domingo, 17 de noviembre de 2013

Carta abierta a los partido civilizados



Un partido civilizado es aquel que surge directamente de la sociedad civil y pertenece a la sociedad civil

Cuando la tragedia se convierte en crónica es señal de que algo se hizo y se continúa haciendo mal.
Ya he justificado desde sus raíces no con opiniones sino con criterios basados en Montesquieu, Locke, Hobbes, Maquiavelo y distintos pensadores de peso el verdadero significado de la democracia y cómo ésta no existe en Europa. Solo se le acercan tres países: Francia, Gran Bretaña y Suiza.

Francia dispone de un sistema democrático impecable excepto por un nimio detalle en la separación de poderes: cuando el presidente del gobierno es elegido a doble vuelta con toda la representación de la sociedad civil ya garantizada (gracias a la doble vuelta), necesita del apoyo de la cámara para ser envestido Presidente del Gobierno. 

El legislativo y ejecutivo se unen durante esa consulta, y en una democracia formal jamás deben hacerlo; ni siquiera por un instante. Excepto por ese pequeño detalle Francia goza de una democracia muy sana.


Inglaterra tiene una representación de los ciudadanos casi completa, excepto en que los representantes de distrito son nombrados por mayoría simple y no a doble vuelta, que es lo único que garantiza la representación: la mayoría absoluta que proporciona la doble vuelta no deja fuera a nadie. Las mayorías simples tienen el inconveniente de dejar fuera de juego a los perdedores.  Y aún así, el miedo a que los mismos votantes los echen del cargo hace que los ciudadanos se hallen bien representados por sus MP o Members of Parliament, como denominan ellos a sus representantes de distrito en el Parlamento. Ahora bien, donde falla la democracia es en el sistema parlamentario, ya que no es el pueblo quien nombra a PM o primer ministro, sino el Parlamento.


El único lugar donde se cumplen todas las condiciones de la democracia formal es en EEUU, ya que es el pueblo quien nombra directamente a su presidente sin que intervenga ningún otro poder en ese nombramiento: la separación de poderes es impecable así como el control de unos poderes sobre otros y la representación ya la quisiéramos nosotros..


Si deseamos resolver los problemas de nada sirve rasgarnos las vestiduras por lo que está pasando. Todo, absolutamente todo lo malo que ha ocurrido, ocurre y nos pueda acontecer políticamente es consecuencia lógica e inevitable del sistema de partidos incrustados en el estado que sufrimos en Europa en mayor o menor medida . De ahí también que la corrupción haya incidido mucho más en el arco Mediterráneo, ya que todos los países que lo constituyen se gobiernan mediante sistemas de partidos estatales. Y ello nos lleva a una terrible cuestión, ¿es que en España o Italia y Grecia nuestros gobernantes son mucho más corruptos y gente menos honrada que lo puedan ser en Suiza, Francia o Inglaterra? ¿A qué se debe que nuestros políticos jamás dimitan por los desastres que ocasionan o corrupciones astronómicas en las que se ven envueltos y, en cambio, por cualquier nimio (según nuestros estándares) escándalo vemos que un representante del parlamento ingles puede verse obligado a dimitir fulminantemente, por ejemplo, por no pagar una multa, ser detenido conduciendo con tasas de alcohol o ser descubierto recogiendo en su  coche a una prostituta?

¿Qué hace que las acciones de los políticos, tanto en la esfera política como incluso en la privada, tengan consecuencias para unos políticos y provoquen dimisiones fulminantes en unos lugares sí y en otros no? ¿Es por una cuestión moral por parte unos representantes arrepentidos que presentan dimisiones voluntariamente en unos países sí y en otros no lo que está en juego? ¿Los políticos son morales en unos países y amorales en otros?

