Un futurible de como debería ser la democracia. Esto nada tiene que ver con ninguna ideología. Es la forma purista de separar el poder legislativo del ejecutivo y garantizar la representatividad del ciudadano. Así lo consideraron grandes pensadores como Locke y Montesquieu y así lo aplicó Jeffersson en la Constitución de los Estados Unidos. Solo se ha variado la forma de financiar y realizar las campañas electorales para barrar la corrupción por la experiencia que nos da 200 años de democracia en el mundo. Añadido 23 sept 2013El cosquilleo de Mario tenía una buena justificación. Iba a ser testigo y actor de un hecho histórico sin precedentes en España. Aquella cámara había forjado nuestras leyes, había sido actor de la historia de España a lo largo de los dos últimos siglos desde 1810, estando de regente María Cristina, hasta que Isabel II tuviese la mayoría de edad. Y así ha continuado funcionando hasta este momento.
Que lo disfruten...
Lo que nunca había acontecido durante toda su historia era que tanto Mario como los demás diputados habían sido elegidos directamente por sus conciudadanos a doble vuelta (para garantizar la representación: sin mayoría absoluta no hay representación) y toda la estructura en la nueva Constitución estaba dedicada solo a separar el poder legislativo del ejecutivo. El elemento primordial del gran cambio, que no regeneración, se basaba en la sustitución de los antes indispensables partidos políticos como unidad democrática (junto a toda la costosa parafernalia) por el sencillo y humilde colegio electoral de su circunscripción. Un diputado cada cien mil habitantes.
Atrás habían quedado las masivas manifestaciones, en las Mario también participó para derrumbar el corrupto sistema anterior de estado de partidos. Atrás quedo la abstención masiva que no derrumbo pero sí debilitó el corrupto sistema anterior. El miedo y la miseria hizo que se produjese el milagro. Tocando fondo la sociedad civil tomo conciencia de si misma y de cómo no estaban representados. La gente hablaba de su situación insostenible en cualquier cola: la del autobús, la panadería... y una idea salvadora corrió como la pólvora. Se dieron cuenta de que eso de votar a partidos que se alternaban en el poder no les representaba para nada. Así que los vecinos, las reuniones de las engañadas bases de los sindicatos, controlados por políticos y sindicalistas apoltronados, los indignados que coincidían en las protestas y asambleas, los "afortunados" mileuristas con la fortuna de trabajar por sueldos miseros, los pensionistas: todos pasaron esa idea unos a otros.
Decidieron, todos a una, exigir y luchar activamente por el cambio de la ley electoral y por lograr un periodo LIBRE constituyente. Y lo que querían estaba muy muy claro: tener a alguien en el congreso que estuviera por ellos: por la gente; y no por y para los partidos políticos. Si tú no puedes estar en persona, que el que esté, esté por ti; y Mario estaba presente por los cien mil ciudadanos que lo habían elegido para representar los intereses particulares de su circunscripción. Era el representante de todos: los que le habían votado y los que no.
Mario había tenido su parcela de propaganda gratuita en los medios, como todos los otros que
quisieron presentarse: cada uno con su programa electoral: la diferencia es que antes los programas electorales se presentaban para no cumplirlos; y ahora si Mario no cumplía, sus mismos votantes podrían sustituirlo en cualquier momento: para sustituirlo había quedado otro aspirante, de reserva, en el colegio electoral. Nada de unas
elecciones costosas. Cero euros tuvieron que pagar los
contribuyentes por las elecciones. En eso hasta habíamos conseguido superar a EEUU, donde las elecciones dependen de costosas financiaciones como las de las corporaciones y los poderosos lobbies. La historia había demostrado que ahí se podía producir la corrupción y nosotros íbamos a superar el sistema democrático de los EEUU. En España, ahora las antes costosas campañas electorales, y cuya
financiación engendró tanta corrupción dieron paso a los espacios
gratuitos de unos medios de comunicación que iban a vivir los siguiente
cuatro años de lo que hicieran aquellos políticos no profesionales. Así que vaya lo uno por lo otro: bien podían dar ese apoyo a la democracia.
