Es fundamental que nuestros argumentos tengan coherencia lógica si nuestro objetivo es el entendimiento con nuestros semejantes
Hace muchos años, en cierta ocasión, el que era entonces vicepresidente del gobierno Alfonso Guerra enseño el plumero y mostró su verdadera cara causando un enorme revuelo mediático. Sin ningún pudor no se le ocurrió otra cosa que soltar, en medio de todos, una de las afirmaciones más tristes, desafortunadas y pavorosas que se pudieran espetar en aquellos delicados momentos iniciales de nuestra democracia: “Montesquieu ha muerto”.
Con ello quería decir que ya que Felipe González había obtenido una mayoría absoluta aplastante pues que nos fuésemos olvidando del estado de derecho. No cabe duda que fue sincero; eso sí, después de ganar las elecciones.
La reacción de medios y políticos en aquel momento fue rasgarse las vestiduras y ponerlo de vuelta y media. A toro pasado, me pregunto si aquellos ríos de tinta y críticas eran sinceras o no. Lo que sí es cierto es que el partido socialista puso la primera piedra. Después, los demás se plantearon: ¡Oye! Pues, ¿por qué no me subo yo también al carro? “Matemos todos a Montesquieu y que jamaś levante la cabeza...”
Y
no, no es sólo por la crisis mundial. Hemos sufrido también una
crisis interna no menos devastadora y no sólo económica, sino
también de valores e identidad cuyos efectos no dejaremos de padecer
si no ponemos remedio.
Desgraciadamente,
esta situación fue la crónica de una muerte anunciada porque antes
habíamos aprobado una constitución que dejaba no una puerta
abierta, sino todo un arco del triunfo donde ese tipo de tropelías
pudieran desfilar triunfantes sin crítica ni oposición.
Para
el profesor y Doctor en Derecho Lorenzo Abadía, la “Constitución del 78
prefirió sustituir la división política del poder por la división
social de los poderes del Estado… La transición española
instituyó una monarquía de partidos. Y estructuró un
parlamentarismo con una mera separación de funciones. El difuso
límite entre la función ejecutiva y la legislativa nos permite
advertir que el verdadero poder no reside en ninguna de ellas, sino
en la cúpula del partido con más votos. .. ” ( i )
Este
pequeño detalle es el que permitió mandar al cadalso a Montesquieu
sin juicio previo ni nada, porque para el filósofo y ensayista
ilustrado el Estado de Derecho se fundamentaba en tres pilares: los
poderes ejecutivo, legislativo y el judicial; y una de las
principales funciones obligadas a cumplir cada uno de ellos, y
siempre sin remisión y en constante divorcio entre sí, era la de
permanecer en perpetua tensión. Debían desconfiar permanentemente
el uno de los otros dos para vigilarse entre sí y evitar los excesos
en el poder de cualquiera de ellos.
Otro
de los pequeños detalles que también contribuyó al ostracismo de
Montesquieu fue el sistema proporcional de listas, que en nuestro
caso son cerradas y bloqueadas, pero que como muy bien apunta el analista político Abadía poco importaría que estuviesen abiertas y
desbloqueadas, ya que el verdadero poder consiste en incluir a los
candidatos en las listas, no en la posibilidad concedida al votante
de rechazar a alguno de los incluidos
Así
que el chocolate estaba servido. Los políticos, fuesen honrados o
no, han acabado en el triste papel de servir fielmente al jefe de su
partido a cambio de unas prebendas que en más ocasionases de las
deseadas, por su perfil formativo y humano, difícilmente habrían
obtenido en la sociedad civil
Por
todo lo anterior, necesitamos urgentemente un balón de oxigeno: de
momento el contrapeso al poderío avasallador conquistado por la
Casta Política es la participación activa de los ciudadanos en
política. Para ello no estamos faltos de herramientas: Redes
Sociales, periódicos, tanto papel como digitales, Blogs, cartas a
representantes y autoridades políticas, peticiones públicas,
participación activa dentro de los partidos por parte de quienes
militen en ellos, creación de webs críticas, y también la
convocatoria de movilizaciones y manifestaciones públicas. Es
fundamental en una situación como la que vivimos que cada ciudadano
se sienta partícipe y corresponsable.
Sería
un primer paso a fin de recuperar algo del poder que se le arrebató
al pueblo. Éste es uno de los motivos por los que la Red de Blogs
Comprometidos ha realizado un simulacro de e-democracia; aplicado
concretamente al espinoso asunto de qué hacemos ahora con las
autonomías. O más bien, de plantear civilmente la cuestión a
instancias superiores mediante la presión ciudadana. Por lo tanto,
en nombre de todos mis compañeros, me permito sugerirles y pedirles,
que si no lo han hecho voten una de las opciones; y si no les gusta
ninguna de ellas no voten nada, pero expongan sus motivos y
valoraciones en los apartados de comentarios a final del post. Quien
sabe: puede ser la primera piedra que haga de contrapeso a la que
puso Alfonso Guerra en nombre de su partido haciendo un “mal uso”
del poder que el pueblo le había confiado.
