¿Por qué la
sociedad occidental alcanzó un mayor desarrollo que otras, incluso
con más bagaje histórico? Si damos por cierto el hecho de que
vivimos o hemos vivido mejor que, digamos, los chinos o los
musulmanes, la primera pregunta lógica es por qué
Para el historiador
Niall Fegursoni
desde 1500 hasta los años 70 la divergencia entre el nivel de vida
de los occidentales con el resto de sociedades resultó patente e
incuestionable. Según Fegurson, esta diferencia alcanzó el zenit en
los años 70; empezando aproximadamente en 1500 hasta que las nuevas
potencias no occidentales emergieron dentro de un mundo bajo los
efectos de una economía globalizada tras la caída del telón de
acero.
La cuestión es
encontrar el motivo de un desequilibrio que ha desembocado en que tan
sólo una quinta parte de la humanidad haya llegado a disfrutar esa
posición de superioridad política y económica.
Los occidentales
hemos perdido, en parte, esta delantera y además en España nos ha
pillado, en mi humilde opinión, el toro de las autonomías, malos
gobiernos, carencias democráticas y una crisis interna sumada a otra
más o menos mundial.
Volviendo a la
cuestión inicial, occidente no tiene un clima mejor o peor que el
resto, tampoco tiene más recursos naturales y está fuera de toda
hipótesis aquello de que los occidentales tenemos un gen que nos
hace ser más listos, como postularon algunos lumbreras en los dos
siglos anteriores. Entonces, la pregunta parece ser ¿por qué hemos
llegado a ser más ricos, a vivir mejor?
Y todos sabemos a lo
que me refiero y dejémonos de relativismos. Muchas mujeres, por
ejemplo, tienen que continuar acarreando agua hasta sus hogares, o
lavando en el río; o ellos cultivando con métodos de insoportable
esfuerzo físico. Algunos no han visto jamás un grifo y desde luego
ni han soñado nunca con una lavadora o un friegaplatos. ¿Qué hace
que en mi bloque todos tengan grifo, agua caliente y muchos
calefacción, aire acondicionado o un coche y alguien de un país X
(por no señalar a nadie en concreto) carezca de todo eso; incluso de
lo mínimo para subsistir?
Parece que, según
Fegurson, la respuesta la acertó un humanista inglés, Richad
Tavernerii
cuando escribió “Nature is a thynge of great myghte and efficacye,
but surely institution or bringynge up is moche myghtier”. La
Naturaleza es algo con un enorme poder y eficiencia, pero las
instituciones son mucho más poderosas. Unas palabras un poco
arriesgadas y valientes, considerando que fueron escritas en el
ambiente intelectual de la corte de Enrique VIII; y todos sabemos
cómo se las gastaba este monarca si de alguna manera se cuestionaba
su poder absoluto.
El caso es que
Taverner parece dio en el clavo: las instituciones, en el sentido más
amplio del termino, determinan los avatares y el resultado final de
la historia de un país mucho más que lo pueda hacer el clima, la
geografía, las epidemias o sus riquezas naturales. Esta será
nuestra hipótesis de trabajo.
Y para muestra un
botón: hace 500 años la riqueza y nivel de vida de un chino era
probablemente mucho mejor que la de un habitante de América del
Norte. En cambio, hace sólo unos años, a mediados de siglo pasado,
la esperanza de vida de un chino era de unos 40 años mientras que
una persona viviendo en norteamérica tenía una esperanza de unos 70
años. Hemos contemplado un ejemplo basado en la esperanza de vida,
pero también se podrían aportar datos sobre mejora de vida,
riqueza, salud, etc. Las grandes migraciones a países occidentales
actuales son por algo,,,
Los agentes que
frenan el desarrollo de un país están estudiados y localizados por
economistas como Douglass North y John Wallis . Crecimiento lento de
la economía, carencia de organizaciones estatales o proliferación de otras llamadas
estatales y dedicadas a intereses privados, pequeños gobiernos
centralizados, gobiernos que operan sin el consentimiento de los
gobernados... no hablemos ya de gobiernos corruptos, no democráticos,
dictaduras, etc.
Los agentes que
aceleran la economía vendrían a ser sus opuestos, como el ying y el
yang. Crecimiento alto de la economía, una sociedad civil vibrante
de emprendedores, gobiernos más grandes sin estar
hiper-centralizados, organizaciones activas; y sobre todo, el mandato
de la ley igual para todos, derecho a la propiedad y lo que los
anglosajones llaman “juego limpio”.
