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sábado, 8 de agosto de 2015

How naive can you get


 
Courtesy of Antonio Novo

How naive can we be. Dropouts who loiter with a bottle of beer in parks or public places and molest female passers by, or ask for money and tobacco to anyone unfortunate enough to come across them; complete failures who waste endless hours in the bar or at a pub playing cards, dominoes or darts depending on the country. Nobody can deny that those are our local trouble makers. We can even assume that their social aids will arrive periodically fresh from our pockets so they can go on boozing, beating their wives and children or just abusing them. And don't forget: it is their prerogative to increase the population exponentially because by using the children as shields they know their kids will be taken care of by society, and that will mean lots of extra money to them. No problem – we can deal to a certain extent with that. Here we have a hint of our local problems. No big business.

That is the Europe of wellbeing, ladies and gentlemen. But the lot of the people who really work hard, rise every day at 5 AM and have to make ends meet is really quite a different question. For them, political correctness makes things worse like a heavy chain, no matter how aware they could be that this new religion has its own high priests and dogma. Now, the pulpit remains not in the churches but in the mass media. Nonbelievers can be burnt at the stake. So we became aware things have not changed so much from inquisitorial times. And if we take into consideration where lies the lion's share the answer is quite simple. Depending on your religion and race you can have free granted access to all kinds of aids and social support or being denied it. And the lot of the working class is multifold. Positive racism they call it.

For the sake of that same political correctness, I will avoid mentioning to whom I am referring to about each group. The law is the law and we don't want any troubles - It is a very well known fact that the law cracks its whip on that very working population and never in those untouchable groups. You can guess to what part of the population I do belong. I truly understand the reason why political correctness looms large. Judges, for instance, don't want to deal with a bunch of bare breasted ladies running about the aisles in their courts demonstrating because of some non political correct verdict, for instance. Or no politician is eager to suffer a swarm of TV cameras and all the lot covering the news of some extreme leftist demonstration supporting the untouchable groups because a nonpolitical correct speech. Or the very same groups holding threatening demonstrations to the Eastern world as freely as they want.

But in some places, such as in Spain, things can get even worse. Newly arrived populist politicians preach that we should cope not only with our own army of local problems, but that we should afford some extra shots of people coming from somewhere else in huge swarms; and only for crossing illegally into Spain, if Podemos (We Can) wins in the poles, those newly arrived will be granted a bonus of 600 € . That must be the reason for the existence of us, the hard working class, for such is the promise of Mr Pablo Iglesias, the populist leader so friend of Tsipras, which is his Greek version. Our lot should be to provide for others, so populist leaders can legalize shoals of newcomers and sweep more votes into the  party. Of course, this issue becomes a business of communicating vessels as  private property honestly gained is at stake behind the scenes. I bet the only granted private property is the populists' one, which will undoubtedly rocket as soon as they grip power. Maduro and family in Venezuela provides for a good example.

If you belong to the working middle class and feel that way no wonder buddies. You live in Europe! But if you feel even more threatened because your private property is at risk you are in Spain.How stupid can you be to vote populists!




Vicente Jiménez

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Tres confusiones típicas sobre la democracia


El concepto actual de democracia formal no surgió por generación espontánea, sino fue el fruto de un elaborado y trabajoso proceso intelectual que duró siglos. Y es un tema sobre el que, hasta ahora,  incluso estando casi resuelto (siempre hay detalles mejorables) existe una gran confusión.

El error más generalizado viene por parte de los ciudadanos ante el convencimiento de que por el simple hecho de ir a votar periódicamente ya tienen garantizada la democracia; pero sin que sus representantes surjan directamente desde la sociedad civil la democracia formal no existe. En esta situación de engaño o desconocimiento los votantes no son conscientes de que carecen de representación (nadie les representa); los falsos representantes tampoco tienen representatividad hacia nadie a menos que consideremos que sí representan a su jefe de partido, que los ha incluído en las listas (da igual el infantilismo de abiertas que cerradas); y mucho menos los votantes percibirán que tampoco es posible el siguiente eslabón garante de democracia: la separación de poderes. Si los representantes no parten directamente de la sociedad civil es imposible después la separación entre legislativo y ejecutivo, porque diputados y partidos son fagocitados por el Estado al depender todos los diputados de disciplinas de votos hacia sus jefes de partido y no hacia los ciudadanos.