Cuando Maquiavelo tan acertadamente separó la moral de la política nos dio la respuesta a esas cuestiones: las dimisiones y las imputaciones nada tienen que ver con la moral sino con el sistema. Es función de si se da la separación absoluta e impermeable de poderes o/y representación, o no. En el sistema democrático formal todos los poderes se vigilan celosamente entre sí manteniendo una tensión perpetua. En ese caso, la democracia no nos garantiza la honradez de los políticos al cien por cien, pero si nuestros representantes saben que sus acciones tendrán consecuencias inmediatas en caso de descubrirse; ya sea por parte de los ciudadanos, que los podrían obligar cesar y sustituir, o por la justicia, que los puede imputar y castigar; la cosa cambia. No es comparable la impunidad con la que los políticos pueden actuar cuando se encuentran bajo el paraguas de la ausencia de democracia; especialmente cuando el tiempo transcurre haciendo crecer la corrupción como una bola de nieve rodando que jamás para gracias a un sistema en el que todos tienen por qué callar. Obviemos los ejemplos, que es en lo que inciden los medios sin ofrecer nunca una solución tan simple como la que nos estamos planteando y que, desde luego, no interesa difundir.

Los modelos ayudan a entender los fenómenos
Imagina que regalaran los carnés de conducir simplemente confiando en la honradez de que el conductor cumplirá con las normas de circulación, y que el conductor se supiese impune cuando se salta un semáforo. Esa es la situación en la que hemos colocado a nuestros políticos: no es justo para ellos, ni para nosotros, porque deja la decisión en la conciencia de cada uno (Maquiavelo ya separó la moral de la política). Imagina también, que para mejorar las cosas viene un jefe de tráfico y dice: tranquilos, pista libre que la carretera es de todos; no tiene dueño: eso es, por ejemplo, lo que hizo Zapatero cuando dijo que el dinero público no era de nadie y dio barra libre a los políticos para gastar . Ese dislate; esa insensatez la pudo hacer ZP por gobernar en una partidocracia; jamás se hubiese atrevido en una democracia. Ni ZP hubiese sido el ZP que conocimos, ni Rajoy ni Aznar ni Felipe González en una democracia constitucional hubiesen actuado igual. 

Ese es el secreto: representación y separación de poderes. La fórmula es tan simple que muchos, aunque actúan de buena fe, aunque esté delante de sus ojos no la ven. Si se intentasen montar nuevos partidos parcheando los defectos de la presente partidocracia; poniendo cortafuegos a los Estados de Partidos, aunque ganasen la elecciones al final llegarían al punto de partido que querían evitar: alguien se saltaría el semáforo, y luego otro, y luego otro; y al final se taparían entre ellos. No podemos cargar en las conciencias de nuestros representantes la tentación: deben saberse hipercontrolados y que  serán responsables personalmente de lo que hagan. 

Entérense Vds... no hay vida para la sociedad civil dentro de ninguna dictadura de los partidos estatales; así de simple. Ya los podemos edulcorar con listas abiertas o con lo que queráis. Solo un poder puede detener a otro poder, nunca la sociedad civil dispondrá de poder si no partimos de un representante de distrito con mandato imperativo, si no tiene un intermediario de verdad que la represente: entonces sí se constituye la sociedad civil en un poder a través del colegio electoral de cada distrito; controlando a su representante, es decir, alguien que esté por ellos proponiendo leyes y peleando por sus intereses.

La cruda realidad es que la partidocracia no se puede parchear porque no divide poderes y carece de representación: hacerlo sería como intentar que una dictadura se convirtiera por actos de buena fe en dicatablanda:

  • Nosotros somos honrados y si entramos esto no volverá a ocurrir.

Craso error: corregir la inercia de un sistema que funciona mediante consensos y cuyo fuel es en muchas ocasiones la corrupción resulta una labor imposible. Es el sello de todas las dictadura de partidos del arco Mediterráneo, y por esa razón precisamente tenemos todos los mismos problemas. 

No es que seamos personas más corruptas por estos lares bañados por el Mare Nostrum sino que tenemos sistemas de gobierno sin representación ni división de poderes; es decir, sin democracia. Esa es la enfermedad

La solución

    Hay que partir solo de las dos premisas que enmarcan una democracia formal. La representación se consigue mediante el diputado de distrito uninominal (nada de listas: ni abiertas ni cerradas) con mandato imperativo (ha de cumplir con los dictados de la sociedad civil, no los del jefe de partido) y revocable (si lo hace mal va a la calle) elegido a doble vuelta (para garantizar la representatividad); y de igual forma y condiciones debe ser elegido el presidente del gobierno y ese presidente tendrá libertad para elegir a sus ministros sin consultar nada con nnadie. Los mecanismos de la separación de poderes: legislativo y ejecutivo deben ser impecables: agua y aceite; y al judicial debemos dejarlo tranquilo que haga su trabajo con una eficiente, bien dotada pagada y reconocida policía a su servicio; y un presidente del tribunal supremos elegido por el poder judicial y todos los que intervienen en el ejercicio de la justicia.
    Intentar parchear el actual sistema de partidos es una labor y un esfuerzo absolutamente estéril. 