Para
lograr esas nuevas normas de juego se recogieron millones de firmas, que se presentaron al
gobierno. Tuvieron que dar su brazo a torcer por la enorme presión social insostenible ejercida: pero las que más
influyeron en ese cambio fueron las peticiones a EE.UU y Bruselas. Los millones de firmas. Las manifestaciones pacíficas y el pueblo arrebató el poder a la corrupta partidocracia. Habían intentado engañarlos con el timo de las listas abiertas: nada de eso. Los españoles ya habían adquirido la suficiente cultura política para saber que la representación solo puede venir cuando tú eliges al diputado de tu circunscripción a doble vuelta, y no al diputado que te propone un partido político.
A Mario lo eligieron en la segunda vuelta porque era un experto en naranjas. Se había presentado con más de los mil avales que necesitaba como mínimo. Soñaba naranjas, vivía naranjas y lo sabía todo sobre ellas. Conocía el campo y sus problemas. No tenía estudios superiores pero no lo eligieron para construir puentes ni maquinaria. A Mario lo eligieron para que defendiese las naranjas de su tierra, y sobre eso no le podía dar nadie ninguna lección. Confeccionó un programa sensato, austero y eficaz que de llevarse a cabo y poder ejecutarse solucionaría muchos de los problemas de los agricultores de su demarcación.
Seguro que otros agricultores en España tendrían problemas semejantes. Y si ellos funcionaban funcionarían también las industrias relacionadas, los comercios y los bancos empezarían a trabajar para lo que fueron creados.Detrás quedaba el incansable trabajo de un grupo que le ayudó. Se hicieron visitas de puerta a puerta, se informó en locales y se realizaron mítines. Antes, a esos grupos los llamaban partidos políticos; pero bien mirado, tampoco hacían tanta falta porque su programa venció al los viejos partidos oficiales, que también se habían presentado. Mario iba a lo que iba, pensando y conociendo muy bien los problemas de la gente del campo como él; y los votantes captaron esa honestidad y sentido común. ¡Lógico! No estaban acostumbrados.
Recordó cómo un grupo de personas decidieron reunirse de ocho a diez en un local dos veces por semana y pensar un plan de soluciones para los problemas reales que tenían, y cómo desarrollarlo. Allí había también gente que sabía de otras cosas, eran de otras profesiones; y se pudo confeccionar una lista muy concreta de propuestas. En aquellas reuniones, la gente sabía de lo que hablaba: los de las tiendas, el representante de Centro Comercial, otros de una asociación de vecinos, agricultores, una médico, unas profesoras y hasta dos directores de banca y escuela.
Todo pasó muy rápido a partir de las elecciones. Los nervios a flor de piel. Segunda vuelta entre los dos finalistas y ganó Mario. Cuando entró en el Congreso por primera vez como diputado era consciente de que lo que se iba a debatir en aquella cámara inauguraría una era histórica: ser la primera vez que se aplicarían las normas de juego de la democracia en España. Y de toda esa pluralidad de intereses, desacuerdos y acuerdos con los otros 399 diputados, cada cual con su programa en al mochila, saldrían las proposiciones de ley. También habían acabado las poltronas y prebendas de la partidocracia. Después de dos periodos legislativos nadie podría repetir, y tendrían que volver a ser ciudadanos de a pie.
Antes se legislaba en aquella sala, pero ese disparate no iba a ocurrir nunca más. Juntar poderes "nunca mais". En el Congreso de los Diputados se propondrían las leyes de España. Después, esas propuestas pasarían a la cámara legislativa y ésta les imprimiría su carácter de leyes. Y éstas leyes que habían sido gestadas en el Congreso sin carácter coercitivo adquirirían ese carácter de obligado cumplimiento en otro lugar: la cámara legislativa. A partir de ahí las leyes saldrían publicadas en el BOLETÍN OFICIAL DE LA NACIÓN. No el el Boletín Oficial del Estado. El Estado era el poder ejecutivo y se tenía que llevar muy mal con el legislativo. Y cuanto peor se llevaran y más se vigilaran el uno al otro mejor para los ciudadanos. Nunca más el legislativo y ejecutivo andarían juntos de la mano como en la etapa partidocrática anterior.
¿Y
dónde quedaban los jueces? Pues se eligió a uno para que dirigiera
la vigilancia de todos los demás jueces. Y lo eligieron entre todos los
profesionales de justicia: jueces, procuradores, fiscales, abogados... todo
bien atado y vigilado. Ese era el poder Judicial: Totalmente independiente y sin ni siquiera conocer a los diputados, de mal que se llevaban: ¡bueno! eso es broma. Los conocerían por los periódicos y las noticias, pero nada más, ellos a aplicar la ley.