El segundo error generalizado es la profunda confusión existente entre los conceptos de democracia y política. Esta confusión no solo se refleja en los programas de los partidos sino en todos los medios. Pues bien, con la serie de normas que estructuran representatividad y separación de poderes nos referimos a la democracia: la democracia son normas para embridar al poder y éstas deben reflejarse en la constitución de los países.

Por ejemplo: “Habrá 1 diputado uninominal (nada de listas) con mandato imperativo y revocable; uno cada cien mil habitantes, pagados directamente por los representados (ciudadanos) a través de los colegios electorales” pertenecería a un hipotético artículo de la normativa básica para separar los poderes, ya que gracias al mismo sería el ciudadano quien elige de forma directa a su representante en la cámara. A este representante no lo propondría un partido en unas listas (da igual abiertas que cerradas). El mandato imperativo significa que si los ciudadanos de ese distrito electoral deciden, digamos, no importar naranjas de otro país; o no hubiesen querido entrar en el Euro, ese sería el programa a defender por su representante para la Cámara, independientemente de la postura del partido o del jefe de partido. Y el adjetivo revocable implicaría que si el representante no cumpliese con los mandatos podría perder su cargo y ser sustituido por otro si los ciudadanos así lo decidiesen en cualquier momento; no al final de la legislatura. Finalmente, podemos también argumentar que el artículo separaría los poderes legislativos y ejecutivos al depender dicho representante directamente de los ciudadanos, y no del poder ejecutivo (gobierno).
En cambio, la hipotética propuesta sobre la importación de naranjas, o la de entrar o no en el Euro pertenecerían al juego de la política. Pero ese juego debería basarse en la norma que obliga a elegir al diputado de distrito de una determinada manera. Pues bien, he leído programas muy bien intencionados de partidos donde se confunden concretamente ambos conceptos: democracia (normas) y política (decisiones). Y lo que es peor: no hay peores ciegos que los que no quieren ver sea por corrupción o tozudez.


El tercer gran error generalizado de muchos ciudadanos proviene de pretender que la democracia directa debería sustituir a la representativa. Son las proposiciones más populistas las que se aferran a este supuesto. Basan su creencia en las asambleas o consultas mediante votación directa para resolverlo todo. Pero, en cambio, los métodos participativos directos si pueden funcionar en momentos puntuales, pero no para resolver asuntos complejos de Estado que además requieren de conocimientos especializados o una auténtica visión de Estado. La e-democracia es defendida por algunos como forma participativa democrática desde cualquier lugar a través de un ordenador personal, un tablet, etc; pero esta forma no está exenta de peligros de manipulaciones en el programa (software), y tampoco ofrecería garantías contra posibles pucherazos, ya que el voto es secreto y no se le puede realizar el mismo seguimiento que en una operación bancaria. En cambio, utilizar ordenadores o terminales en los colegios electorales como sustitución a las urnas es algo que ya se ha experimentado con éxito. Eso sí, con las mismas garantías que ofrece la presencia de interventores y demás actores presentes en las mesas electorales.


Para resolver la dicotomía entre democracia directa y representativa se recorrió un largo camino; no llegó por generación espontánea. Fue el fruto del arduo trabajo intelectual llevado a cabo por grandes pensadores y filósofos a lo largo de varios siglos; primero inventando el concepto de Estado moderno y segundo planteándose cómo debían manejarse dichos nuevos Estados hasta llegar a la democracia que mejor ha cumplido con las normas de una república constitucional: EEUU.
Machiavelly por Santidi Tito

El primer filósofo que rompió con la concepción aristotélica que prevaleció durante toda la Edad Media fue Nicolás Maquiavelo separando la moral de la política. A partir de Maquiavelo las cuestiones políticas quedaron separadas de las cuestiones morales. Eso significaba que los futuros pensadores de la incipiente ciencia política deberían pensar en un sistema que no dependiese de la buena fe de los gobernantes sino de que la estructura del sistema de gobierno fuese buena. La cuestión que se iba a plantear en el futuro es para quién debía ser buena; no cabe duda, en la actualidad esa estructura es buena para los partidos políticos y la casta política. Continuando con el autor de "El Principe", Maquiavelo vivió en Florencia la turbulenta época de los poderosos Medici, y de artistas como Leonardo, Miguel Ángel y los grandes genios del Renacimiento. Aunque el Príncipe, su tratado de cómo se debía gobernar una república más bien estaba dedicado al poderoso Lorenzo de Medici, éste nunca lo leyó. Un siglo después un pensador inglés,ThomasHobbes, retomó la idea de el Príncipe y la reconvirtió en un nuevo concepto: el de soberanía, personificándola en la figura de un soberano absoluto; pero sin referirse a una persona en particular sino a las cualidades que esa persona debía poseer para gobernar. Esa genial idea sería la base del concepto de la futura representación moderna: una representación que tan mal se ha entendido en Europa y que en España, tanto partidos veteranos como nuevos, se niegan a reconocer: unos por desconocimiento y otros no se quieren enterar o albergan intereses más perversos. 