    Solo un partido cuyo objetivo único fuese hacerle el harakiri al régimen actual e iniciar un proceso libre constituyente para obtener una democracia constitucional; o bien, mediante una abstención masiva por parte de la sociedad civil para deslegitimar al régimen, seguido de acciones exigiendo y pidiendo la democracia constitucional ante el mundo (Europa, Bruselas, EEUU, ONU) conseguirían el derrumbe de los estados de partidos y  marcarían el camino hacia la democracia formal, y, con ello, la solución a nuestros problemas. Y solo una constitución donde lo único que se reflejara fuesen los mecanismos de representación, control y separación absoluta de poderes puede garantizar esa democracia constitucional. Esos mecanismos están ya inventados hace dos siglos; solo hay que aplicarlos corrigiendo aquellos aspectos que dan dosientos  años de experiencia: sabemos de los fallos que se dan en democracias con solera... podemos usar esa información para instituir algo mejor y ser felices todos, que de eso se trata.
    Vicente Jiménez

14 comentarios:

  1. A esa solución que me propongo, me hago varias preguntas. Por empezar con una, me digo; quien atendería la emisión de deuda más inmediata? pues hay que emitir deuda casi cada mes :-). Quién seguiría financiando la deuda?. Y claro si no se atiende la emisión de deuda que pasa en el país?. Total que no sigo con las demás preguntas.

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    1. Eso sería responsabilidad del Estado, igual que ahora. La sociedad civil, los partidos y el legislativo no han de pertenecer jamás al Estado ni tener nada que ver con esas emisiones de deuda pública.

      Ten en cuenta que una democracia formal saldría barata porque el legislativo tendría embridado al ejecutivo y viceversa. Además, seguramente la sociedad civil elegiría un sistema mucho más eficiente y sensato de ordenación territorial y administrativa, ya que sus representantes habrán de estar presente por ellos en el Congreso. Por supuesto, el Gobierno ha de tener prohibida la entrada en ese lugar.

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    2. Pero quien cubre la emisión de deuda?. Sabemos que la deuda es impagable y que cuando no se cubra la deuda el crak está servido. ¿Quien decide que deuda se cubre y cual no?, Que acontece en un país que no puede pagar sus nóminas públicas?. Como se atiende la población de las ciudades en una emergencia alimenticia?. No me planteo caro o barato. Me planteo lo inmediato. Un abrazo Vicente.

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    3. Amigo Miguel: Mezclas cuestiones de deuda pública con otras de economía privada (urgencias alimentarias). La deuda pública es un flujo en el que se equilibra la necesidad del Estado para cubrir sus gastos, con la n los inversores de emplear bien sus recursos. De ese equilibrio surge la tasa de interés que ha de remunerar los saldos que, como tú dices, nunca llegan a pagarse, sino a renovarse indefinidamente. Siempre hay un tipo de interés en el que los inversores deciden financiar los gastos del estado. Sin embargo, cuando los gastos por intereses llegan a ser prohibitivos, el estado puede declararse en quiebra (default del estado), bajo cuya figura, deja sin renovar las emisiones de duda que van venciendo y/o de pagar los intereses que correspondan, hasta que el Estado consiga recuperar el equilibrio. En contra de lo que pueda creerse, es frecuente que los estados quiebren: Argentina quebró en 2001 (en una situación muy parecida a la de ahora en España), y todavía no ha recuperado enteramente la normalidad, y España quebró siete veces en el siglo XIX.
      La crisis alimentaria, como un fenómeno que pertenece al ámbito privado, se corresponde con la deuda privada, cuya financiación depende de dos fuentes: la privada (según un mecanismo similar a la pública) y, en nuestro caso (por pertenecer al área euro) a las políticas financieras del Banco Central europeo.
      En este ámbito (deuda privada + pública) es en el que hay que buscar el origen de la burbuja inmobiliaria y de todo lo que lleva llovido desde entonces.
      Supongo que no habrás comprendido a fondo una cuestión tan compleja, pero creo que es suficiente para que entiendas que el mantenimiento de estos mercados es independiente del cambio que Vicente propone en esta entrada. Más bien es al contrario: los inversores serán reticentes a invertir en un país políticamente inestable y exijan mayor remuneración para suscribir deuda.