(La votación ha quedado cerrada)
(La votación ha quedado cerrada)
Vicente
Jiménez
Frases
célebres de Montesquieu
- Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo.
- Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella.
- No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia.
- El hombre de talento es naturalmente inclinado a la crítica, porque ve más cosas que los otros hombres y las ve mejor.
(
i ) Lorenzo Abadía, Mando a
Distancia - Herramientas Digitales para la Revolución Democrática,
Editorial Manuscritos. Seg Ed 2011
Amigo Vicente otro mazazo acertado en la misma dirección, sabes cual? en la de todo Ciudadano con Conciencia que no se resigna a soportar tanto abuso y tanto engaño sin sentido por parte de la Clase política establecida y sus multiples cohortes.
ResponderEliminarAlfonso Guerra no solo mató a Montesquieu, mató todo el Espíritu del gran ideologo Social del XVIII, mató al admirado Rousseau y su Contrato Social, mató al concepto Universal de Estado, mató a lo que él denomino Ciudadano y tambien a lo que denominó Pueblo.
Si que nadie se alarme, eso lo hicieron y consintieron los denominados Socialistas y Obreros, y fue tan cierto como que jamás lo hubieran consentido que lo hicieran los Conservadores.
La euforia de su victoria les hizo pensar que ya 'todo el monte sería oregano' y podrian imponer su voluntad.
Termino con la opinión de la prensa alemana con motivo de la visita a Madrid de Merkel:
"La razón de la enfermedad de España es un Modelo de Estado inviable, fuente de todo Nepotismo y toda Corrupción, impuesto por una Oligarquia dd Partidos en connivencia con las Oligarquias financiera y económica y con el Poder Judicial y los Mecanismos de Control a su servicio" (Stephany C. Müller).
Probablemente si los Ciudadanos queremos DESPERTAR, aun estemos a tiempo.
Un abrazo y conservaros buenos.
Como siempre, añades tu granito de arena a mis posts. Gracias por tu comentarios apreciado amigo
ResponderEliminarInteresante artículo sobre la realidad de nuestro país, donde debería haber separación de poderes y asunción de responsabilidades, sólo hay un batiburrillo amorfo de poderes entremezclados para su propio beneficio y demás condena del Pueblo Español.
ResponderEliminarUn saludazo.
P.D. Te tengo añadido en mi blog, me gustaría pedirte, si no te supone molestia, que me pongas en tu lista, para lo cual te doy, por anticipado, las gracias.
http://cspeinado.blogspot.com
Es un honor. Gracias por ponerme en tu lista. Ahora mismo te pongo en la mía.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Vicente, de acuerdo contigo en casi todo, casi, sí, porque no podemos obviar el hecho de que el Partido Socialista gobernó en la II legislatura, hubo una primera que presidió el conservador, a mi entender demasiado sensato, Adolfo Suárez. En esos cuatro primeros años, sin pretender que nadie se alarme, el cigoto que podríamos llamar Montesquié que Suarez pretendia hacer crecer, fue abortado gracias a: por una parte, el ala más conservadora del partido que provocó su dimisión, por otra al acongojamiento que provocó el famoso 23F, golpe de estado inducido por los conservadores. Yo diría de estas torpes meteduras de pata en la transición, que fueron la base de lo que vendría luego. Finalmete sí que es cierto que el partido socialista tuvo años y años para hacerlo y que jamás hizo nada, no sé si porque se acomodoron y se olvidaron de sus raíces o porque en realidad nunca creyeron en ellas y se sirvieron de este medio para otro fin, aunque, como dices también el Partido Popular hizo más de lo mismo siendo este último, además, responsable del retroceso en que nos encontramos en este sentido.
ResponderEliminarPor lo tanto, yo particularmente, no creo que Alfonso Guerra matara nada ni a nadie porque lo que se supone que mató nunca había existido, fue una metedura de pata más sumada a las dos anteriores.
Respecto a lo que dice Stephany C. Müller, yo le diría que sí, que el desencadenante del problema de mi país se encuentra en mi propio país, siendo este la cúpula dirigente durante estos 33 años, pero que también es responsable quien se aprovecha de las debilidades o problemas de los demás y saca la mayor tajada, en mi país, España, estos reciben el nombre de usureros, y le puedo asegurar que ella no se encuentra muy alejada de la mayor usurera de Europa.
Para terminar os dejo algo que he visto en wikipedia y me ha gustado mucho.