Los cuatrocientos diputados propondrían las leyes, la cámara legislativa intermedia con el Estado ejercería el poder coercitivo. La elección del Presidente de la Nación sería el ejecutivo, para poner un contrapeso a la Cámara de los Diputados, y los jueces a lo suyo; juzgando malhechores, corruptos y banqueros tramposos, que es lo suyo. Y recuperando nuestro dinero, si pueden.
Todos los poderes sospechando de todos y limitando el poder de los otros dos. Montesquieu había resucitado, señores. Pero no lo hizo solo: la movilización y presión social lo había conseguido.
Esta
idea no es mía, la he traducido en esta narración tomada de un gran Estadista cuyo nombre
mantendré, de momento, en secreto. De esa forma la atención del
lector se centrará en la idea y no en el autor. Que los prejuicios no enturbien la verdad porque este estadista nos marca el camino. Ataca a la enfermedad y no a los síntomas. Así la idea no estará contaminada con el dopaje de derechas ni de izquierdas, porque de lo que se habla aquí es de unas reglas de juego. Eso es la democracia: unas reglas de juego; y cuanto más sencillas mejor. Así doy el agua destilada sin nada
disuelto para que nos centremos en el agua. Y ese reglamento se llama una nueva constitución. Nueva, no regenerada. Se regenera lo bueno y la actual no cumple con el reglamento de la democracia.
Pensemos en la democracia como en el reglamento del fútbol. Las jugadas en el campo de fútbol equivaldrían a la política. Aquí se ha hablado solo del reglamento: las jugadas las harán nuestros representantes, nuestro presidente y nuestros jueces. ¿Corrupción? Claro que pueden haber jugadores tramposos que intenten colarla: pero si el árbitro se da cuenta ¿a que le sacaría tarjeta? Nada que ver con lo que tenemos. Ahora estamos jugando con un reglamento distinto al de la democracia: nos han dicho que lo es, pero el reglamento democrático es otro. Incluso hay políticos que se ha dado cuenta de que esto no lo pueden mantener y nos quieren colar otros cuarenta años de más de lo mismo con el nombre de federalismo. Un horror señores.
Vicente Jiménez
FELICIDADES!!! impresionante!!!
ResponderEliminarGracias ;-)
ResponderEliminarEnhorabuena.
ResponderEliminarAgradezco tu tiempo y tu esfuerzo.
ResponderEliminarA veces los sueños se hacen realidad..
ResponderEliminarUna situación envidiable, MARIO, (perdón VICENTE), expuesta llana y sencillamente, que pone los dientes largos, de envidia por ese país imaginario, que desde luego está a años luz del nuestro.
ResponderEliminarY lo sorprendente es que ES LO NORMAL...''Que eso es la DEMOCRACIA!!
¿Como lo conseguimos, VICENTE?
Si hay que hacer fuerza, apúntame. No tengo muchas energías físicas, ni influencias...pero al menos, se escribir, creo.
¡¡Cuenta conmigo para que los "MARIO"" sean una realidad.
Enhorabuena.
Saludos de Pascual
Estimado amigo. Un honor que me confundas con Mario. Pero Mario (a quien admiro) es Mario y yo soy yo (Vicente Jiménez)
ResponderEliminarLo interesante es que cada vez somos más los que vamos saliendo de la desinformación e incultura política.
También me he dado cuenta de que los intelectuales, a veces, no saben llegar al gran público; a la divulgación fácil de entender y ahí es donde intento entrar yo. Hay un artículo donde desarrollo el tema de esa dicotomía. http://elparnasillo.blogspot.com.es/2013/04/ideas-sin-hombres-y-hombres-sin-ideas.html
Gracias por tu tiempo y esfuerzo, y si puedes; pasa la idea :-)
Querido Vicente: Pocos sueños hay en política que me inviten a soñar que el que tú relatas expléndidamente. Sin embargo, siendo realista, no creo que pase de ser un sueño sin que antes se libre una cruel guerra, porque no has incluido en la historia de Mario la omnipotente fuerza de los partidos políticos, que morirán matando antes de dejar que la teta de qué maman se les agote, con el agravante de que una proporción mayoritaria de la población aun no es consciente de que esas oscuras organizaciones mantienen secuestrados los poderes del Estado y los están utilizando para su propio beneficio.
ResponderEliminarGracias, Vicente, por empezar este melón. Nos veremos en las trincheras.
