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jueves, 12 de diciembre de 2013

¿Estados federados en España? No saben de lo que hablan


No hace falta mucha revisión, sino constatar primero cómo se desarrolló y después acabó todo para afirmar que los nostálgicos republicanos deberían cambiarse el nombre. No son republicanos: son comunistas, bolcheviques, neofascistas o neo lo que sea: cualquier cosa menos republicanos. En primer lugar, por el hecho de no querer tener a un rey nadie puede hacerse llamar republicano. Ser republicano es desconfiar sistemáticamente del poder, y eso es lo que menos les preocupa. Quizá podríamos llamarlos antimonárquicos o algo así: ¡vamos!, que no quieren tener rey; pero después serían incapaces de ponerse de acuerdo, como ya les pasó una vez y liaron la que liaron. Desde luego, muchos de ellos sueñan con un estado totalitario a la vieja usanza de la URSS como modelo; de aquellos estados totalitarios bien puestos como el de Lennin o puede que como el de los Cameres Rojos o el de Mao. Nadie lo sabe...; todo lo contrario que un republicano de verdad, que ante todo lleva en su ADN la desconfianza hacia el poder: eso significa ser republicano. Un republicano podría hasta aceptar a un rey, pero lo que jamás soportaría y siempre abominaría es de un estado totalitario, aunque estuviese disfrazado de democracia republicana. A.G. Trevijano con muy buen entender acuñó el término de repúblico, para distinguirlos de los republicanos: simples reaccionarios que anhelan volver a fracasar como ya hicieron en una ocasión.

La diferencia entre republicano y repúblico es un ejemplo del problema no resuelto del lenguaje político: desde el s XVII se han volcado en nuestras realidades de organización social tantos conceptos y situaciones que ni siquiera tenemos nombre para cada uno de ellos. Si el tema es ya complejo per se, imaginad cómo se distorsiona la situación si carecemos de nombres para designar toda esa maraña de nuevas realidades sociales. Es la babelización (1) del lenguaje político lo que hace tan difícil ponerse de acuerdo; más teniendo en cuenta que se traducen en pasiones y codicia. Podemos considerar que desde que Maquiavelo escribió el Príncipe, pasando por su discípulo Hobbes (aunque no fueron coetáneos); que es quien acuñó el lenguaje político utilizado hasta ahora, pocos vocablos se han añadido y sí mucho han evolucionado los conceptos desde el S XVIII. En efecto, desde Hobbes ha llovido y mucho en el desarrollo y en el cómo las sociedades se han organizado.

Cuando escucho a esos señores tertulianos y políticos televisivos, que en mi opinión tanto daño están haciendo a causa de su ignorancia en ciencia política, se me ponen los pelos como escarpias: no solo desconocen de qué están hablando, sino que como en la torre de Babel tampoco se ponen de acuerdo en los nombres con los que deberían designar a las cosas en sus acaloradas discusiones: no saben de lo que hablan ni se ponen de acuerdo en los vocablos; eso que para Hobbes era tan importante: dar un nombre apropiado a cada cosa... Como para entenderse entre ellos, y sacar agua clara.

Y aquel espectador o escuchante que no tenga idea de ciencia política porque sea médico o fontanero y está obligado a saber ciencia política creerá en lo que dicen porque afirman sus disparates con el mismo dogmatismo, certeza y seguridad que un obispo sobre el púlpito. Y seamos serios señores..., el obispo nos está hablando de asuntos trascendentes de moral o fe; sabe de lo que habla, pero los tertulianos dedicados a hablar de política deberían estudiar un poco de ciencia política por lo menos y eso implica también conocer el propio idioma: el español (no el castellano).

