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domingo, 20 de noviembre de 2016

Radiografía de los Podemita, por @Lagartijasoy diario El Diestro



Artículo de colaboración vía @Lagartijasoy El Diestro


Ignoro si Podemos surgió del 15 M, si es un grupo creado por dictaduras varias para introducirse en nuestro sistema, si ha salido de las mentes perversas de los Bilderberg, o es un engendro creado en un laboratorio especializado en reptilianos. Ignoro todo de su origen y sólo puedo juzgar a sus dirigentes por las locas ideas que emiten sus lenguaraces bocas y los extraños actos que exhiben, en público o privado. Su desarrollo intelectual, que en ocasiones puede parecer adelantado, sin embargo no lo es y lo demuestra el hecho de que adoptan ideologías políticas decimonónicas.

Por su repertorio de conductas, la dificultad para adaptarse al medio, sus escasas habilidades sociales y la ausencia de los códigos morales compartidos por la mayoría de miembros de su cultura, bien podría decirse que se trata de un grupo humano que al fragor de la tribu y en la intimidad de sus cavernas, se retroalimenta con los mantras y letanías que recitan en sus rituales. "No al capitalismo, no a la propiedad privada, no a la libertad, ommm, no al capitalismo..."

Quizás entre psicólogos, sociólogos, zoólogos y antropólogos, logren entender a este extraño grupo humano. Cómo surgieron, dónde habitaban, cómo se desarrollaron, cómo se reproducen y se relacionan y hacia dónde les dirige su proceso evolutivo. Preguntas a las que aún somos incapaces de dar respuesta.

Mención aparte merecen sus seguidores, ciudadanos que en un momento determinado, y por dispares circunstancias, abandonaron la senda normalizada del sistema para prestar su apoyo a un grupo tan inquietante como desconocido. A un grupo que bordea y evita los usos, costumbres y normas que durante siglos nuestra civilización se ha ido otorgando a si misma para poder sobrevivir y evolucionar lo más confortablemente posible.

De los seguidores y simpatizantes, empero, sí se pueden conocer al detalle tanto la causa como el origen, los motivos y las justificaciones. O las excusas. De este modo, se puede establecer la siguiente taxonomía:

1) El Okupa. Personas (por llamarles de alguna manera), acostumbradas a vivir al filo del sistema, al que se oponen por ídem. Ocupan la propiedad privada ajena, no porque ellos carezcan de ella, sino porque les sale de cierto lugar de su anatomía. Y por molestar, mayormente.

2) El Perroflauta. Es probablemente el primer prototipo que se conoce de este grupo humano. Aplaudido en los inicios, con el tiempo se ha convertido en una rémora y una vez logrados los primeros objetivos políticos, se observa que donde hubo rastas ahora hay medias melenas y las flautas han sido sustituidas por Ipads en los que seguir los últimos casos de corrupción pepera difundidos por las sectas audiovisuales afines.

3) El Carente. Ciudadano que nada tiene y por ello nada tiene que perder. Vota a este grupo porque puede salir beneficiado de algún modo.

4) El Despojado. Ciudadano desesperado, con el que la crisis se ha cebado de un modo especialmente virulento. Vota a los contrarios de quienes él cree que han sido responsables de sus pérdidas. Como el anterior, nada tiene que perder y su voto es un acto de rebeldía, un ladrillo morado tirado a la cabeza del poder.

5) El Tonto-listo. Persona de escaso nivel cultural con tendencia a sentar cátedra. Se mueve en círculos en los que todos son tan tontos o más que él, y en sus monólogos (o soliloquios) se explaya sobre lo divino y lo humano. Es posible que él tenga respuesta a todas las dudas con las que he iniciado este artículo.

6) El Listo-tonto. Se trata de una persona culta e inteligente pero que, por razones que los neurólogos aún buscan en entre las circunvoluciones cerebrales de los ratones de laboratorio, muestran grandes dificultades para gestionar sus recursos cognitivos. Capaces intelectualmente, se muestran sin embargo incompetentes a la hora de analizar hechos y sucesos, motivo por el cual son fácilmente manipulables, sobre todo si se trata de cantos de sirena. Y es que todo el mundo sabe que es difícil resistirse a los cantos y encantos de estos seres mitológicos.

7) El Buenérrimo. Ciudadano de buenos sentimientos y gran corazón, tanto, que asimila la imagen del líder a la del hijo del Santísimo, y toma sus palabras como prédicas a los apóstoles. Confunde el igualitarismo con la igualdad, la venganza con la justicia y la expropiación con el reparto de los peces y el pan. Cree que nacionalizar es un acto bondadoso para dar de comer a los pobres, y que la redistribución de la riqueza tiene un sentido robinhoodiano. Ve una camisa blanca y una coleta y se arrodilla, en el convencimiento de que se trata de una aparición divina, como si el color de la camisa se correspondiera con el del corazón. El buenérrimo es una persona buena hasta el extremo, lo malo es que los extremos se tocan y a veces es difícil distinguir al muy bueno del muy malo.

8) El Progre-Guay. Se trata de personas "normales" pero con un apego patológico a la pana, la música de los 70, la barba y las axilas sin depilar.