Lo que sí es cierto es que estas ideas geniales nacidas de grandes estadistas (aquí no estamos inventando la pólvora) no interesan a las cúpulas de ningún partido, pero sí a las bases emprendedoras de algún partido incipiente; pero éstas son sistemáticamente desoídas por sus jefes. 

Hobbes tuvo el acierto de crear un cargo cuyo cometido fuese asegurar la paz, el orden y la justicia. Esto empieza a sonar, ¿ verdad ? Es decir, Hobbes domesticó las teorías de Maquiavelo, pero a su vez surgió otro genio que domesticó el poder que Hobbes le había dejado a cargo de un rey absoluto. Estamos hablando de John Locke, cuya obra más famosa es el Segundo Tratado sobre el Gobierno en el que sostiene que la soberanía reside en el pueblo y explica la naturaleza del gobierno legítimo en términos de los derechos naturales y el contrato social. También es famoso por haber pedido la separación de la Iglesia y el Estado en su Carta sobre la tolerancia. Gran parte de la obra de Locke se caracteriza por la oposición al autoritarismo.



Declaración de Independencia
Fue después Thomas Jefferson quien quedó fascinado por los trabajos de Locke, y así los tomó al pie de la letra cuando conocido por su estilo de escritura elocuente se convirtió en el principal autor en la redacción del borrador de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.


Desde aquellos antiguos griegos que votaban todos, como quieren hacer ahora algunos en asambleas,  para gobernar un país al sistema de representación de una república constitucional hay un abismo. Solo la ignorancia sobre el ABC de la filosofía política  puede ser causa de semejante despropósito. Los motivos por los que la población sigue desconociendo la ciencia o filosofía política pueden deberse o a una enorme perversión por parte de algunos, o simplemente porque muy pocas persona la explican a nivel divulgativo. Es evidente que hay que romper primero ese círculo vicioso antes de alcanzar la libertad colectiva que viene de un democracia formal.


Es indispensable que la ciencia política forme parte del currículo escolar si queremos una España con ciudadanos libres; pero también hay que romper una lanza a favor de otras disciplinas como economía, cocina y puede que otras materias indispensables para el hombre del S XXI deben formar también parte del plan de estudios. La escuela debe adaptarse a los tiempos para que políticos, profesores y ciudadanos sepan estas verdades.
Vicente Jiménez

domingo, 17 de noviembre de 2013

Carta abierta a los partido civilizados



Un partido civilizado es aquel que surge directamente de la sociedad civil y pertenece a la sociedad civil

Cuando la tragedia se convierte en crónica es señal de que algo se hizo y se continúa haciendo mal.
Ya he justificado desde sus raíces no con opiniones sino con criterios basados en Montesquieu, Locke, Hobbes, Maquiavelo y distintos pensadores de peso el verdadero significado de la democracia y cómo ésta no existe en Europa. Solo se le acercan tres países: Francia, Gran Bretaña y Suiza.

Francia dispone de un sistema democrático impecable excepto por un nimio detalle en la separación de poderes: cuando el presidente del gobierno es elegido a doble vuelta con toda la representación de la sociedad civil ya garantizada (gracias a la doble vuelta), necesita del apoyo de la cámara para ser envestido Presidente del Gobierno. 

El legislativo y ejecutivo se unen durante esa consulta, y en una democracia formal jamás deben hacerlo; ni siquiera por un instante. Excepto por ese pequeño detalle Francia goza de una democracia muy sana.