No solo desconocen el idioma y los conocimientos básicos y elementales de filosofía política sino que todavía no se han enterado de que moral y política fueron separadas desde los tiempos de Maquiavelo, y al carecer de argumentos solidos optan por el dogmatismo como defensa. Al ir saltando de dogma en dogma y de descalificación en calificación, tales como eres un fascista (aunque no sepan qué significa), etc; atender al espectáculo grotesco de tanta ignorancia resulta una ejercicio de desinformación concentrada. Y estos tertulianos y políticos se atreven a contarnos unas tonterías con una seguridad que espanta: que si hace falta una reforma de la constitución para ir con listas abiertas y conseguir más democracia, que si en la reforma hay que obligar a los partidos a tener democracia interna, que si una España federal asimétrica... el desvarío más impresionante y variopinto señores:



No solo se demuestra matemáticamente que las listas abiertas son un fiasco, sino que con un mínimo de sentido común cualquiera puede ver que el verdadero poder consiste en confeccionar la lista... Ya no hacen falta ni matemáticas: common sense nada más. Y otra en la frente, ¿qué quiere decir "más democrático"? Si se refiriesen a más separación de poderes, aún; pero esto ni se lo plantean...

Ignoran que la democracia no es juego político sino normas: una normativa para relacionar y separar poderes dando representación al ciudadano desde el origen: que vendría a resultar como cuando damos poderes a alguien ante notario para estar presente por nosotros en un acto civil (herencia, etc...)

Se lían con lo más elemental: confunde el partido de fútbol con el reglamento del juego. La democracia se refiere al reglamento y la política al partido de fútbol, al juego. 

En cuanto a que un partido político sea democrático o no por dentro es algo que a los ciudadanos nos da igual... Lo que interesante es la democracia fuera del partido; y que ese partido no pertenezca al Estado sino a la sociedad civil: que esté presente en la Cámara por nosotros, los ciudadanos; y no simplemente obedeciendo a su jefe de partido.

Pero ya, lo que suena a chunga  total es cuando algún iluminado dice que hay que montar un estado federal asimétrico en España; y se queda tan campante el muy ignorante.

¿Cómo se puede desconocer el ABC más elemental  cuando se supone que eres un experto en política? Las federaciones se montan cuando unos estados están separados y entonces acuerdan juntarse por motivos que suelen ser económicos y de defensa. 

¿Que quieren hacer con España estos locos inconscientes? ¿Puede que separar primero todas las Comunidades Autónomas o las regiones en estados totalmente independientes como Francia, Inglaterra, etc., y después juntarlos en una federación? ¿Quien asegura que la recomposición de naciones independientes formasen una España como antes y que dos regiones se junten por un lado y otras cuantas por otro? Y lo de asimétrico ya es un dislate tal, que no creo que ni ellos sepan por qué le han puesto ese nombre.

Otro problema de babelización ¿Es que no se dan cuenta que federar España sería como romper un jarrón estrellándolo contra el suelo para ponerse después juntar las piezas con pegamento Imedio: si España es una nación mucho antes que Francia, Italia y muchas otras de abolengo, la quieren romper en trozos para después juntarlas, o qué; ¿en manos de que clase de "expertos insensatos" estamos?

Yo creo que como muchos se perdían las clases preparando y haciendo huelgas contra Franco, no estudiaron nada, se metieron en política por carecer de oficio ni beneficio y así nos va. Increíble cómo aguantó Franco, sin tan siquiera enterarse, de que tenía a tanta gente luchando a brazo partido en contra suya...

PD 
Queda también la posibilidad de que sí sepan de qué va el rollo y que su objetivo sea mucho más siniestro: blindar la canallada de las Comunidades Autónomas para poder corromperse con el engendro ya a tutiplen enrocados en sus reinos completamente blindados. Pero, ¿tan sinvergüenzas son? ¿Y nosotros? ¿Tan tontos...?
Vicente Jiménez