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domingo, 19 de julio de 2015

AMISTADES DEL MEDIO ORIENTE. Autora: @carinho9 vía @Redblogscomp Somos #RED

Ante la aparente indiferencia de la calurosa rutina estival: "Durante los meses de junio y julio parecieran pasar inadvertidas..." la escritora nos introduce en una serie de dramáticos eventos que se están dando bajo el paraguas de esa aparente normalidad. El uso latinoamericano del lenguaje le da un delicioso toque que no puede pasar inadvertido al lector español: son giros, expresiones y formas desconocidas por estos lares y que aportan una riqueza inestimable al bello idioma español. Carolina aporta el valor añadido de una gran pasión y refleja el sentido de pérdida sufrido por su país; Venezuela. A la autora, que parece salida de aquella generación del 98 Venezuela le duele, y España le duele porque ya ha vivido los efectos de la denominada extrema izquierda y sabe por experiencia que no quiere un "grexit" para España si seguimos el desastre griego ni la dictadura Chavista si seguimos el ejemplo Venezolano. La tradición oral está epitomada en la figura de ese hijo al que le enseña y explica la historia de su país.., que no se repitan los últimos treinta años de historia Venezolana en España. El lector no quedará indiferente ante la forma como tampoco ante un contenido que por poético no deja de aportar la objetividad de los datos de toda una historiadora.

Vicente Jiménez

AMISTADES DEL MEDIO ORIENTE

Colaboración de: Carolina Rodriguez @carinho9

Durante los meses de junio y julio parecieran pasar inadvertidas "esas" fechas relacionadas con la historia de Venezuela. Su importancia queda en un segundo, tercero o último plano para una tierra que actualmente está más inmersa en lo urgente, en esa sobrevida entre la violencia y un desabastecimiento infinito, en una pobreza que llena el alma de muchos venezolanos quienes no alcanzan a entender cómo en poco más de 16 años se ha acabado con la esperanza.

La mayoría de las ocasiones uso mis letras para explicar a mi hijo la historia del país donde nació, que está conectado indefectible y entrañablemente a éste donde vive, a su casa, España. Hay fechas en las que se nos mezcla la vida, personas y hechos que deberían estar enmarcados en negritas en el hilo conductor entre ambas tierras. Con mucho más riqueza que pobreza.Pero se sobrepone una realidad que me llega de cerca.

Hablo con "mi gente" y el "no hay" es el común denominador de todas las conversaciones. La angustia se impone ante la imposibilidad de poder paliar la necesidad de un país normal, ese que sabemos que sí existió.

Entre tanto se me hace increíble escuchar y leer en esta España "del siglo XXI" a la izquierda radical hablar sobre un proceso constituyente, y asegurar que Venezuela es un ejemplo de democracia, esa misma izquierda que ahora profesa no serlo tanto.
 

La historia no perdona, y en algún momento pasará factura a tanto "buenismo". Creen que con ello borran de la faz de la tierra los cientos de presos políticos y de conciencia que tiene mi país desde hace más de 16 años, durante ese régimen Castro-Chavista que ha llevado a la miseria esa "tierra de gracia" y a otros países vecinos.

Sobre ello ha escrito recientemente Daniel Lacalle en su blog. Lo hace no sin sorprenderse cómo un país que lo tenía todo para estar entre los mejores del mundo, se encuentra sumido en altos porcentajes de pobreza crítica y un salario mínimo ubicado entre los peores del planeta.

"la pobreza real supera el 55%. Muy por encima del 26% oficial aunque el gobierno se niega a publicar cifras oficiales recientes. El salario mínimo interprofesional es de 29 dólares al mes. Ni un dólar al día. Descontando el impacto de la inflación, que en Venezuela supera ratios de doble dígito, el crecimiento real de Perú, Chile o Brasil en los últimos catorce años es más de tres veces superior al venezolano. Esto en un país que es de los más ricos del mundo en petróleo, que contaba con empresas líderes en sectores de todo tipo, y que ha desaprovechado la época en que disfrutó de unos precios del petróleo que se multiplicaron por diez para despilfarrar, destruir el tejido productivo y encima depender aún más del petróleo, mientras sus dirigentes populistas y los llamados boliburgueses se llevaban miles de millones de dólares."

No puedo entender cómo el mundo ha hecho mutis ante la violación diaria de los Derechos Humanos de millones de personas. Cómo se ha venerado la figura de un traidor que quiso ser "golpista y héroe", frustrado por un sistema que funcionó en su momento.

Cómo olvidan en pocos meses que existen personas que han obtenido réditos del erario público venezolano. Cómo borran de su memoria inmediata la figura de un Monedero quien fue "veedor internacional" en el referédum revocatorio de 2004, el que ha sido estudiado estadísticamente por cómo hacer que los números cambien en horas a "tu favor". Cómo quieren obviar que vivió en el Palacio de Miraflores y fue "asesor" de Hugo Chávez durante más de 10 años, llevando consigo en su mochila particular a otros hoy figuras principales de Podemos, Pablo Iglesias, Carolina Bescansa, Íñigo Errejón y Luis Alegre






Pero recientemente lo que más llama la atención es que se nombra "de puntillas" en los medios de comunicación la relación entre Venezuela e Irán, algo que lleva años ocurriendo en detrimento del pueblo venezolano. Una extraña relación sobre la que Moisés Naim en 2009 evalúa, señalando cómo pueblos diametralmente diferentes, opuestos en muchísimos aspectos mantenían políticamente un objetivo en común.