Gracias Rafael, te he contestado por mail
ResponderEliminarCuando nos encontramos argumentaciones como esta se echa de menos que la gente aplique más sentido crítico. Debemos entender cómo funciona el Sistema actual, y cuando nos presenten una idea de cambio compararla de forma crítica: No por ser diferente tiene que ser necesariamente buena.
ResponderEliminarY este artículo me parece una ocurrencia por los siguientes motivos:
PUNTO 1. Circunscripciones: Un diputado cada cien mil habitantes.
¿Eso es más democracia o menos? Obviamente es menos democracia, por lo siguiente: Si sólo pasa el candidato más votado por una zona se está ninguneando a todos los votantes del resto de candidatos. No hace falta explicar mucho este punto. Es mucho más democrático que cada zona tenga asignado un número de representantes, incluso con la famosa ley d'Hondt tenemos más democracia que con este modelo de circunscripción.
Ah, que no hay partidos en este modelo. Pues da lo mismo. Lo explico con cifras: Participan el 70% de los votantes, pasan a la segunda vuelta uno con el 18% de los votos y otro con el 21%, en la segunda vuelta participa un 60% y gana el primero con un 51% de los votos. En la segunda vuelta muchos han votado no al que creían mejor sino al que creían menos malo y ha ganado con poco más de un 30% del total de votantes. Genial. Virgencita que me quede como estoy. 70.000 personas no se sienten representadas por tu Marito.
El problema de la representación: ¿En qué cabeza cabe que una persona puede representar los intereses de cien mil personas?
Eso de la representación estaba bien en tiempos antiguos, en los que había que enviar mensajeros a caballo. La Revolución Americana fue un avance para su época, desde luego. Ahora bien, hoy en día en que se puede votar quien sigue en Gran Hermano, hay que admitir que la tecnología ha superado la fase de representación y que es posible una democracia directa.
Si técnicamente es posible que yo vote una ley desde mi casita, ya no necesito que me represente una persona (que además, lo más seguro es que no será la que yo haya votado). Eso sería un cambio, y no esta cosa de las circunscripciones, que ya se hace en Reino Unido.
¿Estamos tan quemados con los políticos? Pues pidamos democracia directa.
PUNTO 2. El coste de la campaña electoral.
Supongamos que convences a medios de comunicación privados para que hagan campañas gratuítas. Eso es una imposición del Estado que, para los que crean en la libertad de mercado, roza el totalitarismo.
Ahora supongamos que se presenta Mario por mi circunscripción y que yo soy un burgués de la familia Cotino, por poner un ejemplo, y quiero que salga elegido Juan Cotino para que ayude a mis intereses. Pues echo mano de mi dinero y le pago más publicidad a Juan Cotino. Que Mario tiene una exposición X al público, pues yo aprovecho esa misma X que es grátis y además me pago 4X más.
La campaña gratuíta se convierte en una falacia más. El que tenga dinero sigue haciendo lo mismo que hace ahora.
PUNTO 3. LOBBY.
Vale, tenemos 400 diputados. Soy un gran burgués podrido de dinero y quiero que voten algo que me favorece ¿No puedo sobornar a los suficientes? Claro que puedo. Cuando dejen la política al cabo de 8 años todos van a volver a su vida anterior, seguro que muchos van a preferir irse con beneficios. ¿A cuanto está el kilo de diputado en tu sistema? Me temo que más barato que en la actualidad. Al menos los de ahora tienen derecho a pensiones, con tu sistema pierden ese derecho y se hacen más vulnerables al soborno.
Para finalizar, esta idea no es tuya... Menos mal. No conozco al autor porque no das el nombre. Si yo fuese el autor tampoco querría que se supiera mi nombre. No es una idea, es una ocurrencia más del montón, a las que estamos acostumbrados en los bares.
Para otro punto de vista sobre el problema político que tenemos:
http://planeta-simio.blogspot.com.es/2013/06/no-diga-clase-politica-diga-burguesia.html
En primer lugar gracias por su tiempo. A lo largo de otros artículos de mi blog descubro la bibliografía de donde he extraído todo. El hecho de no haberlo nombrarlo en éste artículo es para que el lector se centrase nada más que en el contenido del mensaje y no en quien lo ha ideado, para no dopar el mensaje con opiniones ideológicas.