(1) De acuerdo con la Biblia, después del diluvio los hombres tenían un idioma común y con su orgullo quisieron construir una torre (la torre de Babel) que llegase hasta el cielo para ser como Dios; y Dios, para evitar el éxito de la edificación los castigó e hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes idiomas. Algo parecido a la burbuja  inmoviliaria: los hombres se vieron obligados a dejar la obra, no pudieron entenderse, se pelearon; y al final se dispersaron por toda la Tierra. De ahí en lingüística se utiliza el término babelización.

lunes, 25 de noviembre de 2013

La paradoja de las listas electorales abiertas


Romper una paradoja es el colmo. Algo peor que sacarse cartas de la manga...es no tener reglas, las pocas que hay inventárselas y ni siquiera cumplir con esas reglas.
Las elecciones son la democracia en acción. La gente va a las urnas a expresar sus preferencias, y de alguna manera hay que agregar las preferencias de muchas personas para tomar una decisión conjunta. Así, la elección del método de votación es crucial ¿Existe un método de votación ideal?


Pues bien, las decisiones que se toman en democracia no siempre reflejan el deseo de cada individuo, ya que el resultado final de la votación depende ineludiblemente del sistema de votación. Por lo tanto, no existe ningún sistema de votación y recuento que sea perfecto. Siempre habrá un sistema que beneficie a un grupo más que a otro, y viceversa.


En el próximo apunte vamos a probar que quien escoge la forma de votación controla los resultados de la misma, y por eso es tan importante para la sociedad civil la tesis de que a nosotros nos conviene más el sistema de doble vuelta, y plantearemos la inutilidad de las listas abiertas.


No existe el sistema perfecto que consiga que lo que quieren todos los votantes se refleje en el resultado de la votación, y todos los sistemas de recuento fallan en algo. Puede sonar a fiasco, pero la democracia no es perfecta, pero hasta ahora no se ha encontrado un mejor sistema políticoi
Para demostrar que la forma de recuento, sea la que sea, es imperfecta utilizaremos un juego de lógica que nos lleva a la llamada la paradoja de Concordet.
Paradoja de Concordet
Cuando se elige entre dos candidatos no hay problema: el que tiene la mayoría de votos gana. En el caso de tres o más candidatos la cosa se complica y la respuesta es menos obvia.

Matemáticamente podemos formalizar la cuestión de esta manera: Concordet llama “función de elección social” a la función que a partir de una lista de candidatos clasificados por orden de preferencia escoge una sola alternativa: el "ganador" de las elecciones. Entonces la pregunta es: ¿ podemos hallar una "buena" función de elección social que represente de forma real " la voluntad del pueblo" ?

Considere la siguiente situación con 3 electores y 3 candidatos :


A prefiere a B lo expresaremos A>B (no A mayor que B)

Orden preferencia votante 1  A > B > C

Orden preferencia votante 2  B > C > A
Orden preferencia votante 3  C > A > B

Y aquí viene la paradoja: no importa quién esté seleccionado como elección social (ganador) en esta lista de 3 candidatos, ya que 2 /3 de los votantes no estarán conformes con el resultado. Eso implica que el grupo de los dos candidatos perdedores preferirá a otro candidato distinto al elegido por la función de la elección social.
Por ejemplo, si A es elegido como el ganador entonces los votantes 2 y 3 preferirán C (lo que tienen en común en primer lugar)  C > A, así que C sería el ganador; y esa es la paradoja porque A ya había ganado.

Este puede ser un buen punto de partida para reflexionan sobre el papel de terceros
partidos en la política, y la conveniencia de la doble vuelta y que sean 2 los que al final compitan por la presidencia o el cargo de diputado: además de garantizar la representación es lo más honesto y el sistema que garantiza la democracia formal. El elegido ya automáticamente representa a todos: hay representatividad democrática; y es por lo tanto lo que le conviene a la sociedad civil. También plantea la cuestión de si lo de los repartos proporcionales son un pretexto para repartir cargosii.
Paradoja de Arrowiii