"Pero los parecidos van más allá de la economía. Si Ahmadinejad apoya a Hezbolá, Chávez apoya a las Farc. Mientras Ahmadinejad intenta controlar Líbano, Chávez lo hace con Bolivia. Ambos sueñan con presidir una potencia regional. Ahmadinejad promete la desaparición del Estado de Israel y la caída del Gran Satán. En Venezuela, donde no se sabía qué era el antisemitismo, ahora se profanan sinagogas y Chávez se queja de que el estrado de Naciones Unidas donde le tocó hablar después de George Bush le huele a azufre satánico. El gobierno venezolano es hoy más hostil hacia Israel que los de Egipto o Libia"

 

Alek Boyd en su artículo "Who is Tareck El Aissami?" (2013) identifica a un personaje que ha tomado rápidamente el liderazgo de un régimen, también nombres y hechos asociados con Él. La lectura se hace aún más interesante si se van abriendo los link que gentilmente Boyd va "dejando" colgados a lo largo de ella, como la ya conocida asociación en Hugo Chávez y la FARC por lo que el llamado NarcoEstado, también mencionado en diferentes post en el blog País Bizarro.

Boyd también señala los datos que un año antes publicaba el Departamento del Tesoro de EEUU sobre Hezbollah, Colombia y Venezuela
.





viernes, 21 de noviembre de 2014

Todo por conseguir el poder


Artículo de colaboración
El siguiente artículo esta presentado por Red de Blogs Comprometidos, un grupo de personas a quienes les preocupa la situación que se está viviendo en la actualidad y lo reflejamos en blogs. También ofrecemos soluciones serias y otras veces críticas.


Hay ocasiones en las que todos los componentes de Somos #Red, nuestro sello en twitter, publicamos algo en común por el interés general que puede representar.

En este artículo, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero estamos seguros de que provocará alguna sonrisa, o algo más...
La Razón diciembre 2014

Si yo fuese infinitamente más amoral que todos los corruptos políticos y financieros que han y están surgiendo a la luz intentaría superarlos a todos; vamos, que los dejaría a la altura del betún: para ello aprovecharía de forma inteligente el descontento popular que inevitablemente surge en épocas de crisis. Como inmoral y oportunista profesional me aprovecharía de la carroña para alimentarme. Haría acto de presencia en aquellos lugares donde se concentrase el descontento, pero no sería uno más: sobresalir es un trabajo de equipo y recibir palos un trabajo para el equipo, que yo quedaría siempre en un discreto segundo plano cuando la cosa se calienta o te pueden calentar. Si fuese un profesor de universidad, por ejemplo, usaría a los alumnos como kleenex y los pondría por delante en las manifestaciones para que recibiesen los palos ellos. Yo y la cúpula me quedaría detrás en la retaguardia y después recogería los réditos: cuanto más hubiese asalvajado a mis alumnos mejor y cuanto más palos hubiesen recibido, mejor. Así podría hasta llegar a presidente de una nación comunista.

Lo segundo sería sacar rédito de forma inteligente a los de Sol y el movimiento 15M. Las hienas nunca roban las presas solas así que me iría haciendo notar poco a poco, pero corriendo los mínimos riesgos posibles: si en una manifa las cosas se pusiesen feas siempre lanzaría a los más tontos y crédulos por delante a pelearse con la policía y puede que ser heridos o detenidos mientras yo permanecería al abrigo de la retaguardia: el mundo sigue siendo de los listos y no voy a cambiar de costumbres, faltaría más. Cuando yo hablase en las asambleas siempre habría sectarios de mi manada que aplaudirían mi discurso hasta con las orejas y poco a poco sobresaldría de la masa hasta convertirme en líder; y para ello al final necesitas teatralizar
en serio algo más . Ya no estoy en Sol ni con alumnos. La cosa pasa a mayores: ahora están los medio pendientes, etc.

Para escenificar necesitas montajes de plataformas, propaganda, escenarios, cámaras..., dinero, en definitiva: mucho dinero. Dinero para material, para aparecer machaconamente de forma triunfalista como un anuncio de la Coca Cola, aplaudiendo a no sé qué. La gente ignorante funcional pensará, si aplauden es que algo estarán haciendo muy bien. Lo pobres ni se dan cuenta de que se trata de autoaplauso vacío de contenido y sentido común..., aplaudir queda bien, después de colocar a tus acólitos estratégicamente y manipular las asambleas con las viejas técnicas; sí, esas que ridiculizan, obvian o simplemente se deshacen de los elementos discordantes. Aplausos garantizados: plas, plas, plas; y las cámaras y micrófonos recogiendo la instantánea después de poner a parir las maldades de los políticos y del sistema. No hay mejor forma de practicar la demagogia que utilizar verdades a medias para colar mentiras enteras. Yo os salvaré porque soy honrado y los míos también: nosotros somos el pueblo ¡Qué digo el pueblo! soy Moisés, soy Jesucristo...

Para conseguir financiación vendería España a una potencia extranjera cuyo sistema político estuviese en las antípodas del que en esos momentos teóricamente predominase aquí. A cambio obtendría financiación para esos medios de comunicación con el compromiso de cumplir futuros pactos inconfesables que beneficiasen al país inversor y a mi persona: chico, si me pagas los medios de comunicación para bombardear a los tontiñoles yo te cuelo esa ideología en Tontilandia y después nos ponemos las botas.

