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miércoles, 19 de febrero de 2014

¿ Fue Rousseau el gran enemigo del liberalismo ?


"Semejante a la estatua de Glauco que el tiempo, la mar y las tormentas habían desfigurado de tal manera que se parecía menos a un dios que a una bestia feroz, el alma humana, alterada en el seno de la sociedad por mil causas constantemente renacientes, por la adquisición de una multitud de conocimientos y de errores, por los cambios ocurridos en la constitución de los cuerpos y por el choque continuo de las pasiones, ha cambiado por así decir, de apariencia hasta el punto de ser casi irreconocible..." Jean-Jacques Rousseau, ciudadano de Ginebra
Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres
Primera página de la edición original en francés de El contrato social. Fuente Wilkipedia

Pensar en Rousseau como el gran enemigo del liberalismo promulgado por Locke sería un planteamiento bastante miope por nuestra parte: hay que tener en cuenta que Rousseau vivió en las postrimerías de “l'ancien régime”, es decir, antes de que tuviese lugar la “Revolución Francesa”; si bien es cierto que participó activamente del periodo intelectual donde fueron germinando las ideas que se intentarían aplicar durante la Revolución Francesa una década después de su muerte. Teniendo en cuenta ese factor histórico, Rousseau no se pudo plantear ser enemigo del liberalismo, tal como se le ha querido etiquetar ya que no pudo criticar algo que todavía no existía. Cuando Rousseau publicó en 1755, firmando como ciudadano de Ginebra (Suiza) su Segundo Tratado, al que llamó Tratado del origen de las desigualdades, contribuyo intelectualmente a respaldar lo que habría de venir durante la Revolución Francesa, que tendría lugar una década después de su muerte. Pero no solo en ese periodo histórico ejercería su influencia, ya que Marx también sería un ávido lector e intérprete de los tratados de Rousseau. Quizá por ambos motivos se le haya etiquetado, equivocadamente, como a un acérrimo crítico de Locke y del liberalismo, y por ende se le ha relacionado con el marxismo.

La genialidad de Rousseau fue prever los males que habrían de venir con el mismo método que ideó para interpretar la historia: igual que un Sherlock Holmes utiliza la deducción y el conocimiento de la naturaleza humana (predecesor de Sigmund Freud) para realizar una retrospección inteligentísima hasta dar con el principio histórico del hombre y colocarlo libre casi en un estado animal en plena naturaleza. Sin fijarse en los hechos sino mediante conjeturas basadas en ese conocimiento de la naturaleza humana tira del hilo y deja fascinado al lector por el argumento filosófico utilizado en su ensayo del “Principio de la Desigualdad”

Voltaire diría “nunca se utilizó tanta inteligencia en animalizar al hombre” pero es que Rousseau casi podría haber realizado la introducción del “Origen de las Especies” de Darwin.

Igual que Hobbes o Locke, aunque cada uno bajo una perspectiva distinta, Rousseau no deja de soñar con ese origen utópico, con ese paraíso perdido donde no existe la propiedad y todo está a mano para su uso y disfrute. Pero para los tres el paraíso se pierde como para Milton y cada uno de ellos proyecta la manzana de Evai [aquel fenómeno que rompe el estado ideal paradisíaco] bajo perspectivas distintas. Para Hobbes la manzana de Eva es el peligro del estado de guerra el que obliga a socializarnos hasta llegar al cargo (no la persona) de un soberano absoluto con las cualidades perfectas para gobernar, para Locke la manzana de Eva se crea en el momento que por el trabajo se acumula la propiedad y hay que defender esa propiedad. Para Rousseau la manzana de Eva la constituye la sociedad que “corrompe al hombre” y por lo tanto hay que llegar a un acuerdo: un contrato social para no acabar todos a palos o cargados de cadenas.

En su famosa apertura del Contrato Social: “El hombre nace libre, pero por todas partes está cargado de cadenas...”, y en su evocación directa a la severa ética espartana y romana, junto a la esperanza en la capacidad colectiva del hombre de llegar a un contrato social legitimador y fuente de la soberanía pone Rousseau sus esperanzas para el hombre y allana el camino de los movimientos revolucionarios de siglo XVIII hasta nuestros días.


Notas

iPara las víctimas de la LOGSE a quienes se les haya negado la oportunidad aprender religión (nada tiene que ver con clases de fe religiosa – es simplemente por cultura) daremos las siguientes pistas sobre el mito de Adán y Eva y se pueda relacionar con el artículo:


En el Capítulo I del Génesis Dios coloca al hombre en el paraíso (El Estado de la Naturaleza de Hobbes, Locke y Rousseau)

26. Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y

manden en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas

las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que serpean por la tierra.

29. Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento.

30. Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento». Y así fue.


En el Capítulo III empiezan los problemas y llegan al punto de no retorno

1. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?»

2. Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.

3. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte».

4. Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.

5. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal».

6. Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió.

7. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.

En el Capítulo III las consecuencias

22. Y dijo Yahveh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal! Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre».

23. Y le echó Yahveh Dios del jardín de Edén, para que labrase el suelo de donde habiá sido tomado.
24. Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida.