La paradoja de Arrow establece que no es posible diseñar reglas para la toma de decisiones sociales o políticas que obedezcan a un cierto conjunto de criterios "razonables".
Veamos lo de “razonable”:
  1. (ND) No hay dictadores: el resultado no siempre debe ser idéntico a la clasificación de una persona en particular. En otras palabras, puede ocurrir que te quedes con las ganas de que salga tu opción preferida porque si no serías como un dictador que impones tu deseo al de los demás.
    Ahora conviene entrar en el concepto de pareto, que simplemente es una distribución de frecuencias. Ver diagrama de Pareto: está muy bien explicado, y si se quiere información adicional acudir a este enlace.
    Vamos a considerar que El símbolo > significa “prefiere a...” ejemplo A > B se traduce en “prefiero A a B”
  2. ( PE) Pareto Eficiencia: si cada votante prefiere el candidato A al candidato B, entonces el resultado debe clasificar al candidato A por encima del candidato B.
    A>B
  3. (IAI) Independencia de alternativas irrelevantes: la clasificación relativa de los resultados de los candidatos A y B no deben cambiar si los votantes cambian la clasificación de otros candidatos, pero no cambian su respectiva clasificación de A y B.
    Es decir, si los votantes mantienen A>B no importa lo que los votantes hagan con todos los que vayan detrás de esos dos primeros. O de otra forma: consideraremos nada más que a los dos primeros.
A Autonomías No
B Autonomía Sí
C Quitar competencias
Los votantes clasifican todas las opciones por su orden de preferencia, y de acuerdo a esas preferencias el método produce un resultado: una lista que va de la opción que te gusta más a la que te gusta menos. Se trata de ver cómo podemos jugar con todas las listas para llegar a una lista final “ideal” que represente la "voluntad del pueblo conjunta".
Pero el Teorema de Arrow dice: Para las elecciones con 3 o más candidatos (en nuestro caso, tres opciones en la consulta), no hay una función de bienestar social que satisfaga ND, PE, y IAI; y si la hubiese necesariamente debería ser un dictador (da igual las preferencias de los demás, sale por decreto la que quiere B, por ejemplo)
Supongamos que:


Caso 1 CCAA No 45 votos A > B > C
Caso 2 CCAA Sí   40 votos B > C > A
Caso 3 CCAA Regular transferencias 30 votos C > A > B
Directamente vemos que el ganador es A, ya que tiene la mayoría simple con 45 votos.
Pero es que aplicando a Concordet nos quedan 70 votos y 70 votos no quieren quitar las CCAA, con lo cual se da la paradoja: ¿nos quedamos con los 45 o con los 70...pero es que los de los 45 han ganado y los de los 70 salen muy cabreados porque suman más que A
Aplicad esto a nuestro sistema listas abiertas o cerradas. Además, ¿qué sistema seguirían con las listas abiertas? Si fuese el de mayoría simple se daría la paradoja de Arrow...y eso con tres candidatos. No quiero imaginar con una lista de 45 candidatos.
Por lo tanto, la solución a Arrow y Concordet es la doble vuelta, la que tienen en Francia.
Después de esto espero que, como yo, os quedéis a cuadros cuando os hablen de listas abiertas como solución a la democracia. Ninguna lista tiene representatividad, ya que todas plantéan una paradoja. 

Los políticos de los partidos que surgen nuevos deberían defender la doble vuelta, entre otras cosas, si de verdad quieren cambiar las cosas.
Vicente Jiménez


Notas
i Entendiendo básicamente donde se equilibren el poder y la sociedad civil a través de unos representantes y exista una división tajante entre el poder ejecutivo y legislativo.
iiLa matemática detrás del hecho : El estudio de las funciones de elección social y otras cuestiones conexas se llama la teoría de la elección social, un subcampo de la teoría de juegos.
iii Kenneth Arrow fue premio Nobel de Economía en 1972, junto con el británico Sir John R. Hicks, por sus teorías sobre el equilibrio general económico y el bienestar.