Con los medios de comunicación de masas a mi servicio haría que las noticias de corrupción fuesen el pan nuestro de cada día y me introduciría poco a poco en programas de tertulias políticas. Sabría emplear muy bien el dinero con el que me apoyasen. El pueblo lanar, crédulo y tonto de capirote me seguiría como al nuevo mesías y también le habría calentado la oreja a los antisistema que dominan la calle a sus anchas. Dominando la calle y unos medios es imposible que no me convirtiese en el puto amo. Y siendo mi supuesta ideología de carácter universal prometería abrir fronteras y dar un sueldo fijo a todo el que aterrizase por estas tierras de jauja. Prometería que en mi nuevo edén todos los desesperados podrían disponer de sueldos de ensueño y techo sin trabajar. Para eso pagarían los tontos que me eligiesen, pero ellos no se darían cuenta de ese detalle hasta que fuese demasiado tarde. Prometería la luna y todo lo que quisiesen escuchar, pero sabiendo que llegar hoy a la luna es imposible, tal como están las cosas. Pero tontiñoles son tan infantiloides que les puedo prometer lo más absurdo y se lo creerán como los niños creen en los Reyes Magos. En España vamos a gobernar los ciudadanos por asambleas de barrio. Plas, plas, plas, más aplausos... Aquí mandáis vosotros... plas, plas, plas...

Chicos, eso es democracia de verdad y no la de esos mangantes bipartidistas: nosotros somos la honradez personificada, nosotros somos el pueblo. Luego, claro está, ante semejante manada de crédulos realizaría la transformación del agua en vino y ¡alehop! Ya somos un partido. Chicos, para ganar y acabar con esos corruptos hay que convertirse en un partido como los demás. De ahí a ser el puto amo ya no queda nada.

Luego..., lo que se da no se quita jamás. JAJAJAJAJA (risa tenebrosa, y se cierra el telón). Nunca más volveréis a votar.

Somos #RED


viernes, 2 de noviembre de 2012

¿ Podemos los españoles conseguir eliminar unas autonomías que nos empobrecen ?

COLABORACIÓN DE @FueraAutonomias

Es cierto que esta crisis es global pero también que ha dejado al descubierto nuestras propias vergüenzas como país. Podemos seguir hablando sobre las causas, la burbuja inmobiliaria, los bancos excesivamente volcados en el sector constructor/promotor o las cajas arruinadas por  gestores políticos, incluso sin formación financiera, más preocupados de hacer un aeropuerto innecesario o un rascacielos megalómano como sede de una pequeña caja de ahorros; pero la situación es la que es y mientras otros países ya han salido de la crisis o están empezando a hacerlo, los españoles vemos como en España no se atisba la salida del túnel.

¿Se han preguntado porqué tenemos más paro que Grecia o porqué España tiene el mayor índice de pobreza de toda la Unión Europea? ¿Se han preguntado porqué somos el cuarto país de Europa con más impuestos si nuestro estado del bienestar y los servicios de los que disponemos son bastante más reducidos y sin embargo la Administración sigue teniendo un enorme déficit?   Nuestro principal problema es una administración sobredimensionada, excesivamente burocratizada y sobre todo muy muy costosa. Una administración cuyo excesivo coste repercute negativamente en el ciudadano al suponer mayores impuestos pero menos servicios.  Resulta por tanto paradójico que se siga recortando en lo que necesitamos y no en lo que sobra, en lo que no necesitamos y además nos cuesta muy caro de mantener.

Mientras en cuatro años 350.000 familias han perdido su casa y el paro roza ya los 6 millones de personas, es sorprendente que desde que empezó la crisis hasta finales de 2011, los empleados públicos aumentaran en 350.000, casi todos en las autonomías.  El número de funcionarios en España está por debajo de la media europea y no hay más personal sanitario en los hospitales ni más profesorado en los colegios pues, al contrario, entre 2010 y 2012, en las aulas españolas hay 80.981 alumnos más pero 4.526 profesores menos.  ¿Qué ocurre entonces?

En total, el traspaso de competencias del Estado a las comunidades autónomas ha implicado un traspaso de 821.357 empleados. Sin embargo los asalariados de las autonomías superan ya los 1.740.000 empleados. ¿Dónde están esos 900.000 empleados de más que tienen las autonomías si no hay más médicos ni más profesores? 520.000 son enchufados en las casi 3.000 empresas, agencias o fundaciones autonómicas creadas para colocar a primos, cuñados y demás cohorte de la casta política. Estas son las empresas que no han parado de contratar gente, incluso en plena crisis y mientras se subían impuestos y se recortaban servicios sociales o se despedía personal sanitario o de educación.  El resto, unos 400.000 son el producto de multiplicar por 17 la estructura de gestión. No es cuestión por tanto de mejorar la gestión de las autonomías; es un problema estructural. 

¿Podemos pagar más por haber multiplicado por 17 la administración de la sanidad y que una ambulancia no te lleve a otra comunidad o que para que pueda hacerlo haya que gastar tiempo y sobre todo mucho dinero en convenios entre las 17 autonomías?

¿Es sostenible que cada comunidad tenga un sistema informático incompatible con el resto o que haya que gastarse los impuestos en crear “comisiones” de políticos y expertos para que los ordenadores puedan pasarse el historial médico de un paciente? ¿Tiene sentido que estemos pagando mucho más por gestionar la sanidad en lugar de dedicarlo a tener más hospitales y más personal sanitario o que un hospital de Canarias pida el historial de un paciente catalán, vasco o gallego y como mínimo tenga que buscar, y pagar, un traductor para no cometer un error médico?  Las mismas preguntas surgen si pensamos en la educación, la justicia...


