viernes, 30 de mayo de 2014

La corrección política está destruyendo a la clase media


El Gran Hermano te está vigilando
El estado de bienestar está fundiéndose como la nieve durante el deshielo. Fue el gran logro de la Europa cristiana conseguido mediante sangre sudor y lágrimas durante los últimos siglos. Dos mil años de historia no deben ni pueden acabar en el olvido tal como ocurre en la distopía orwelliana1984; novela donde desaparece y se manipula la historia como si de una Comunidad Autónoma nacionalista se tratara. 
Si utopía significa ningún lugar, su contrario; distopía, significa algún lugar. Es decir, las utopías, ya sean ideologías o sistemas perfectos de gobierno no existen; pero, las distopías sí están presente entre nosotros.Todo sistema de gobierno es imperfecto, algunos resultan verdaderas aberraciones y la democracia se salva siendo el mejor de los sistemas imperfectos: es el que tiene menos imperfecciones.

Si en los años sesenta del siglo pasado florecía una clase media en Europa y América del norte con un envidiable estado de bienestar que vencía los fracasos de las dos grandes guerras, la desaparición de la clase media, su desmoronamiento junto a la manipulación de la historia no resultan sucesos puntuales de tipo apocalíptico, sino que también están siendo progresivos. Entonces, llegaría un punto en el que nadie recordará que existió una clase media en cierta época histórica y mucho menos se sabrá nada del estado de bienestar que se logró. Cuando desaparezca por completo la clase media también lo hará el estado de bienestar y viceversa; y pasaremos al estado de malestar: al de la distopía en estado puro.

Se ataca al cristianismo no porque se trate de una religión sino porque forma parte de nuestra cultura más íntima: históricamente cristianismo e historia occidental son caras de la misma moneda y, sobre todo, de nuestra cultura. Contra el pensamiento libre se utilizan vectores como la crisis, la corrección política, políticas suicidas de inmigración y la globalización o los mercadeos para acabar con el orden y la tendencia que surgió después de la Segunda Gran Guerra.
 
No creo en teorías conspiranoicas como las expuestas por Kalergi (poco conocidas) donde parte de ese plan consistiría en provocar las dos guerras mundiales, introducir los fascismos, el marxismo y forzar un mestizaje mediante la inmigración masiva para acabar con la cultura occidental e imponer un nuevo orden mundial.
 
Ahora bien, si es cierto que respecto a las políticas de inmigración masiva pueden influir variables extrañasi que diesen ese tipo de resultados destructivos para la cultura occidental; por ejemplo, una de esas variables podría consistir en la ausencia de democracia real en Europa y la imposición de la corrección política por infección de los medios de counicación e incluso dentro del espíritu de la misma ley.
 
Lo que sí es cierto es que hemos entrado en una dinámica muy alarmante donde Europa no sabe cómo resolver ninguno de sus problemas, para variar. Precisamente por no haber sabido resolver sus problemas sobrevinieron en el S XX las dos grandes guerras, aunque al final impulsasen la gran recuperación social y económica de las décadas de los cincuenta y sesenta. Pero nada podrá salvarnos de una globalización convertida en invasión. Que grandes masas de población se trasladen de un punto a otro del globo no soluciona ningún problema, sino que causa otro mayor e  insalvable.
Vicente Jiménez


iLas variables extrañas en un experimento son aquellas que influyen en el resultado final pero que no hemos tenido en cuenta. El motivo puede ser por azar o simple desconocimiento. Se descubren una vez obtenido el resultado final si éste no coincide con lo que esperábamos.

3 comentarios:

  1. El ciudadano creador, emancipado, exigente, creado por la modernidad se ha convertido en manipulable y manipulado, vulgar, solitario dentro de una masa, crédulo,consumidor crónico, vulgar, solitario y, por ende, amoral. El paso de ciudadano a vasallo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu valoración. Creo que tienes razón..., es como si volviésemos a una nueva Edad Media. Solo cabe esperar un nuevo Renacimiento gracias a la revalorización de los valores, valga la redundancia.
      Un saludo

      Eliminar
    2. La narrativa fluye de manera genial a través de los ejemplos históricos, que no hacen otra cosa que corroborar la debilidad del ser humano, lo que le convierte en maleable y muy fácil al mismo tiempo de jugar con nosotros. Y dependiendo de la época que nos toque vivir, estratificar a la sociedad según conveniencias.

      Eliminar