Bibliografía

Wilkipedia http://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_Arrow>
Su, Francis E., et al. "Arrow's Impossibility Theorem." Math Fun Facts. http://www.math.hmc.edu/funfacts>

Mud Math Fun FactsArrow's Impossibility Theorem”

Rodriguez Uria, MªVictoria y Hernández Elena, Consuelo. Elección Social y Teorema de Arrorw> Elección Social Teorema de Arrow . - Facultad de Economía y … formato pdf
...7...
Curiosidades http://www.matifutbol.com/es/guante.html

domingo, 8 de septiembre de 2013

La democracia clara y el chocolate espeso


Voy a contaros una pequeña historia: en cierta ocasión fui testigo de cómo una pregunta conveniente y hábilmente planteada consiguió que barbudos y progres melenudos - uniforme oficial de la progresía de aquella época- eternamente armados con pancartas de “Yankees go home” y “fuera bases americanas”, junto a toda la izquierda más rancia en pleno, votase un sí rotundo a la OTAN cuando Alfonso Guerra, vicepresidente del entonces gobierno socialista, hizo campaña a favor y tuvo la genialidad de redactar la pregunta de forma que le votasen que sí. Pese a este hecho puntual, hoy nadie puede demostrar quién será el próximo presidente de España, como no sea echando las cartas o por artes adivinatorias. Quien crea en ellas, crea también que las ciencias políticas existen.

Podemos tomar como ejemplo de teoría bien establecida la evolución biológica, ya que generaciones de biólogos la han probado y ha pasado por el tamiz de innumerables observaciones. Las teorías beben de observaciones directas. No obstante, ninguna teoría puede ser considerada como una verdad absoluta o la última verdad, ya que pueden darse nuevas observaciones que deshagan esa teoría en favor de otra nueva o simplemente la pulverice. Una sola observación que contradiga la teoría ya es más que suficiente para derrumbarla.


Veamos qué pasa si extraemos con valentía observaciones directas del método de elección de los presidentes de gobierno de nuestra nación para establecer si la hipótesis que nos han dado durante cuarenta años de que vivimos en democracia, casi ya un principio de tanto repetirlo, pasa un análisis serio e inteligente. No olvidemos que la diferencia entre una teoría y un principio es que las teorías pueden cambiar, pero una vez establecido un principio es tan solido que no cambiará nunca.


Unos diputados son los que escogen al presidente de la nación española; de tal suerte, que el reparto proporcional dan una potencia de voto a unos partidos bisagra representantes de minorías y cuyo objetivo final es nuestra destrucción como nación: si descuartizan España ésta desaparece como nación. Y es a partir de la deslealtad del aspirante a presidente, que es nombrado como tal gracias al pacto con los secesionistas, la forma en que se nombra en ciertas ocasiones al presidente de la nación española.


Bien, ya tenemos un motivo que contradice la hipótesis de que los españoles vivimos en democracia porque, desde luego, a la totalidad de la ciudadanía española no nos preguntan nada de eso del "derecho a decidir". Desde el punto de vista científico, la hipótesis que nos han vendido por la cual vivimos en democracia ha volado dinamitada por los aires: aquí las prebendas y derechos son para las minorías mimadas. Y los trozos de cualquier estructura democrática siguen volando con el impulso dado por la Ley d'Hont antes de llegar al punto máximo de altura, pararse en el aire en un punto infinitesimal y volver cayendo atraídos por la ley de gravedad ejercida por consensos: ojalá cayeran por la gravedad de la Ley.