¿Sabías que hay subvenciones a la abeja extremeña o la abeja catalana cuando en toda la península solo hay una única especie de abeja ibérica o que La Rioja tenía una Consejería de Sanidad autonómica, con toda su estructura y cargos, para gestionar un único hospital (ahora tres)?.  Que a pesar de que la Constitución Española dice que la política exterior es competencia exclusiva del Estado, la Junta de Extremadura creó en su día el cargo de asesora en Asuntos Africanos (sueldo 50.918 €)  y que las autonomías se gastan 310 millones de euros al año en “embajadas u oficinas exteriores”, destacando el caso de la ciudad de Sao Paulo donde existen 11 oficinas de autonomías a pesar de haber previamente una del Estado  [1].

Además del innecesario coste, el principal indicador del disparate autonómico es que somos el país que más informes emite y más burocracia genera, 17 mini-estados que dificultan la economía y hacen ingobernable el país.  ¿Tiene alguna lógica, después de tanto hablar del fomento de la economía para salir de la crisis, que un empresario pueda pasar un verdadero infierno burocrático,  con 17 normativas diferentes para todo, si abre un negocio con oficinas en varias autonomías?


¿España federal?

Mientras en Europa y el resto del mundo los países se unen buscando eliminar legislaciones, uniendo monedas, eliminando trabas administrativas y buscando hacer más sostenible y eficiente la administración para facilitar la creación de prosperidad económica y por tanto de empleo... en España nos inventamos las autonomías no sólo para multiplicar el gasto sino además la burocracia, y la ingobernabilidad.  Unas autonomías que nacieron para para integrar al nacionalismo vasco y catalán y teóricamente para acercar la administración al ciudadano pero que en la práctica se han demostrado insostenibles en cuanto se acabaron los generosos pero artificiales ingresos de la burbuja inmobiliaria.

Ahora, cuando la mayoría de los españoles quiere eliminar las autonomías o reducir sus competencias al mínimo, cuando Europa, el FMI... señalan a las autonomías como el principal problema que tiene España para salir de la crisis, muchos partidos (Psoe, IU, UpyD...) se afanan en pedir una España federal y otros como el PP se desviven en defender contra viento y marea la conveniencia del sistema autonómico con declaraciones tan sorprendentes como las de Javier Arenas proclamando que el PP defiende las autonomías todavía más que el PSOE. Otros políticos recurren a la demagogia y al discurso del miedo, pretendiendo asociar la eliminación de las autonomías con una supuesta disminución de las garantías democráticas.  Pero la democracia no depende de cuántos niveles administrativos y burocráticos se tengan (y se paguen) sino de cuestiones menos habituales en los discursos de nuestros políticos, pero muy necesarias, como la separación de poderes y la garantía de independencia de organismos de control como el Banco de España o el Tribunal de Cuentas. No hacen falta autonomías para tener y gestionar hospitales o colegios, pero sí hace falta una justicia totalmente independiente del poder político y sin ningún tribunal elegido por los partidos, sí hacen falta listas abiertas y partidos políticos más “democráticos”.  Aunque esos son temas que parecen no interesar a ninguno de los partidos del arco parlamentario estatal y autonómico, ni por supuesto a su cohorte de enchufados que igual prefieren el sistema actual que favorece la corrupción y el nepotismo. 

Hay muy pocos países federales en el mundo y si miramos su origen, en su mayoría surgieron uniendo territorios independientes para buscar un mayor tamaño y eficiencia. Otros como Australia, se justifican por ser muy muy extensos. Aquí en España, sin embargo, hemos ido contracorriente, dividiendo un país, creando 17 burocracias y multiplicando sin necesidad y lo que es peor, sin control, el gasto de una administración pública excesivamente engordada.  Es curioso que, en todos estos países federales, sus estados tienen menos competencias y menor porcentaje sobre el gasto público total que las autonomías españolas.  Sirvan como ejemplo la comparación entre los landers alemanes que “sólo” administran un 20% del gasto público (y hace pocos años decidieron ceder aún más competencias al Estado alemán) y las autonomías españolas que controlan alrededor del 56% del gasto público total.

En su defensa de las autonomías, algunos proponen adelgazarlas o reducirlas a 6, 5, 4...  Si multiplicar la burocracia y el gasto al dividir la administración se ha demostrado innecesario y sobre todo caro, ¿tiene alguna lógica mantenerlas aunque sea reduciendo su número?.  Sin duda tendrían un menor sobrecoste, pero seguiríamos “tirando” nuestros impuestos en mantener una administración sobredimensionada en lugar de invertirlo en lo que nos interesa.


Administración Local: Diputaciones, Ayuntamientos, entidades comarcales...

Mientras el disparate autonómico nos ha llevado a tener las regiones más “engordadas” del mundo, tenemos sin embargo la administración local con menos competencias y porcentaje de gasto público de toda Europa, si exceptuamos a miniestados como Malta o Luxemburgo.

A diferencia de las autonomías, la administración local es necesaria, aunque también necesita reformas.  Es incomprensible por ejemplo que un alcalde pueda decidir su sueldo o que tengamos más de 8.000 ayuntamientos y centenares de organismos comarcales innecesarios.

Las Diputaciones deben servir exclusivamente para prestar servicios a los municipios que estos no puedan asumir o que sea más eficiente gestionar de forma conjunta: bomberos, basuras, arquitectos, recaudación de impuestos…). Sin embargo, para su cometido, las Diputaciones no necesitan generar normativa ni tampoco tener cargos políticos salvo quizá la presidencia. El resto, incluidos los puestos directivos, deben ser empleados y técnicos por oposición libre.