BIBLIOGRAFÍA
 II Tratado, John Locke Alianza Editorial, Material exclusivamente con fines didácticos.
 Leviathan, Thomas Hobbes of Malmesbury, McMaster University Archive of the History of Economic Thought
Biblia, Antiguo Testamento Génesis formato pdf
Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, Jean-Jacques Rousseau, Traducción P. Artega








martes, 5 de noviembre de 2013

Directos hacia el liberalismo: John Locke


"Men living together according to reason, without a common superior on earth, with authority to judge between them, is properly the state of nature." John Locke (1632-1704)

“Todos los hombres guiados tan solo por la razón, sin nada superior a ellos en la tierra, sin autoridad para que se juzguen a unos y otros, es a lo que podemos llamar estado de la naturaleza”

The Estate of Nature o “Estado de la Naturaleza” - una idea común utilizada en los albores de la ciencia política moderna desde mediados del S XVII, donde se parte de un supuesto teórico: cómo sería el hombre en su estado natural si lo extrajésemos de la sociedad, fuera de la familia y sin el deber de subordinación a ninguna autoridad ni propiedad. Ese estado de la naturaleza primigenia deja al hombre solo ante los otros hombres, y se parte de un estado de igualdad ya que la naturaleza no pertenece a nadie: nadie puede apropiarse de un río o una montaña. Cómo se desarrolla ese hombre hasta llegar a las sociedades complejas y cuáles serían las posibilidades teóricas de relación desde que el primer hombre se encuentra con otro hombre, y cómo se monta el entramado de relaciones entre iguales hasta llegar a los distintos tipos de sociedades complejas desiguales es lo que en general se plantearon filósofos como Hobbes, Locke y Rousseau. Estamos en la época donde empezaron a desarrollarse también las ciencias modernas, y toda ciencia necesita de una unidad desde donde montar toda su estructura. Pues bien, esa abstracción del hombre aislado (mito de Adán en el judeo-cristianismo) constituye la unidad desde donde los distintos filósofos-científicos montaron también sus modelos para explicar ese salto desde el Estado de la Naturaleza donde primaría la igualdad de una ideal dorado hasta llegar a las injusticias y desigualdades sociales. El gran salto fue el plantearse cómo corregir las desigualdades que se daban en sus propias sociedades y encontrar la génesis de este problema no en sus propios países sino también en otras épocas históricas anteriores como Grecia, Roma, Edad Media..

Así ya vimos como Hobbes llega a la conclusión de que el hombre es libre por naturaleza y solo mediante un contrato social realiza un pacto para evitar males mayores: la guerra de todos contra todos; lo que obligaba a ponerse bajo el paraguas protector de un superman en quien se concentraban todas las virtudes, pero también todos los poderes.

Pero Locke coge esa misma unidad y la proyecta bajo una perspectiva distinta; y ésta tiene que ver con la usura y la propiedad. Locke apunta ya directamente hacia lo que se desarrollaría posteriormente como liberalismo; el laissez-faire y la propiedad por el trabajo. Básicamente, lo que plantea es que, por ejemplo, supongamos una manzana que ha crecido en un árbol salvaje en ese estado ideal de la naturaleza; pero desde el momento que eres tú quien la recolecta, ya has realizado un trabajo; y ese trabajo te da derecho de propiedad sobre la manzana. Es decir, para Locke la propiedad viene como un derecho natural que proviene del trabajo. En la Edad Media, la Iglesia Católica dominante prohibía la usura; función que recogieron los judíos prestamistas de muy buena gana y cuya religión no les prohibía para nada el mercadeo y la obtención de ganancias mediante préstamos abusivos; si bien es cierto que la Iglesia medieval basaba su riqueza en la propiedad de la tierra más que en el dinero. Para Locke, puesto que el prestamista realizaba un trabajo con el dinero, bien merecería la recompensa por ese trabajo. Tú recolectas dinero con el préstamo, pues la propiedad de ese dinero es tuya: la misma lógica que con la manzana...

Lo que hicieron los cristianos protestantes fue adaptar una nueva forma de cristianismo más acorde con el tipo de riqueza que poseían las sociedades de comerciantes: el dineroi.

Locke argumenta que el estado de la naturaleza no es un estado de anarquía, sino un estado de perfecta igualdad. Solo cuando aparecen los conflictos sobre la propiedad y la libertad es cuando aparece la necesidad de una sociedad civil. Al contrario de Hobbes, no nos unimos para preservarnos de guerras sino que la función del gobierno es la triple preservación de la vida, la propiedad y la libertad.

El gobierno para Locke es simplemente un elemento en ese proceso de preservación: el gobierno tampoco es estático. Debe responder a los cambios de las necesidades humanas.

Ya tenemos montado el entramado del liberalismo. Una base política social para la Inglaterra cuna de la Revolución Industrial. Quienes la promovieron fueron un tipo especial de cristianos protestantes: los cuáqueros. Pero eso lo dejamos para el siguiente capítulo. Después iremos al filósofo impulsor de las teorías socialistas: la otra rama de organización social. Rousseau llevará al máximo ese Estado Natural para deslizarse hacia la teoría del “mito del buen salvaje”. Si Locke conduce al liberalismo Rousseau inspirará las futuras teorías socialistas. Eso nos situará en la dicotomía del Capitalismo vs. Socialismo.

Vicente Jiménez


i Aunque empezaron los calvinistas, quienes adaptaron muy bien las teorías de Locke sobre la propiedad, el comercio, la banca, la ingeniería, y la ciencia fueron un tipo especial de protestantes: los cuáqueros. Aun cuando Burke expone magistralmente