Inglaterra tiene una representación de los ciudadanos casi completa, excepto en que los representantes de distrito son nombrados por mayoría simple y no a doble vuelta, que es lo único que garantiza la representación: la mayoría absoluta que proporciona la doble vuelta no deja fuera a nadie. Las mayorías simples tienen el inconveniente de dejar fuera de juego a los perdedores.  Y aún así, el miedo a que los mismos votantes los echen del cargo hace que los ciudadanos se hallen bien representados por sus MP o Members of Parliament, como denominan ellos a sus representantes de distrito en el Parlamento. Ahora bien, donde falla la democracia es en el sistema parlamentario, ya que no es el pueblo quien nombra a PM o primer ministro, sino el Parlamento.


El único lugar donde se cumplen todas las condiciones de la democracia formal es en EEUU, ya que es el pueblo quien nombra directamente a su presidente sin que intervenga ningún otro poder en ese nombramiento: la separación de poderes es impecable así como el control de unos poderes sobre otros y la representación ya la quisiéramos nosotros..


Si deseamos resolver los problemas de nada sirve rasgarnos las vestiduras por lo que está pasando. Todo, absolutamente todo lo malo que ha ocurrido, ocurre y nos pueda acontecer políticamente es consecuencia lógica e inevitable del sistema de partidos incrustados en el estado que sufrimos en Europa en mayor o menor medida . De ahí también que la corrupción haya incidido mucho más en el arco Mediterráneo, ya que todos los países que lo constituyen se gobiernan mediante sistemas de partidos estatales. Y ello nos lleva a una terrible cuestión, ¿es que en España o Italia y Grecia nuestros gobernantes son mucho más corruptos y gente menos honrada que lo puedan ser en Suiza, Francia o Inglaterra? ¿A qué se debe que nuestros políticos jamás dimitan por los desastres que ocasionan o corrupciones astronómicas en las que se ven envueltos y, en cambio, por cualquier nimio (según nuestros estándares) escándalo vemos que un representante del parlamento ingles puede verse obligado a dimitir fulminantemente, por ejemplo, por no pagar una multa, ser detenido conduciendo con tasas de alcohol o ser descubierto recogiendo en su  coche a una prostituta?

¿Qué hace que las acciones de los políticos, tanto en la esfera política como incluso en la privada, tengan consecuencias para unos políticos y provoquen dimisiones fulminantes en unos lugares sí y en otros no? ¿Es por una cuestión moral por parte unos representantes arrepentidos que presentan dimisiones voluntariamente en unos países sí y en otros no lo que está en juego? ¿Los políticos son morales en unos países y amorales en otros?

Cuando Maquiavelo tan acertadamente separó la moral de la política nos dio la respuesta a esas cuestiones: las dimisiones y las imputaciones nada tienen que ver con la moral sino con el sistema. Es función de si se da la separación absoluta e impermeable de poderes o/y representación, o no. En el sistema democrático formal todos los poderes se vigilan celosamente entre sí manteniendo una tensión perpetua. En ese caso, la democracia no nos garantiza la honradez de los políticos al cien por cien, pero si nuestros representantes saben que sus acciones tendrán consecuencias inmediatas en caso de descubrirse; ya sea por parte de los ciudadanos, que los podrían obligar cesar y sustituir, o por la justicia, que los puede imputar y castigar; la cosa cambia. No es comparable la impunidad con la que los políticos pueden actuar cuando se encuentran bajo el paraguas de la ausencia de democracia; especialmente cuando el tiempo transcurre haciendo crecer la corrupción como una bola de nieve rodando que jamás para gracias a un sistema en el que todos tienen por qué callar. Obviemos los ejemplos, que es en lo que inciden los medios sin ofrecer nunca una solución tan simple como la que nos estamos planteando y que, desde luego, no interesa difundir.

Los modelos ayudan a entender los fenómenos
Imagina que regalaran los carnés de conducir simplemente confiando en la honradez de que el conductor cumplirá con las normas de circulación, y que el conductor se supiese impune cuando se salta un semáforo. Esa es la situación en la que hemos colocado a nuestros políticos: no es justo para ellos, ni para nosotros, porque deja la decisión en la conciencia de cada uno (Maquiavelo ya separó la moral de la política). Imagina también, que para mejorar las cosas viene un jefe de tráfico y dice: tranquilos, pista libre que la carretera es de todos; no tiene dueño: eso es, por ejemplo, lo que hizo Zapatero cuando dijo que el dinero público no era de nadie y dio barra libre a los políticos para gastar . Ese dislate; esa insensatez la pudo hacer ZP por gobernar en una partidocracia; jamás se hubiese atrevido en una democracia. Ni ZP hubiese sido el ZP que conocimos, ni Rajoy ni Aznar ni Felipe González en una democracia constitucional hubiesen actuado igual. 