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    4. Amigo Rafael, no pretendo mezclar nada. Otra cosa es que lo parezca. Mi pregunta es en que modo se atiende el gasto público hoy, y de donde procede ese flujo. Prinicipalmente saber de dónde procede ese flujo económico. Es decir, si se puede llegar a entender en la situación en la que se encuentra el país (PAÍSES), se podrá entender la dificultad que entraña el cambio de SISTEMA. No creo que solo se trate de algo tan simple como modificar una regulación legislativa, ejecutiva y judicial. Es algo que pasando también por ahí, tiene una visión más larga. De ahí esa frase hermosa: Paso corto y mirada larga, muy larga. Un abrazo Rafael.

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    5. La deuda pública se nutre de los fondos de los inversionistas. Todo es cuestión del interés que exigen para que les interese la inversión. Para que te hagas una idea, el riesgo país (tecnicismo para nombrar a ese tipo de interés) alcanzó en Argentina ¡Cinco mil puntos básicos! (cincuenta por ciento anual). El asunto acabó como el rosario de la aurora: el conocido corralito argentino.
      Por cierto, investiga en internet cómo está saliendo Argentina de aquella encerrona.

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    6. Amigo Rafael, no consigo explicarme mejor, desde el punto de vista común y lenguaje sencillo :-). Es el entorno rústico en el que me relaciono.
      Creo que el "Sistema" monetario tiene el control planetario. Por lo que el intelecto sesudo gira en su entorno, y mareado (por los giros y lances cruzados) quiere cambiar lo que no parece tolerar. Pues hasta que el mareo no se pase (consciencia grupal) nada podrá cambiar. La consciencia liberada del mareo inducido por el Sistema, reconocerá su benignidad en el momento que despierte de esa ilusión que la llevó a girar. Los políticos como engranaje del Sistema simplemente sirven para animar la ilusión y observar nuestros reflejos. Un abrazo.

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  2. Nuestro amigo Vicente hace en esta entrada un vuelo rasante por los actuales regímenes democráticos, para detectar las incongruencias que les separan de lo que podría haber sido el modelo democrático perfecto. Los defectos implícitos en los modelos democráticos de Francia, Inglaterra, Suiza, EEUU y, sobre todo, los de los hermanos corruptos de la familia, los que formamos parte del arco mediterráneo, son utilizados para él para describir las virtudes de un sistema perfecto, tan lejos de ser propuesto por un partido político al uso como lo sería un régimen comunista si tuviera que ser implantado por uno de nuestros empresarios.
    Su diagnóstico sobre la versión española de democracia es inequívoco; las manifestaciones de sus defectos, de gran rigor; y la forma de salir de ellos, inefable. Concluye diciendo que no podemos esperar una transición a base de parches, y rodea cuidadosamente la palabra “revolucionaria”, sin mencionarla, para calificar a la única fórmula de que disponemos para resolver la corruptela que nos asola.
    Por último, echando pie a tierra, se arriesga a proponer que la abstención en las Generales serviría para deslegitimar a los partidos, y que bastará con la denuncia ante instituciones internacionales para que caiga la partitocracia instaurada en la Constitución del 78.
    Respecto a esta última conclusión, deseo añadir tres puntualizaciones de mi propia cosecha: En primer lugar, que es obvio que la única opción útil, ética y práctica frente a las elecciones es la abstención puesto que, de cualquier otra alternativa (incluido el voto en blanco, el nulo, o el hecho a favor de los grandes partido o de los pequeños), podría deducirse que el votante está conforme con el concepto de democracia aplicado en España. En segundo lugar, que una abstención del 51% (la mayor abstención alcanzada hasta la fecha en unas generales fue del 31,29% en el 2000, segunda legislatura de Aznar) no haría sino sugerir una “mayoría silenciosa” que, como tal, es incapaz de respaldar activamente sus reivindicaciones. La tercera sugerencia que deseo hacer es que la caída como si fuera un castillo de naipes del actual régimen no se producirá a resultas de simples denuncias ante instituciones internacionales, sino que es de esperar que los partidos políticos, antes de perder sus privilegios, opten por despojarse del disfraz de cordero y morir matando.
    Dando por cierto que, el primer paso de la hoja de ruta que los españoles tendremos que andar para sacar a España de actual estancamiento es la abstención mayoritaria en las próximas generales, lo verdaderamente útil ha de ser la forma en que esa mayoría silenciosa se haga oír; de cómo consiga traducir esa actitud pasiva en otra activa; y de hacerlo con tal brío y determinación que haga saber a los partidos que “su” fiesta de la democracia ha terminado.
    Sí, ya sé que no es fácil.