Dicho por Adolfo Suárez El 9 de junio de 1976, en un discurso sobre la Ley de Asociaciones Políticas ante las Cortes Españolas antes de su elección citó unos versos de Antonio Machado, muerto en el exilio:
.y permitidme para terminar que recuerde los versos de un autor español:
«Está el hoy abierto al mañana
mañana al infinito
Hombres de España:
Ni el pasado ha muerto
Ni está el mañana ni el ayer escrito.»
Sigo pensando que gracias a Dios o a los hombres q murieron por ello, lo q cada uno quiera, hoy podemos hacer huelgas y protestar como usted dice Vicente, así que cada uno lo haga por lo que crea que debe hacerlo, porque ideas hay, como bien sabéis, tantas como individuos y si no así debería ser.
Agradezco tu interesante aportación al post con tus comentarios. Respecto al 23F, hay historiadores que han investigado y sostienen que los organizadores fueron otros. Aquí pasa como con el asesinato de Kennedy y otros tantos hechos históricos - Cualquiera sabe la verdad -. Evidentemente, al principio de la transición hubieron núcleos duros e irreconciliables, pero por ambos bandos. En fin, las cosas están como están; y como tú dices, hay tantas opiniones como personas. Por ese motivo comento en este artículo, cuál es a mi entender la receta para la democracia que deberíamos recuperar.
ResponderEliminarComo suele decirse, entre todos la mataron y ella sola se murió: en cuanto el resto de partidos vieron el provecho que podían sacar del asalto al poder judicial no dudaron un instante en colocar allí a sus peones, y en cuanto los jueces vieron las ventajas que tenía el aliarse con los políticos quitaron la venda a la Justicia y guardaron los expedientes en los cajones.
ResponderEliminarRepugnante orgía que sólo perjudica al ciudadano común que trabaja y paga impuestos para mantener el indecente tren de vida de la casta parasitaria de poder.
Si la crisis económica azota más fuerte a España es por la crisis de identidad que se deriva del estado autonosúyico.
Otros países se aprestan a hacerle frente unidos, aquí cada cual se preocupa de preguntar qué hay de lo mío y de ver a quién le puede restar fondos para allegarlos a su aldea.
Buena puntualización. Entre todos la mataron y nosotros la dejamos morir. Tengo que reconocer que en aquella época poco sabía ni me importaba la política. Continuábamos con el chip del franquismo, por lo cual la gran mayoría de españoles pertenecíamos a una sociedad adormecida en esas cuestiones. Veníamos de una época en al que la política era ilegal. Nuestros padres nos decía "hijo, tu a lo tuyo. No te metas en política" o "los que te meten en política os dejan luego a los jóvenes solos a que deis la cara y ellos ni aparecen cuando llegan los grises". Aquellos padres, por desgracia, ya conocían muy bien a los políticos y luego habían pasado una guerra. Por la fuerza de la costumbre, desconocimiento y comodidad (todo hay que decirlo) la dejamos en manos "de otros" con una ingenuidad pasmosa. Pensado que había mucho por hacer y que como yo sabía hacer mejor otras cosas, pues sería mejor dedicarme a ellas; con leer el periódico, estar más o menos informado cuando había tiempo e ir a votar ya había cumplido. Y supongo que ese error lo cometimos muchos. Parece que los peores, los más sinvergüenzas, los más vagos y gangsters son los "listos" que vieron su gran oportunidad y la aprovecharon. Todos ellos se metieron en política y amoldaron al sistema la corrupción sistemática. Sobrepasaron a los que habían entrado con honradez e ilusión. Ahora, no es que el sistema esté corrompido. Es que la corrupción es el sistema. ¿Y cómo enmendamos esto?, no por nosotros sino por nuestras futuras generaciones. No podemos dejarles este lío
ResponderEliminarQue duda cabe que es acerdisimo el articulo publicado. Hace mención a Montesquieu y su teoría de separación de poderes; teoría que se hizo "ley" en las dlemocracias de todo el mundo, aunque en varias, como la española, esa separación de poderes es solo eso, teórica; sobre todo cuando el inefable Alfonso Guerra, no sabemos si por chiste o por convicción, más bien creo que por lo segundo, soltó aquella coz de "Montesquie ha muerto"; queriendo dar a entender, bajo mi punto de vista, que habiendo ganado las elecciones, quien mandaban eran "ellos". No era de extrañar, cuando aún en esas fechas se vehían herederos del socialismo soviético, en el que la separación de poderes era una utopía para el pueblo; no para los dirigentes que no creían en ella.
ResponderEliminarNo obstante lo publicado y lo mencionado por mi; creo que si hubiera un poder judicial fuerte, que se impidiera a sus miembros presentarse a elecciones por un partido y luego regresar a la adjudicatura; así como que fueran desacomplejados, como alguno hay; vease a la jueza Ayla, mucho camino tendríamos andado.
Joffeca