Ese es el secreto: representación y separación de poderes. La fórmula es tan simple que muchos, aunque actúan de buena fe, aunque esté delante de sus ojos no la ven. Si se intentasen montar nuevos partidos parcheando los defectos de la presente partidocracia; poniendo cortafuegos a los Estados de Partidos, aunque ganasen la elecciones al final llegarían al punto de partido que querían evitar: alguien se saltaría el semáforo, y luego otro, y luego otro; y al final se taparían entre ellos. No podemos cargar en las conciencias de nuestros representantes la tentación: deben saberse hipercontrolados y que  serán responsables personalmente de lo que hagan. 

Entérense Vds... no hay vida para la sociedad civil dentro de ninguna dictadura de los partidos estatales; así de simple. Ya los podemos edulcorar con listas abiertas o con lo que queráis. Solo un poder puede detener a otro poder, nunca la sociedad civil dispondrá de poder si no partimos de un representante de distrito con mandato imperativo, si no tiene un intermediario de verdad que la represente: entonces sí se constituye la sociedad civil en un poder a través del colegio electoral de cada distrito; controlando a su representante, es decir, alguien que esté por ellos proponiendo leyes y peleando por sus intereses.

La cruda realidad es que la partidocracia no se puede parchear porque no divide poderes y carece de representación: hacerlo sería como intentar que una dictadura se convirtiera por actos de buena fe en dicatablanda:

  • Nosotros somos honrados y si entramos esto no volverá a ocurrir.

Craso error: corregir la inercia de un sistema que funciona mediante consensos y cuyo fuel es en muchas ocasiones la corrupción resulta una labor imposible. Es el sello de todas las dictadura de partidos del arco Mediterráneo, y por esa razón precisamente tenemos todos los mismos problemas. 

No es que seamos personas más corruptas por estos lares bañados por el Mare Nostrum sino que tenemos sistemas de gobierno sin representación ni división de poderes; es decir, sin democracia. Esa es la enfermedad

La solución

    Hay que partir solo de las dos premisas que enmarcan una democracia formal. La representación se consigue mediante el diputado de distrito uninominal (nada de listas: ni abiertas ni cerradas) con mandato imperativo (ha de cumplir con los dictados de la sociedad civil, no los del jefe de partido) y revocable (si lo hace mal va a la calle) elegido a doble vuelta (para garantizar la representatividad); y de igual forma y condiciones debe ser elegido el presidente del gobierno y ese presidente tendrá libertad para elegir a sus ministros sin consultar nada con nnadie. Los mecanismos de la separación de poderes: legislativo y ejecutivo deben ser impecables: agua y aceite; y al judicial debemos dejarlo tranquilo que haga su trabajo con una eficiente, bien dotada pagada y reconocida policía a su servicio; y un presidente del tribunal supremos elegido por el poder judicial y todos los que intervienen en el ejercicio de la justicia.
    Intentar parchear el actual sistema de partidos es una labor y un esfuerzo absolutamente estéril. 

    Solo un partido cuyo objetivo único fuese hacerle el harakiri al régimen actual e iniciar un proceso libre constituyente para obtener una democracia constitucional; o bien, mediante una abstención masiva por parte de la sociedad civil para deslegitimar al régimen, seguido de acciones exigiendo y pidiendo la democracia constitucional ante el mundo (Europa, Bruselas, EEUU, ONU) conseguirían el derrumbe de los estados de partidos y  marcarían el camino hacia la democracia formal, y, con ello, la solución a nuestros problemas. Y solo una constitución donde lo único que se reflejara fuesen los mecanismos de representación, control y separación absoluta de poderes puede garantizar esa democracia constitucional. Esos mecanismos están ya inventados hace dos siglos; solo hay que aplicarlos corrigiendo aquellos aspectos que dan dosientos  años de experiencia: sabemos de los fallos que se dan en democracias con solera... podemos usar esa información para instituir algo mejor y ser felices todos, que de eso se trata.
    Vicente Jiménez

miércoles, 10 de julio de 2013

Europa está gobernada mediante partidocracias


I La conciencia de siervo, como la del dolor físico, se hace menos soportable cuando comienza a sentirse la posibilidad de liberarse. La perspectiva de libertad política acentúa o despierta el sufrimiento por su carencia en pueblos tan serviles que ni siquiera saben lo que eso significa o implica. A.G.Trevijano Teoría Pura de la república.
 II Creo que desde una perspectiva legal hay razones muy solidas para juzgar (Impeaching) cada Presidente de los EEUU desde la Segunda Guerra Mundial. O han sido directamente criminales de guerra o han estado involucrados en crímenes de guerra. What Uncle Sam really wants, Noam Chomsky