Para estos autores,
el motivo por el que Inglaterra sea más rica que Egipto es porque en
1688 Inglaterra tuvo la suerte de sufrir una revolución (siempre se
sufre en una revolución) que transformó la política del país y
por lo tanto su economía. Se consiguieron más derechos políticos y
civiles, y ambos se utilizaron para el crecimiento económico. La
élite intelectual y emprendedora tuvo la oportunidad de ser el motor
del país. Una oportunidad equivalente pudo llegarnos a nosotros
también en España, pero desgraciadamente nos fue truncada por un rey
felón en el S XIX. Otra oportunidad equivalente nos la perdimos
cuando esas élites intelectuales y emprendedoras no tuvieron la más
mínima oportunidad de tomar el timón de España en la llamada
transición y de seguir igual, seguirán sin tener dicha oportunidad.
Según North y Wallis y repasando los motivos que frenan el
desarrollo de una nación nuestras expectativas no son muy
halagüeñas.
Los economistas
especializados en el desarrollo parecen indicar que nos hemos de
tomar muy en serio estas consideraciones. Para ello indican los
ejemplos de Botswana, un claro ejemplo de cómo se puede llegar a
desarrollar un país cuando se excluyen la corrupción o las guerras
civiles y como se empobrece la población en general cuando ocurre lo
contrario, como sería el caso del Congo o Sierra Leona.
Si volvemos a
aplicar estas consideraciones a nuestra querida España veremos cómo
un gobierno que, junto a unos partidos que más han sido correas de
transmisión, han permanecido obsesionados con traer a la memoria
colectiva los desastres de nuestro último gran fracaso histórico;
precisamente una guerra civil. Otro gran error que demuestra el grado
de analfabetismo intelectual de muchos de nuestros gobernantes.
Se puede luchar
contra ello y la primavera árabe ha sido un claro ejemplo a
considerar donde unos posibles emprendedores han intentado oponerse a
sistemas corruptos de gobierno que asfixiaban sus aspiraciones. El
detonante fue un joven emprendedor tunecino de 26 años, que se quemó
a lo bonzo por el trato humillante que recibió de una mujer policía
cuando le confiscó su carrito ambulante con peras, plátanos y
manzanas además de una balanza de segunda mano. Su capital ascendía
a unos 140 €, ése era todo su capital. Mohamed Bouazizi
iii
fue el detonante que desató una revuelta popular dando expresión a
unos deseos contenidos de oponerse a gobiernos autocráticos por
parte de la población en el mundo árabe. Si llega a ganar la razón
sobre la superstición, integrismos religiosos, guerras civiles y
falta de cultura está todavía en estudio.
Si nos volvemos a
centrar en el ejemplo de Inglaterra la secuencia está muy clara:
primero la Glorious Revolution, después un desarrollo agrícola,
pasemos por una expansión imperialista y acabamos con la revolución
industrial. Los ingleses lo mostraron de forma muy didáctica en el
espectáculo de la reciente apertura de los Juegos Olímpicos. Más
claro no lo han podido poner.
En cuanto a la
defensa de la teoría sobre la importancia de las instituciones Niall
Ferguson
no lo ha podido expresar más claro en un discursoiv
ofrecido en junio de 2012 en el London School of Economics and
Political Science
donde viene a decir que “existe una gran
diferencia entre una China digamos de la dinastía Ming, un país de
comerciantes sin instituciones comerciales con una sociedad
inmovilista, e Inglaterra, país con instituciones, un parlamento y
una sociedad abierta al comercio. Ambas habían tenido colonias pero
a la primera le faltaba el factor principal para su desarrollo. Es la
diferencia de un gobierno autocrático y otro parlamentario en el
amplio sentido.
Sin embargo, en
estos momento y según el FMI el PIB de China puede llegar a alcanzar
el de la mayor potencia hasta ahora: Estados Unidos.
¿El motivo? Según
Ferguson parece estar en la capacidad de haber tomado los
ingredientes básicos del éxito económico de la cultura occidental
saltándose pasos intermedios: primero fue Japón y después
emergerían China y también la India. Aunque no han adaptado todos
los aspectos políticos sí han asumido la ética del trabajo,
instituciones comerciales, competencia económica, revolución
científica, medicina y sociedad de consumo.