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    1. Impecable crítica e interpretación de mi post además de saber leer entre líneas. No mencioné para no alargar el texto demasiado las manifestaciones en la calle pidiendo democracia constitucional y solo me referí a la denuncia ante órganos y países que estos políticos si les tienen miedo . Lo primero que se le ocurre a todo el mundo es montar una manifestación, pero se puede olvidar ese aspecto importantísimo que haría temblar al régimen de partidos: millones de firmas entregadas en Bruselas, la ONU, EEUU, etc. Ante la abstención y esas acciones A.G.Trevijano apunta con muy buen sentido que derrumbaría al régimen de partidos. Una manifa de 15.0000 personas seria suficiente, dice Trevijano. Si bien es cierto que lleva toda su vida persiguiendo ese El Dorado y seguimos donde estábamos.

      Es totalmente cierto que votar a un partido lleva en sus genes la paradoja de que si voto estoy aceptando este sistema de partidos. Si bien es cierto, si ese partido llevase también en su ADN instaurar mediante una consulta popular y un proceso constituyente libre una democracia constitucional la cosa cambiaría; pero esa paradoja se da en la naturaleza cuando al fuego lo combatimos con fuego: usar un partido para acabar con el Estado de partidos...

      Desde luego, antes que nada hay que difundir los conceptos prácticos de lo que es una democracia de verdad; esa labor pedagógica la considero el primer paso: Que la gente se entere y así, si todos queremos lo mismo, entonces sí nos podemos unir para conseguirlo. Mientras no exista un objetivo común, tal como tú muy bien apuntas, es muy difícil.

      Un abrazo Rafael

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  3. En primer lugar gracias por añadir esta información acerca del sistema democrático que tienen en Suiza. Añade valor al artículo y recomiendo a mis lectores entrar en el enlace que sugieres y que resulta verdaderamente ilustrativo.

    Estoy de acuerdo contigo en que la abstención masiva sola no conseguiría nada. También que es difícil dar con un sistema que garantice la llegada de la democracia formal. Desde luego, la abstención masiva, en primer lugar, es muy difícil de conseguir, ya que para ello sería necesario que los españoles conociesen qué es democracia constitucional, sintiesen la necesidad irrenunciable de obtener la libertad colectiva, porque ya no soportan más el régimen actual de Estados de Partidos, tal como los definió y reconoció nada menos que el Tribunal de Bonn (Ver: http://diariorc.com/archivorc/hemeroteca/1954-gerhard-leibholz.html ); y estuviesen dispuestos a que esa abstención no fuese pasiva, tal como tú muy bien apuntas; sino que fuese abstención activa. La abstención activa nada tiene que ver con la pasiva. La activa fue propuesta en los años 80 por Albert O. Hirschman para expresar un deseo irrenunciable y creativo de cambio mediante la acción de no ir a votar como opción inteligente de rechazo al sistema para seguidamente unirse en acciones concretas (no quedarse en casa) que deben ser pacíficas tales como manifestaciones, recogidas y entrega de firmas, etc... demandando, en nuestro caso, libertad constituyente... y que se presenten los que quieran: incluso los que les gusta los Estados de partidos. Evidentemente, los abstencionistas activos lo harían para conseguir la democracia formal.