Partamos de este supuesto médico y psicológico: una persona padeciendo un dolor extremo muy intenso e inaguantable se entera de que existe un remedio para calmarlo. Inmediatamente, sabiendo ya que hay una forma de aliviarlo, al paciente le invade un ansia insoportable de quitarse el dolor de encima. Desde ese momento, el enfermo hará lo imposible por hacerse con la medicina y no podrá convivir con el dolor hasta conseguir el remedio.

Tomamos el modelo del paciente para aplicarlo al sufrimiento causado por la partidocracia y la posible existencia de un remedio.
En Europa, y especialmente en todo el arco Mediterráneo gobernado por partidocracias con nula o muy escasa intermediación real entre el estado y la sociedad civil, la crisis ha golpeado de forma más virulenta en las familias de clase media. Es un proceso general que ha incidido en toda Europa y los españoles, con nuestro respectivo estado de partidos en la mochila y por ende sufridores de corrupciones sistémicas, participamos en el festín: paro, falta de perspectivas profesionales, fuga de cerebros, pobreza, indigencia, comedores sociales o las dramáticas e interminables colas en las oficinas de empleo... y aunque ninguno de esos males haya golpeado directamente sobre un ciudadano en concreto, la empatía  provoca que se sume al colectivo social un sentimiento de tragedia. Tomemos que el paro, por ejemplo, no hubiese incidido  sobre un sujeto en particular: pero aún así, sí que se darían muchas probabilidades de que lo hubiese hecho sobre un familiar cercano, un vecino o en quien no conoce pero se encuentra comentándolo en el bar o la cola de una tienda. No creo que, en estos momentos, exista ninguna familia de clase media ajena a esta lacra de una forma más o menos directa. Personalmente, no conozco a ninguna. 

El sufrimiento se suma a gestiones descabelladas.

La indefensión de las personas dependientes, los recortes en servicios básicos como educación y sanidad suman dramatismo a la tragedia, especialmente cuando se ven incrementadas por la canallada y capricho de los dispendios nacionalistas. Y el dolor se ha convertido en una obsesión y un factor constante diario en los medios de comunicación; ya no sé si porque vende o porque dichos medios pretenden denunciarlo. Las relaciones entre corrupción, bankster y políticos bajo la benigna mirada de la impunidad se hace patente salvo en honrosas excepciones gracias al heroísmo individual de personas buenas como la juez Alaya, o un grupo de jueces que han imputado ya a 300 políticos: pero esto hace más patente todavía la dicotomía entre el sistema corrupto en el que vivimos y las acciones personales de jueces que han de luchar por impartir justicia y contra el inmenso poder del sistema. La pregunta que surge es ¿cómo sobrevivimos a este sistema origen de tanto dolor?
Cómo se defiende la sociedad civil
Las familias tienden a unirse donde antes se separaron de forma natural: vuelven los hijos y nietos, cuando lo han perdido todo, con los abuelos  bajo el paraguas de unas pensiones reconvertidas en sustento de varias generaciones. Es la forma más elemental de supervivencia: la vuelta al clan. Seguramente también se se ven obligados a recurrir a los comedores sociales, y hay quien ya hundido en la más absoluta indigencia rebusca entre los restos que deshecha la ciudad. Y uno se pregunta ¿cómo es posible que aguanten esta situación sin pedir explicaciones a sus políticos?
Los ciudadanos aguantan el dolor estoicamente porque creen que no hay remedio a su mal. Cuando alguien pierde toda esperanza de poder aliviar el dolor, lo aguanta hasta que la única salida que ve es el suicidio o esperar la siguiente vuelta de tuerca. Las soluciones a largo plazo se sustituyen por las de corto plazo: ¿qué voy a comer hoy?


Bien, ya hemos sobrevivido a la primera andanada. ¿Y ahora qué?