ResponderEliminar1
A la pregunta "¿Eso es más democracia o menos?" implica que Vd. no sabe qué es la democracia. La democracia es un reglamento como el del ajedrez: se dará cuenta que preguntar si conseguimos más o menos "reglamento de ajedrez" es un absurdo; tanto como preguntar si algo es más o menos democrático.
Respecto a un sistema como el nuestro, donde el jefe de partido hace la lista, los primeros de esos nombres entran en la cámara como diputados y luego esos diputado lo nombran presidente parece una broma de mal gusto por no decir una tomadura de pelo. Lo que nadie en sus cabales admitirá nunca es que esos diputados representen a nadie más que a sus jefes de partido (de ahí la lógica sumisión que llaman eufemísticamente disciplina de voto).
Si defiende la Ley D'Hont no dudo que la entienda matemáticamente (le doy el beneficio de la duda), pero lo que no entiende es lo nefasta que es: "la representación proporcional está tan estrechamente vinculada a la partidocracia, que la sola idea de sustituirla por la representación mayoritaria de distrito contiene la potencia de una revolución". A.G.Trevijano.
Lo que está pasando ahora no en España, sino en toda Europa, es en gran parte cortesía del reparto proporcional.
Respecto a sus dudas sobre el diputado de distrito:
Un diputado por circunscripción a doble vuelta con mandato imperativo y revocable es la única y mejor forma de gobierno inventada jamás en toda la historia de la humanidad. No es perfecta, pero es la mejor. Lo que comenta Vd. de los griegos es la forma de democracia directa: los griegos jamás utilizaron la representación ni se les pasó por la cabeza.
Si los medios, por ley, colaborasen con un espacio gratuito para todo aquel que se presente el coste DE UNAS ELECCIONES sería de cero euros.
El voto directo e-democracia no se puede realizar porque no existe tecnología para hacerlo: infórmese, ya que no es lo mismo utilizar el e-dni para hacer la declaración de hacienda o realizar una operación bancaria donde quedan registrados todos los datos que usarlo para votar desde casa, ya que las garantías de los interventores no existen en ese caso y nada garantiza que el programa se programe para un pucherazo. Los datos que van de una urna hasta traducirse en diputado con el sistema actual está garantizado, con un sistema electrónico, no. Otra cosa es que el sistema electrónico esté en el colegio electoral y la operación se realice con garantías. Se han hecho pruebas en ese sentido.
Que hay lobbies que intentarían comprar a los políticos: lógico. Pero no olvides la enorme tensión que habría entre unos poderes completamente enemigos unos de otros y completamente separados en el caso de una democracia formal, para Trevijano república constitucional . Esa separación está garantizada en el sistema que propone Trevijano, en el de ahora no. Y cuanto más se odien y más enemigos sean los poderes mejor para nosotros. Y LUEGO ESTÁ LA SOCIEDAD CIVIL de donde han de partir las leyes. Nunca han de partir las leyes del partido o jefe de partido convertido en ejecutivo. Eso es lo que hacía Hitler y Stalin y lo que nos pasa ahora de forma disfrazada: qué mas da la alternancia entre uno o varios partidos si éstos pertenecen al Estado.
En fin. El problema suyo, como el de los españoles en general, es que no hemos sido formados en cultura política. Peor aún: hemos sido deformados y desinformados sistemáticamente. En Vd. estará desprogramarse o no... yo estoy en ello e intento compartirlo humildemente en la medida de mis posibilidades.
Un cordial saludo
Vicente Jiménez
El punto 2 veo que no puede ser rebatido. La publicidad pagada vencería a la gratuíta.
ResponderEliminarAl punto 3 de los lobbys ¿sólo se le puede contraponer que habrá tensiones entre poderes? Me temo que es sólo un deseo de ver un mundo mejor.
Pero vamos al punto 1, que es el único en el que su réplica ha mostrado solidez.
Su reflexión acerca de que algo no puede ser "más o menos democrático" tras escribir un artículo en un blog que se plantea "lograr la Democracia", es como mínimo discutible. Porque es obvio que se hacen ránkings de países más o menos democráticos que otros, y la gente que pide más democracia para España admite que ahora tenemos una democracia de baja calidad que es mejorable.
La democracia no es un reglamento. La RAE la define actualmente como
democracia.
1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno.
2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado.
En una democracia directa el predominio del pueblo en el gobierno sería absoluto, mientras que si se nombran representantes este predominio del pueblo será menor. En caso de que gobierne un monarca absoluto o una oligarquía no estaremos hablando de democracia.