Para empeorar las cosas, esos diputados no los nombra el pueblo, no. Esos diputados los nombra el mismo futuro presidente sometido a los secesionistas porque lo importante es el poder: sea al precio que sea. Es él quien confecciona las listas y el orden en el cual aparecen los aspirantes a diputados. Así, si estás en los primeros puestos de la lista tus opciones de sumarte a las prebendas de la casta política son mayores desde el momento en que entras en la ruleta de la suerte. Si estás de los últimos de la lista... ya sabes: hay que hacer la pelota un poco más... digo: méritos una temporada más. Si alguien duda sobre la obediencia ciega al jefe, salga o no elegido como presidente, que siga viviendo en la felicidad de su ignorancia: “Mira que te quito o te muevo de la lista... o simplemente te hago desaparecer de la lista”. He ahí la cuestión.


A todo esto, los ciudadanos un día cada cuatro años se convierten en funcionarios y te pueden elegir. Es indiscutible que los ciudadanos somos funcionarios el día de las elecciones, ya sea el que sea el partido al que votes éste estará incrustado en el Estado, será pagado por el estado y puede que llegue a legislar: ¡Viva la separación de poderes!


Un observador extranjero que entienda bien el idioma español y lea nuestros periódicos debe quedar estupefacto ante otros hechos incluso más evidentes todavía: el gobierno, por ejemplo, debería tener totalmente prohibida la entrada en el Congreso de los Diputados. Puedo imaginar a nuestro patidifuso observador extranjero preguntándose: -¿Qué hace una bancada de gobierno tras otra, sea del color que sea, legislando?-
La bancadas de colores son ya una traición a las normas de la separación de poderes de la democracia. Los colores para los caramelos. Las bancadas de colores son la prueba palpable de que los partidos forman parte del Estado.

Menos mal que tenemos algún jefe o jefa de partido por ahí que dice que cambiará el sistema de listas cerradas:

- Amigo – dice - la solución está en las listas abiertas. Yo cambiaré el sistema electoral. Votadme y la democracia está servida. -

Pobres ilusos quienes crean que las listas abiertas significan algún cambio sobre el sistema de listas cerradas. ¿Es que no estarás votando a alguien dentro de un partido perteneciente a una bancada que legisla y sigue formando parte del Estado? Seguiremos votando al partido y no a la persona:

- Yo a ti te voto porque te presentas por el PP, o porque eres del PSOE o de CiU o del PC o de IU, o del que sea. Sin el partido y lo que mande tu jefe no vales nada. Te debes al partido y a su disciplina de voto - eufemismo de dictadura. ¿Es que no lo veis? Casi estamos insultando a ese pobre hombre.

El nombre elegible en listas abiertas tiene el mismo compromiso con el partido que el que aparece en las listas cerradas. Otra cosa sería que eligieses a una persona de tu distrito electoral con mandato imperativo. Es decir, obligado a hacer lo que tú le mandas, no le que le manda un partido.


Y lo triste, lo verdaderamente deplorable es que en las redes sociales han introducido voces defendiendo el gran logro que representarían las listas abiertas y mucha gente de buena fe se lo cree. Las listas abiertas que empiezan a asomar tímidamente en los medios de comunicación, como el invento del siglo, como la gran reforma en nuestra constitución para alcanzar más cotas de democracia garantizarán un siglo más de dictadura. Llevamos 40+40 años donde el gobierno propone las leyes y le imprime carácter coercitivo cuando las publica en el Boletín Oficial del Estado. Me parece bien como dictadura mediante oligarquías de partido, pero no como democracia. En democracia ningún  gobierno puede legislar: así de simple. Cuando queramos democracia el gobierno no podrá ni entrar en el Congreso para nada, o solo lo hará excepcionalmente como invitado. Cuando queramos democracia el gobierno no podrá legislar. Cuando queramos democracia el gobierno no podrá imprimir ningún boletín de leyes. Ese día los poderes legislativos y ejecutivos estarán completamente separados tal como nos indicó Montesquieu.


Con las razones expuestas, no es que hayamos dinamitado la idea de que en España haya democracia: es que le hemos aplicado una carga termonuclear. Una sola... una sola razón es suficiente para destruir una hipótesis y desecharla para siempre. Calculen Vds.

Vicente Jiménez