../..
¿ Qué pasaría si los españoles fuesen conscientes de que SI existe un remedio ?
Al igual que el enfermo que hemos utilizado como modelo, si los españoles fuesen conscientes de que existe un remedio lucharían por conseguirlo hasta la caída del régimen oligárquico de partidos y ya no sería capaz de convivir ni un minuto más con la carencia de libertad política:  

Nadie soporta la esclavitud cuando sabe que existe la libertad y una forma de llegar a ella. El hecho de saber que sí existe una solución envestiría a los ciudadanos de una coraza impenetrable hacia la manipulación, la demagogia y la perversidad del sistema oligárquico de partidos: nadie podría manipular a los españoles (ni europeos) con nacionalismos, derechas, izquierdas ni ideologías de ningún tipo porque habrían tomado conciencia de que lo importante para su supervivencia sería constituir ante nada un sistema, un reglamento perfecto y desnudo completamente de ideologías, cuyo único fin fuese establecer las relaciones entre el poder y la sociedad civil. Ese remedio se llama democracia constitucional y ya está inventada: solo hay que aplicarlo, pero antes la sociedad civil debe saber de su existencia y tenerla completamente asimilada.
¿ Por qué no se da la democracia en España ni en Europa ? (Excepto 3 países que sí gozan casi de una democracia: Suiza, Francia, Reino Unido)
Según Trevijano, el poder y sus alidados, los medios de comunicación, las fundaciones, o incluso las cátedras universitarias no dicen nada de lo que estamos contemplando. La mayoría de españoles (y europeos) creen estar viviendo en una democracia: es lo que han oído, escuchado y leído durante toda su vida y se les ha presentado como un principio incuestionable. En nuestro caso y para empeorar la situación, o no conocemos otra cosa o venimos de otros 40 años más de dictadura. Nuestras peticiones colectivas se atienden, en ocasiones, bajo la presión de las protestas y manifestaciones callejeras, que suelen estar convenientemente dirigidas y canalizadas por los sindicatos, que también forman parte del Estado:  una democracia debería ofrecer a sus ciudadanos canales civiles de intermediación,  partiendo de sus respectivos colegios electorales, para resolver un problema colectivo, exigir el cumplimiento de una promesa electoral o hacer dimitir a un político incompetente o corrupto. Pero los ciudadanos no llegan a relacionar la realidad (lo que ven y experimentan) con lo que les predican los políticos, los tertulianos y los medios de comunicación cuyas acciones proyectan una enorme carencia de formación política o estar al servicio del poder. Los ciudadanos, en consecuencia, son víctimas del empleo perverso de la ingeniería social mediante una manipulación masiva y llegan a creer lo que les dicen los unos, o los otros (partidos de derechas, izquierdas o independientes) y no lo que ven con sus ojos en el mundo real. Un gran número vota (que tampoco) impulsados por los sentimientos hacia sus partidos, a los que siguen con la misma pasión y fe que a su equipo de fútbol. No hay racionalidad en ello, y sí mucha incultura política.
¿ Por qué Europa está gobernada por partidocracias ?
Europa está gobernada mediante partidocracias porque no supo resolver sus problemas internos y jamás lo ha sabido desde la Revolución Francesa. 