La situación es tan dramática y tan urgente la necesidad de reducir aún más el déficit para poder reducir impuestos y eliminar los recortes en los servicios sociales básicos, permitiendo así empezar a dejar de empobrecernos y salir de la crisis, que se hace obligatorio adelgazar la Administración.  Pero, al contrario de lo que se ha recortado hasta ahora, lo que hay que eliminar de la administración es lo que sobra, no lo que necesitamos. Hay que repensar la administración, disminuyendo costes innecesarios y buscando la eficiencia para poder dedicar los recursos a lo que verdaderamente nos interesa. Centralizar en el Estado todo lo que sea mejor y/o más barato ser gestionado de forma centralizada.  Con el tiempo parte de esas competencias irán a Bruselas pues, si queremos competir con los países emergentes, no nos queda más que unirnos, disminuir costes y buscar la eficiencia. Y por otro lado pasar a los Aytos y Diputaciones las competencias que se gestionan mejor desde la administración local; reformando profundamente las Diputaciones , suprimiendo entidades comarcales y fusionando ayuntamientos pequeños.


Pero, ¿es posible eliminar las autonomías?

La Constitución Española permite pero no obliga a tener una administración intermedia entre el Estado y la Administración Local. 

Sería interesante analizar cómo han llegado muchas regiones a la autonomía o cómo incluso se obtuvo de forma ilegal en Andalucía. El estatuto de Cataluña de 2006 fue votado por menos de la mitad de los catalanes con derecho a voto (el 51,2% no lo votó). En el referéndum del primer estatuto andaluz, el 20 de octubre de 1981,  la abstención se acercó al 50% por lo que realmente sólo fue votado favorablemente por el 47,8% de los andaluces mientras el 52,2% no lo votó o lo hizo en contra o en blanco.  Peor aún son los datos del referéndum del segundo estatuto andaluz, el de 18 de febrero de 2007, donde  sólo acudió a votar el 36,28% de la población con derecho a voto por lo que el vigente estatuto de autonomía de Andalucía sólo fue votado favorablemente por el 31,05% de los andaluces.  7 de cada 10 andaluces no lo votaron o lo hicieron en contra o en blanco.

La estructura política e institucional de las comunidades autónomas está empobreciendo a los ciudadanos mientras sigue enriqueciendo a una casta política indigna.

En un primer paso, si hubiera voluntad política, se podrían empezar a adelgazar YA las autonomías: eliminación de TODAS las empresas, agencias y fundaciones públicas; eliminación o venta de las televisiones autonómicas; cierre inmediato de “embajadas” autonómicas y devolución inmediata de algunas trasferencias al Estado o los ayuntamientos.

En un segundo paso, habría que convocar referéndum y preguntar al ciudadano si está dispuesto  a seguir manteniendo el innecesario, ineficiente y caro sistema autonómico o prefiere ahorrarse los 86.000 millones anuales [2] que estamos pagando de sobrecoste para mantener las autonomías.

Es obvio que ningún partido va a tirar piedras sobre su propio tejado, sobre el sistema que da de comer a decenas de miles de enchufados en la Administración.  Así que esto sólo puede venir por auténtica exigencia ciudadana. Una sociedad civil activa no puede permitir que los intereses políticos terminen de arruinar a los españoles. Es hora de alejarse de consignas y movimientos partidistas, de sindicatos clasistas que sólo representan sus propios intereses o de medios de comunicación que sólo actúan como altavoces del mensaje de las castas políticas.  Sólo los ciudadanos españoles, de forma tan pacífica y civiliza como decidida y valiente, señalando y denunciando la situación podemos seguir despertando a la sociedad civil hasta que los partidos políticos terminen por tener que admitir la realización de un referéndum sobre las autonomías y las reformas estructurales que necesitamos para garantizar la democracia y evitar que nos vuelva a estafar la casta política en un futuro.

¿Cuántas veces hemos visto casos de corrupción en políticos de PP, PSOE, IU, CIU, PNV... que son defendidos por sus propios partidos o que incluso salen impunes tras recurrir hasta tribunales elegidos por el poder político o porque el delito ha prescrito?. 

Y sin embargo, ¿cuántas veces hemos sentido sana envidia al oír cómo en Reino Unido un ministro dimite por mentir sobre una multa de tráfico o en Alemania hace lo mismo otro ministro por copiar su tesis doctoral?  


El Presidente del Gobierno puede solicitar al Congreso de los Diputados autorización para efectuar un referéndum consultivo sobre el tema de las autonomías. (Ley orgánica 2/1980). El Congreso por mayoría absoluta puede autorizar la convocatoria y el Presidente del Gobierno solicita al rey su convocatoria. (Art.92.2 Constitución Española).   Desde este punto, para la ejecución del Referéndum se aplica el Régimen Electoral General (Ley Orgánica 5/1985).

Si el resultado del referéndum obliga a cambiar la Constitución, debe procederse a aplicar el artículo 167 de la Constitución Española e iniciar el trámite correspondiente.


Una inmensa mayoría de ciudadanos empiezan a señalar con el dedo a las autonomías como el principal problema que tenemos los españoles para poder hacer sostenible la administración y mantener el estado del bienestar.  Es cierto que las castas políticas siguen aferrándose a ellas mientras prefieren seguir recortando servicios y cargando el peso de esta crisis sobre el ciudadano.  Pero, si en Reino Unido o Alemania un ministro se ve obligado a dimitir por una simple multa de tráfico, ¿cuánto tiempo aguantará aquí una casta política indigna (desde la izquierda hasta la derecha pasando por los nacionalistas) sin atajar el cáncer autonómico que nos está arruinando, si la sociedad civil sigue empobreciéndose pero empieza a levantar su voz pacíficamente para señalar con el dedo a la raíz del problema?

