al acabar la II Guerra Mundial y en plena Guerra Fría los EEUU impusieron partidocracias para luchar contra el comunismo y colocar unos gobiernos de contención fácilmente manejables que no se dejaran penetrar por el comunismo,  como hubiese podido ocurrir al abrigo de unas democracias libres. Los vencedores sabían muy bien que daba igual que fuese un solo partido o varios los partidos políticos que gobernasen un país, si estos formaban parte del estado y no de la sociedad civil. En eso consiste la partidocracia: en quitar la intermediación, la representación entre el estado y la sociedad civil y embutir a los partidos dentro del mismo estado. En realidad son dictaduras u oligarquías disfrazadas de democracia aunque se vote cada cuatro años y se obtengan libertades individuales, pero no libertades colectivas o políticas (da igual el nombre). El ciudadano carece de muy escaso o más bien nulo poder de decisión política al no tener intermediarios que le representen. Así quedaban salvadas las distancias con el comunismo. Es evidente que en España estando Franco ya tenían ese trabajo hecho.
  2. La amenaza de la democracia: 
    Noam Chomsky nos ofrece una visión muy cruda extraída de documentos desclasificados del gobierno de EEUU al acabar la II Gran Guerra:
    Una manzana podrida pudre el barril entero y la respuesta final puede parecer desagradable, pero es mejor tener a un régimen fuerte en el poder que a uno liberal que pueda ser penetrado directamente por los Comunistas, ya que los Comunistas son en esencia traidores. Por lo tanto, nos oponemos a la democracia si los resultados no pueden se controlados”... “el problema es que las democracias caigan también en la herejía de que sus gobiernos respondan a las necesidades de su propia población, en vez de a las necesidades de las grandes fortunas e inversores de EEUU … nuestro verdadero interés se centra en las inversiones de capital EEUU. Cuando los derechos de los inversores están amenazados, la democracia debe cesar y los asesinos y torturadores deben cumplir su función” … “lo que EEUU quiere es estabilidad en aras de salvaguardar la seguridad de sus clases superiores”.
    3. La Revolución Francesa partió de una traición e intentó mantener al principio a un rey en el poder. A lo que aspiraba Luis XVI era a acabar con el Ancien Regime, pero no fue él quien lo hizo sino el cúmulo de una serie de circunstancias que al final recibieron el nombre de Revolución Francesa. Pero los pasos  en falso de esa revolución y su fracaso final lo hemos estado sufriendo hasta ahora en Europa. De ahí, en parte, los problemas que llevaron a las dos grandes guerras y que no supimos resolver sin la ayuda de EE UU.


    ¿Cómo llego la partidocracia a España tras morir Franco?

    Las transiciones políticas de las dictaduras a los Estados de Partidos recomponen elementos esenciales de aquellas por medio del consenso. Una idea tan primitiva que no sólo niega la libertad política, sino la posibilidad misma de la política. A.G.Trevijano

    El poder del dictador quedó igual cuando a su muerte se repartieron ese poder entre varios: los que ya lo tenían y algunos advenedizos. Es lo que suele ocurrir cuando un dictador muere sin herederos. La única diferencia estribó en que de manos de uno solo (Franco) el poder pasó a manos de varios, constituyéndose entonces las actuales oligarquías hereditarias: los altos cargos se heredarían como ocurrió con los aristócratas en las cortes de los monarcas absolutos del S.XVIII. La siguiente cuestión que surge ante este hecho histórico es por qué la transición degeneró en una partidocracia oligárquica de partidos en vez de en una democracia real.
Os he dejado una información traducida y las fuentes de donde la he extraído. Es evidente que no toda, pero la que he considerado más clarificadora. 

El puzzle de nuestra historia reciente cuadra

Estudiando nuestra historia reciente, y a la luz de esta información, se entiende cuan fácilmente Kissinger ordenó a Willy Brandt lo que debía impulsar en España a la muerte del Caudillo, el papel del Rey, la entrada de un comunismo y socialismo al servicio del capital, y el reparto de poder del Dictador entre las distintas facciones seguidoras o enemigas de Franco hasta que vieron la alfombra roja, el oportunismo personal de los nacionalistas catalanes y la traición de la que habla A.G.Trevijano por parte de Felipe González y de Carrillo que sucumbieron rápidamente a la alfombra roja  y a las mieles del poder: 2 horas les costó dejarse seducir por el poder en el despacho de Suárez, según Trevijano; la ascensión meteórica al poder de Felipe González con capital alemán e incluso carteles propagandísticos a favor de Felipe impresos en Alemania, el socialismo descafeinado que lo primero que hizo fue impulsar un SI rotundo a la OTAN, y se entienden tantas otras cosas. Ahora yo pregunto a los que dicen que los españoles elegimos libremente la Constitución del 78 ¿De verdad tuvimos esa libertad de elección? 

Bueno, pues ya lo sabemos. Ahora toca espabilar... o aguantarnos con lo que nos quieran hacer. La elección es nuestra.
Vicente Jiménez
Bibliografía
Teoría Pura de la República, A.G. Trevijano,  Ediciones MCRC, 201?
Noam Chomsky, How the Word Works, Soft Skull Press, 2011

Distintas escuchas y apuntes de RLC  http://www.diariorc.com/