Han confluido tres circunstancias que han impedido la instauración de democracias en Europa:
  1. La II Guerra Mundial acabó con un ejercito vencedor extranjero invadiendo Europa, y el entonces Gobierno de EEUU fue el que, como es natural, implementó sus condiciones en la Europa llamada Libre bajo su control. Durante la Guerra de los Balcanes también EEUU tuvo que acudir en nuestro auxilio. Europa nunca ha sabido resolver sus problemas internos y ha necesitado de la ayuda militar de Estados Unidos.
    Al acabar la II Guerra Mundial y en plena Guerra Fría los EEUU impusieron partidocracias para luchar contra el comunismo y colocar unos gobiernos de contención fácilmente manejables que no se dejaran penetrar por el comunismo,  como hubiese podido ocurrir al abrigo de unas democracias libres. Los vencedores sabían muy bien que daba igual que fuese un solo partido o varios los partidos políticos que gobernasen un país, si estos formaban parte del estado y no de la sociedad civil. En eso consiste la partidocracia: en quitar la intermediación, la representación entre el estado y la sociedad civil y embutir a los partidos dentro del mismo estado. En realidad son dictaduras u oligarquías disfrazadas de democracia aunque se vote cada cuatro años y se obtengan libertades individuales, pero no libertades colectivas o políticas (da igual el nombre). El ciudadano carece de muy escaso o más bien nulo poder de decisión política al no tener intermediarios que le representen. Así quedaban salvadas las distancias con el comunismo. Es evidente que en España estando Franco ya tenían ese trabajo hecho.
  2. La amenaza de la democracia: 
    Noam Chomsky nos ofrece una visión muy cruda extraída de documentos desclasificados del gobierno de EEUU al acabar la II Gran Guerra:
    Una manzana podrida pudre el barril entero y la respuesta final puede parecer desagradable, pero es mejor tener a un régimen fuerte en el poder que a uno liberal que pueda ser penetrado directamente por los Comunistas, ya que los Comunistas son en esencia traidores. Por lo tanto, nos oponemos a la democracia si los resultados no pueden se controlados”... “el problema es que las democracias caigan también en la herejía de que sus gobiernos respondan a las necesidades de su propia población, en vez de a las necesidades de las grandes fortunas e inversores de EEUU … nuestro verdadero interés se centra en las inversiones de capital EEUU. Cuando los derechos de los inversores están amenazados, la democracia debe cesar y los asesinos y torturadores deben cumplir su función” … “lo que EEUU quiere es estabilidad en aras de salvaguardar la seguridad de sus clases superiores”.
    3. La Revolución Francesa partió de una traición e intentó mantener al principio a un rey en el poder. A lo que aspiraba Luis XVI era a acabar con el Ancien Regime, pero no fue él quien lo hizo sino el cúmulo de una serie de circunstancias que al final recibieron el nombre de Revolución Francesa. Pero los pasos  en falso de esa revolución y su fracaso final lo hemos estado sufriendo hasta ahora en Europa. De ahí, en parte, los problemas que llevaron a las dos grandes guerras y que no supimos resolver sin la ayuda de EE UU.


    ¿Cómo llego la partidocracia a España tras morir Franco?

    Las transiciones políticas de las dictaduras a los Estados de Partidos recomponen elementos esenciales de aquellas por medio del consenso. Una idea tan primitiva que no sólo niega la libertad política, sino la posibilidad misma de la política. A.G.Trevijano

    El poder del dictador quedó igual cuando a su muerte se repartieron ese poder entre varios: los que ya lo tenían y algunos advenedizos. Es lo que suele ocurrir cuando un dictador muere sin herederos. La única diferencia estribó en que de manos de uno solo (Franco) el poder pasó a manos de varios, constituyéndose entonces las actuales oligarquías hereditarias: los altos cargos se heredarían como ocurrió con los aristócratas en las cortes de los monarcas absolutos del S.XVIII. La siguiente cuestión que surge ante este hecho histórico es por qué la transición degeneró en una partidocracia oligárquica de partidos en vez de en una democracia real.
Os he dejado una información traducida y las fuentes de donde la he extraído. Es evidente que no toda, pero la que he considerado más clarificadora. 

El puzzle de nuestra historia reciente cuadra

Estudiando nuestra historia reciente, y a la luz de esta información, se entiende cuan fácilmente Kissinger ordenó a Willy Brandt lo que debía impulsar en España a la muerte del Caudillo, el papel del Rey, la entrada de un comunismo y socialismo al servicio del capital, y el reparto de poder del Dictador entre las distintas facciones seguidoras o enemigas de Franco hasta que vieron la alfombra roja, el oportunismo personal de los nacionalistas catalanes y la traición de la que habla A.G.Trevijano por parte de Felipe González y de Carrillo que sucumbieron rápidamente a la alfombra roja  y a las mieles del poder: 2 horas les costó dejarse seducir por el poder en el despacho de Suárez, según Trevijano; la ascensión meteórica al poder de Felipe González con capital alemán e incluso carteles propagandísticos a favor de Felipe impresos en Alemania, el socialismo descafeinado que lo primero que hizo fue impulsar un SI rotundo a la OTAN, y se entienden tantas otras cosas. Ahora yo pregunto a los que dicen que los españoles elegimos libremente la Constitución del 78 ¿De verdad tuvimos esa libertad de elección? 

Bueno, pues ya lo sabemos. Ahora toca espabilar... o aguantarnos con lo que nos quieran hacer. La elección es nuestra.
Vicente Jiménez
Bibliografía
Teoría Pura de la República, A.G. Trevijano,  Ediciones MCRC, 201?
Noam Chomsky, How the Word Works, Soft Skull Press, 2011

Distintas escuchas y apuntes de RLC  http://www.diariorc.com/