    Ahora bien, esa dificultad en conseguir la abstención masiva que tú comentas es cierta: 1/3 de la población son reaccionarios (ansían el poder perdido y lo quieren recuperar) 1/3 están contentos con lo que hay... no quieren cambios y el último tercio son creativos y ansían el cambio. Si además tenemos en cuenta que en España se han creado las autonomías para regalar altos cargos a un ejército innumerable de mediocres y colocar a todos los segundones de cada partido, eso incrementa mucho el número de los que están contentos con lo que hay y la sangría a la que someten entre todos a la sociedad civil. Así que amigo mío, lo tomes como lo tomes lo tenemos muy mal. Solo algo que provoque una reacción imparable e inesperada fruto de factores aleatorios y puntuales podría provocar ese cambio. Ese fenómeno es muy complejo, pero no es difícil de entender mediante un modelo físico que se llama resonancia y que desarrollo en uno de mis artículos. (Ver modelo de resonancia aplicado a ciencia política - http://goo.gl/32IWpd )

    Un cordial saludo

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  4. Gracias por este articulo didáctico que compartiré con varias personas que tienen inquietudes y deseos de aprender sobre modelos de elecciones. En España se podrá implementar la verdadera democracia cuando los ciudadanos decidan participar responsablemente en las elecciones y haya una insistencia masiva en promover el cambio de las leyes electorales. Los ejemplos están allí, de los fallos se aprende, todo se puede mejorar, solo hace falta la voluntad ciudadana. España somos todos los ciudadanos..!

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    1. Gracias Elsa por tu comentario y tu tiempo. La verdad es que hoy he disfrutado releyendo el artículo (para acordarme qué había dicho) y sobre todo vuestras intervenciones; que es lo que considero que verdaderamente enriquece este blog para difundir ideas leales con la sociedad civil e incluso con futuros gobiernos que hayan partido de un sistema civilizado (de la sociedad civil). Esa lealtad a España y la suma de ideas es la llave; y ésta no la tiene uno, es de todos. Un cordial saludo

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  5. Gracias Señor Jiménez por su excelente argumentación, y también a los distintos comentarios por el nivel de conocimiento y sentido común que demuestran, y por el lenguaje que se utiliza, difícil de encontrar en muchos foros digitales.
    Por alguna razón (no creo en la casualidad), ha llegado a mis manos este artículo y todos los comentarios que le suceden y estoy agradecido por ello.
    Comparto plenamente lo que se ha dicho, aunque haya oposición en algún comentario, porque la solución al desastre que hemos permitido durante tantos años no puede ser fácil ni sencilla; creo que el punto de partida debe ser esa abstención masiva, aunque no se como se podrá conseguir en un país tan mediatizado como el nuestro y en el que los Medios de Comunicación masivos están al servicio del poder, pero estoy de acuerdo que deberíamos partir de ahí para que, inmediatamente después, una mayoría activa comenzara todas las distintas acciones que se proponen.
    Desde este momento seguiré con atención este blog y compartiré todo lo que pueda sus publicaciones.
    No se si seremos o no capaces de revertir la situación actual, pero si se que mis descendientes no podrán decir nunca que no yo lo intenté.
    Gracias pues a todos por estar ahí, recordando que: "Si queremos que las cosas cambien, debemos cambiar las cosas." ¡Feliz 2014!

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    1. Gracias Ángel y desde luego compartimos el mismo fin. Si por una parte existe desinformación sistemática, por otra también hay ciudadanos dispuestos a hacer "tábula rasa" e intentar indagar y profundizar en lo que verdaderamente significa el sistema democrático. Para ello no nos podemos basar en opiniones personales sino en lo que otros filósofos ya pensaron e ir tirando del hilo histórico, para con esa base poder opinar basándonos en criterios lo más sólidos posible. Me alegro que te sumes al proyecto y no dudes en utilizar el apartado de comentarios siempre que quieras. Un cordial saludo

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