[1] Datos del libro “La casta autonómica” de Sandra Mir y Gabriel Cruz.
[2] Datos del Banco de España referidos al año 2011.



Artículos legales relacionados con el tema:
Constitución Española:
Artículo 62.
Corresponde al Rey:
a. Sancionar y promulgar las Leyes.
b. Convocar y disolver las Cortes Generales y convocar elecciones en los términos previstos en la Constitución.
c. Convocar a referéndum en los casos previstos en la Constitución.
d. Proponer el candidato a Presidente del Gobierno, y en su caso, nombrarlo, así como poner fin a sus funciones en los términos previstos en la Constitución.
e. Nombrar y separar a los miembros del Gobierno, a propuesta de su Presidente.
f. Expedir los decretos acordados en el Consejo de Ministros, conferir los empleos civiles y militares y conceder honores y distinciones con arreglo a las Leyes.
g. Ser informado de los asuntos de Estado y presidir, a estos efectos, las sesiones del Consejo de Ministros, cuando lo estime oportuno, a petición del Presidente de Gobierno.
h. El mando supremo de las Fuerzas Armadas.
i. Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la Ley, que no podrá autorizar indultos generales.
j. El Alto Patronazgo de las Reales Academias.

Artículo 92.
1. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos.
2. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados.
3. Una Ley orgánica regulará las condiciones y el procedimiento de las distintas modalidades de referéndum previstas en esta Constitución.

Artículo 167.
1. Los proyectos de reforma constitucional deberán ser aprobados por una mayoría de tres quintos de cada una de las Cámaras. Si no hubiera acuerdo entre ambas, se intentará obtenerlo mediante la creación de una Comisión de composición paritaria de Diputados y Senadores, que presentará un texto que será votado por el Congreso y el Senado.
2. De no lograrse la aprobación mediante el procedimiento del apartado anterior, y siempre que el texto hubiere obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado, el Congreso por mayoría de dos tercios podrá aprobar la reforma.
3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación cuando así lo soliciten, dentro de los quince días siguientes a su aprobación, una décima parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras.
 
Ley Orgánica 2/1980
Artículo 6.
El referéndum consultivo previsto en el artículo 92 de la Constitución requerirá la previa autorización del Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, a solicitud del Presidente del Gobierno. Dicha solicitud deberá contener los términos exactos en que haya de formularse la consulta.



  


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sábado, 1 de septiembre de 2012

ES HORA DE QUE EL PUEBLO DECIDA SOBRE LAS CC.AA.


Actualizado julio 2014
Colaboración de  JOAQUÍN  JAVALOYS

Ya va siendo hora de consultar a los ciudadanos, al pueblo soberano, sobre la necesidad y conveniencia de que haya o no Autonomías territoriales en España. ¡Veamos por qué!
En el año 1977, en el entonces centralista Estado español había 800.000 empleados públicos y menos de 90.000 políticos. Actualmente, en el Estado de las Autonomías hay 3.104.000[i] empleados públicos y unos 350.000-400.000[ii] políticos. La existencia de las Comunidades Autónomas ha hecho necesario multiplicar por cuatro, aproximadamente, el número de políticos y de empleados públicos; quienes, obviamente, viven de los impuestos de todos los ciudadanos. En 2011 las Autonomías han costado 86.333 millones de euros en personal y gastos corrientes. Pero las costosas CC.AA. son también ineficientes, ya que la Sanidad y la Educación, como otros servicios públicos, son más caros administrados por 17 burocracias sanitarias y 17 burocracias educativas que por una sola administración general del Estado.

El altísimo coste del Estado autonómico es el problema central de la actual crisis española, porque hace imposible conseguir un crecimiento económico suficiente para crear puestos de trabajo. 

Nuestro modelo autonómico es ruinoso para el ciudadano; pero, en cambio, es muy provechoso para los partidos políticos predominantes en una comunidad autónoma, nacionalistas o no, para la burocracia creada por la autonomía y, sobre todo, para unas oligarquías caciquiles que, organizadas en grupos de presión, manejan en su territorio los presupuestos públicos a su antojo directamente o por medio de políticos afines instalados en puestos clave. Desde luego, las Autonomías son una fuente de poder y de puestos de trabajo para la casta autonómica y para los militantes de los partidos. Las CC.AA. mantienen legiones de políticos que, en vez de servir al bienestar de la ciudadanía, se dedican a expoliar a los contribuyentes en su propio beneficio.

Las CCAA, que tienen unas competencias que duplican ampliamente las correspondientes a los Estados federales, se han convertido en administraciones cuasiestatales donde los caciques territoriales han colocado a sus familiares y correligionarios, y enchufado a sus amigos. Se estima que existen dos millones de empleados públicos nombrados a dedo en las CCAA. y en los miles de empresas públicas y entes autonómicos creados; lo que contribuye decisivamente al cuantioso volumen de paro existente en España, porque un puesto de empleo público destruye 2,8 puestos en el sector privado.

Además, la existencia de las Autonomías ha producido duplicidades y redundancias en la prestación de servicios públicos, lo que supone un despilfarro anual superior a 40.000 millones de euros.