Actualmente hay crisis de democracia porque existe una oligarquía del poder económico que compra a los representantes políticos, en ello radica todo el problema de corrupción que arrastramos. Y si queremos una democracia mejor lo que tenemos que lograr es que esta oligarquía no tenga más poder del que tiene cada ciudadano normal.
Volvamos a repasar lo obvio.
Si en el sistema actual el diputado sólo representa a su jefe de partido, es evidente que hay déficit democrático. Pero cambiando las reglas sólo conseguiremos que el diputado se represente a sí mismo de forma efectiva, y si tiene buena voluntad trate de representar a sus electores. Otra cosa es que lo consiga. Vuelvo a preguntar si cabe en alguna cabeza que una sóla persona pueda representar a cien mil personas. No es sensato.
Los números demuestran que un representante por circunscripción es una mala idea. En el ejemplo que he dado antes la opción A sacaba 12.600 votos y la B sacaba 14.700, de cien mil. En la segunda vuelta ganaba la opción A con 18.000 votos (5.400 votando A sólo para que no gane B, no porque sea su primera opción). Y la opción A, tras silenciar a los restantes 82.000 votantes, tiene que representar los intereses de cien mil votantes, cuando pueden ser intereses contrapuestos en varios temas. Mucho peor que el reparto proporcional.
En resumen, sobre este ejemplo ficticio:
Democracia directa :: una persona = un voto.
Circunscripción :: 18.000 personas = un voto. 82.000 personas privadas de voto. Si multiplicamos por el total de circunscripciones del estado español, con diferentes proporciones de voto, tendremos que se podría privar de representación a más gente que por el sistema actual.
En cuanto a la pulla final sobre cultura política, me sería muy fácil devolvérsela, pero a la vista
de que su réplica sólo ha tenido peso sobre el primer punto no tengo más que añadir. Oh, sí, que por favor se lea el link que le puse para que pueda entender la magnitud del problema al que nos enfrentamos.
Quedo desolado por los pobres 82.000 franceses privados de voto en alguna de esas circunscripciones perdidas de la mano de Dios, ya que ellos cometen el enorme disparate de elegir por el sistema de doble vuelta. Fíjese que yo consideraba a Francia, Inglaterra y Suiza los únicos países que tenían la suerte de disfrutar "casi" de una democracia en Europa. Parece que tendré que tachar a Francia de la lista.
EliminarDemocracia según la RAE no desdice para nada que sea un reglamento: es que para aplicar esa definición tienes que basarte en la división de poderes (Locke) y la separación de poderes (Montesuqieu) y ello implica una sistema casi mecánico (como describe A.G.Trevijano) de balances, contrabalances y equilibrios tan perfectos. Geniales.
En democracia existe otro factor: la representación. Claro que lo perfecto sería que nadie te tuviese que representar. Montesquieu decía que si está el representado presente desaparecía automáticamente el representado. Pero la complejidad de un Estado moderno no permite que todos "opinen" de todo y todos no cabemos en el Congreso, con e-democracia o sin e-democracia.
Leeré el blog que me dices, pero en septiembre. Y por favor, no convirtamos esto en una discusión circular. Simplemente, como me ha muy acertadamente marcado un amigo (lee otros comentarios del mismo post), esto es una simplificación tan simplificada, que él lo ha calificado acertadamente de "Democracia para Dummies". Fue una introducción para los siguientes artículos donde desarrollo algo más, y por separado, cada uno de los conceptos. Decir que te informes no es ninguna pulla, es un hecho. Yo también tengo que informarme, y cuanto más... mejor.
Corrección de errata: Montesquieu decía que si está el representado presente desaparecía automáticamente el representante.
EliminarMe preguntas si me gusta... mi respuesta es SI
ResponderEliminarSaludos Vicente,
Hola. OS importa si cuelgo aquí esta petición de firmas para lograrlo
ResponderEliminarDiputado De Distrito
Amigos, ya tenemos hecha la petición de la ley electoral con Diputado de Distrito. Por favor firmadla y enviadla por email, whassapp, facebook, Instagram y twitter a todos vuestros contactos
Eliminarhttps://www.change.org/p/congreso-de-los-diputados-nueva-ley-electoral-elige-t%C3%BA-a-tus-representantes-y-no-el-partido-diputado-de-distrito