En mi opinión este
discurso triunfalista de Ferguson obvia que esta productividad y
riqueza también tiene un lado muy oscuro: la falta de compromiso de
estos países emergentes con el medio ambiente, su depredación o las
condiciones inhumanas de los nuevos trabajadores-esclavos nos
recuerda que no todo vale. El fin nunca puede justificar los medios y
en este caso, con la complacencia de los incompetentes gobiernos
occidentales han pensado que mirar para otra parte mientras nos
llegan productos manufacturados con la etiqueta de estos cánceres es un chollo. Que trabajen como esclavos, depreden la naturaleza y contaminen los otros. Yo a disfrutar ... Craso error, hasta yo me doy cuenta sin ser economista que significa pan para hoy y mucha hambre para mañana.
Cuando los gobiernos
occidentales, comprados por petrodólares, se supeditan a las cadenas
de la islamización y a sus gobiernos autocráticos o teocráticos y
miran para otro lado; cuando se destruyen ríos y el aire se vuelve
contaminado e irrespirable para la población en un lugar perdido de
China han olvidado la esencia de lo que hizo grandes a países como
Estados Unidos o Inglaterra.
En España tenemos
mucho que aprender si sabemos leer entre líneas el discurso de
Fegurson. Tenemos que analizar nuestras etapas históricas de los dos
últimos siglos ., como mínimo, y ver cuáles hemos cubierto y
cuáles nos faltan por cubrir según la hipótesis de Fegurson. Con
la información dada es fácil confeccionar una sencilla tabla de
doble entrada y sintetizar de forma sistemática una hipotética hoja de ruta. Yo
ya lo he hecho, pero ahora depende de vosotros si os queréis
entretener o no. Dejo la cuestión en el aire.
Vicente
Jiménez
i
Niall Ferguson http://es.wikipedia.org/wiki/Niall_Ferguson
ii
Richard Taverner http://en.wikipedia.org/wiki/Richard_Taverner
iiiMohamed
Bouazizi http://es.wikipedia.org/wiki/Mohamed_Bouazizi
iv
London School of Economics and Political Science
http://www.bbc.co.uk/podcasts/series/reith
Amigo y colega (Twittero y Bloguero) Vicente, me ha gustado mucho tu trabajo porque destacas tanto el camino del éxito como el del fracaso, el del bien hacer y el del mal hacer; y como muy bien dices al finalizar con la incógnita, que cada uno con sus capacidades saque sus conclusiones y actúe en consecuencia.
ResponderEliminarTras los abatares patrios de los años 30, la Guerra Civil (cabe mayor fracaso), luego la larga Dictadura, y después del 78 vino la aparente Gran Oportunidad. Hoy 34 años después podemos hacer balance.
Como bien dices, la visión social inglesa de la Historia ha marcado las diferencias en Occidente; nada hay perfecto, pero las instituciones bien entendidas han sido sin lugar a dudas una magnifica contribución.
Fue un gran ginebrino de finales del siglo XVIII, pensador y amante y de la Verdad quien nos dejó el gran legado del Contrato Social, magníficamente complementado por otro gran pensador francés por medio de los mecanismos denominados "Checks and Balances" además de la "Separation of Powers", ambos inspirados y copiados del Derecho inglés. (Aconsejo lectura en mi Blog de P#09 ¿Estamos viviendo un incumplimiento de Contrato?).
Llamaron Democracia a lo que hoy sabemos que es una Partitocracia (ver Wiki); crearon Instituciones pero al igual que a los ciudadanos, le recortaron las alas para que fueran de vuelo corto, es decir domesticas osea de corral.
Desgraciadamente nuestros políticos también han sido de corral, no vieron historia más allá de la oída en su crianza; unos orgullo y los otros odio y rencor; no había más mundo exterior que el de nuestro corral y nuestra dramática historia reciente. ¿Democracia, separación de poderes, controles y equilibrios para las instituciones, que falta nos hacian, acaso las necesito Franco?
Realidad querido amigo, realidad y como tu muy bien dices, que cada cual saque sus propias conclusiones y actúe en consecuencia.
Un fuerte abrazo.
estupendo ex-cursus histórico sobre la riqueza y la prosperidad de las naciones.Hay mucho q aprender, en efecto, de instituciones fuertes y acicates al esfuerzo.
ResponderEliminarsaludos blogueros