Desde luego, las CCAA son gigantescas máquinas de gastar el dinero de los contribuyentes; pero en su orgía derrochona gastan también lo que no tienen, endeudándonos a todos -padres, hijos y nietos-, para financiar sus déficits presupuestarios. Según el Banco de España las CCAA tenían a finales de 2011 una deuda de 140.083 millones de euros; pero la realidad es muy superior a esa cifra si se tienen en cuenta también los pasivos en circulación del entramado de sus empresas públicas y sus entes autonómicos, pues el BdE dice que en 2011 ha llegado a ser en total de 191.597 millones de euros.

El Estado de las Autonomías, el maligno cáncer que arruina a España, está en una profunda crisis, dado que el modelo autonómico no es viable por sus altísimos costes y sus exigencias financieras, a pesar de su escasa eficiencia en la prestación de servicios al ciudadano. El mito de las ventajas de las Autonomías para los ciudadanos se ha venido abajo.

Por supuesto, el Estado autonómico es política y financieramente insostenible, sobre todo cuando existe crisis económica generalizada. Por el costosísimo y superendeudado Estado de las Autonomías nos estamos convirtiendo en el Estado de los recortes económicos y sociales, destruyendo el Estado del Bienestar y acercándonos cada vez más a la insolvencia tanto estatal como de las CC.AA. ¡En España no hay recursos suficientes para mantener las costosas CCAA!. La enfermedad que aqueja al Estado de las Autonomías es terminal, porque su bancarrota parece inevitable. Pero ¿quién podrá rescatar a las CC.AA.?, porque el Estado español se ha convertido ya en residual y está arruinado. ¡Nadie!. ¡El suicidio de las CC.AA. se está consumando!.

Europa y los mercados financieros nos obligarán a elegir entre el mantenimiento de nuestras ruinosas Autonomías o nuestra pertenencia a la desarrollada Europa del euro. La desaparición del Estado autonómico llegará a ser inevitable, por una mera cuestión de supervivencia. Esa será la consecuencia de que los políticos, con el enorme endeudamiento suicida de sus CC.AA., se hayan comido vorazmente su “gallina de los huevos de oro”: las Autonomías territoriales. Entonces, gracias a los compromisos con la Europa del euro, terminarán por desaparecer. ¡Estamos ya en el principio del fin de las Autonomías, en su ocaso!.

Desde el punto de vista económico-social las Autonomías han sido un fracaso. También lo han sido políticamente porque su establecimiento se hizo para neutralizar los nacionalismos vasco y catalán; sin embargo, actualmente esos nacionalismos se han radicalizado y se han convertido en independentistas pues el Gobierno autónomico de sus territorios les facilita los recursos suficientes para gastos identitarios y para  fomentar un independentismo mayor del que nunca existió anteriormente.

Menos mal que existen salidas del laberinto autonómico. Todavía estamos a tiempo de salir voluntariamente de ese laberinto, antes de que Europa tenga que rescatarnos traumáticamente. La supresión de las CCAA evitará un despilfarro anual de más de 120.000 millones de euros, lo que equivale al 12 % del Producto Interior Bruto.
Pero lo malo es que la casta política (grandes partidos y nacionalistas) se oponen encarnizadamente a desmontar esa mastodóntica estructura política y económica que han establecido en su propio beneficio, aunque sea perjudicial para el 90 % de los españoles. La Partitocracía se niega a reformar sustancialmente las Autonomías, a devolver muchas competencias al Estado y, mucho más todavía, a eliminar las CCAA, porque son su coto de caza, pesca y caciqueo.

Entonces, como la soberanía popular reside en los ciudadanos –aunque quiera monopolizarla la casta política- el pueblo va a tener que pronunciarse ya para decidir lo que se hace con las Autonomías, eligiendo una de estas tres posibilidades: 1) mantenerlas tal como están; 2) reformarlas profundamente devolviendo la mayor parte de sus competencias al Estado y limitando su techo de gasto, su autonomía financiera y su déficit presupuestario en los mismos términos que el Estado español se comprometa con la Europa del euro; y 3) eliminar completamente las Autonomías para que España pueda salir de la crisis y para que todos los españoles seamos iguales ante la Ley y tengamos un mismo nivel de prestación de servicios sociales.

Por lo tanto, es preciso hacer ahora una consulta a los ciudadanos españoles para que elijan una de esas tres opciones. Posteriormente, para revalidar la opción elegida por el pueblo sería necesario que el Gobierno español y los grandes partidos políticos asumiesen el resultado de la consulta o que, alternativamente, hiciesen aprobar por el Congreso de los Diputados la convocatoria de un Referéndum popular en los términos previstos en la Constitución. Si el resultado del Referéndum fuese la eliminación de las Autonomías sería entonces necesaria la disolución de las Cortes y la modificación de la propia Constitución para eliminar el vigente derecho territorial a la autonomía política.

Por supuesto, si los grandes partidos políticos no quisieran instrumentar y llevar a cabo la opción elegida por el pueblo sobre las Autonomías, entonces podría haber una grave confrontación de la ciudadanía contra la dictadura de la Partitocracia, que se concretaría en las acciones pertinentes.

En la consulta popular que te proponemos ahora es necesario que participemos la mayoría de los ciudadanos para presionar suficientemente a los partidos políticos. ¡¡¡UNE TU VOZ A LA DE LOS MILES DE ESPAÑOLES QUE ESTAMOS DISPUESTOS A EMBRIDAR, REFORMAR O ELIMINAR LAS RUINOSAS AUTONOMÍAS!!!.

 JOAQUÍN  JAVALOYS